Si llegaste aquí es porque ya leíste la primera edición de Dragon Ball: Caminos Cruzados, y si no la leíste, la siguiente sinopsis contiene spoiler, así que te invito a leerla, está en mi cuenta.
Después de haber superado peligros como el viaje a Na...
Krilin camina por las calles de una ciudad con un par de bolsas de compra.
- Me sorprende que el maestro Roshi haya tomado nuevos alumnos, bien por él, supongo que se tomó en serio lo de pasarle el mando a la siguiente generación - Menciona con una media sonrisa.
Revisa una lista de cosas a comprar, haciendo que casi se le caigan las bolsas.
- ¡Detente, ladrón! - Exclama una mujer corriendo a toda velocidad por la calle.
Krilin se sorprende al ver a un hombre de barba descuidada y sonrisa mezquina pasar a su lado, frunce el ceño por eso.
La mujer se cae justo a su lado, dándose la cara contra el piso.
- Ey ¿Estás bien? - Le pregunta Krilin.
- ¡No, no estoy bien, ese idiota se robó mi mochila! ¡¿Cómo entregaré mis asignaciones si se las ha quedado?! - Exclama ella dejando salir un par de lágrimas - Maldición, qué rabia - Se queja.
Mira con un gesto de ira a Krilin.
- ¿Q...Qué pasa? - Pregunta el hombre.
- ¡Tú lo has visto pasar a tu lado y no hiciste nada, ahora ni siquiera me ayudas a ponerme de pie! - Exclama la mujer con un visible enojo.
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Krilin retrocede un paso, la desconocida se pone de pie y le da un par de toques en la frente con un dedo, incomodándolo.
- ¡¿No eres un hombre?! ¡Eres un idiota! - Se queja.
- Lo...Lo siento, tengo las manos llenas y no reaccioné a tiempo - Dice él, avergonzado por no haber intervenido.
Ella emite un soplido.
- Maldición, no sé qué puedo hacer, supongo que llamaré a... ¡Mi teléfono estaba en la mochila! - Exclama la mujer.
Krilin la mira fijamente por un segundo, es una mujer de cabello celeste largo y una figura con marcadas curvas, viste un top rojo oscuro con pantalones azules.
- ¿Necesitas que te dé unas monedas? Seguramente hay un teléfono público por aquí - Ofrece el hombre.
- ¡Aaaargh! ¡Vete al demonio, calvito! - Exclama ella retirándose con ira.
- Jo, qué malhumorada - Dice Krilin retirándose con las compras.
Vuela a toda velocidad y en veinte minutos llega a la isla de Roshi.
Aterriza y mira hacia los lados, buscando al maestro.
Se sorprende cuando un rayo de energía azulada se dirige hacia él.
- ¡Cuidado! - Exclama la voz de un joven.
Krilin inhala profundamente y luego sopla, desviando el ataque hacia el cielo.
Aterriza y mira a un joven pelirrojo alto y algo musculoso.
- ¡Lo siento, señor, estaba entrenando! - Exclama el chico.
