T3.5. Capítulo 32

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En un planeta estéticamente similar a la Tierra pero con vegetación más azulada, puede verse una gran población humanoide de seres con piel lila y cabellos cuyos colores son naranja cálido, naranja oscuro, ámbar y marrón.

Existen decenas de ciudades que parecen una mezcla entre un estilo arquitectónico antiguo y tosco con un estilo más moderno y tecnológicamente avanzado debido a la ocupación del imperio de Freezer.

Las ropas de los locales dejan ver algo similar.

Entre ellos, un ser de piel rosada clara y cabello naranja camina con algo de nerviosismo.

A pesar de su complexión musculosa y su color de cabello, su tono distinto de piel desentona visiblemente, además de que su carencia de cejas es notoria.

Ese ser es Rigu, caminando en el planeta Hera, hogar de los herajin.

A pesar de desentonar, no parece tener ningún problema, los locales lo miran sin darle mucha importancia.

Por recomendación de Nights, utiliza un atuendo con apariencia civil en lugar de una armadura del ejército de Cooler o su armadura robótica.

Viste una camisa marrón con mangas cortas, un cinturón negro con una hebilla redondeada y unos pantalones del mismo color que su camisa, además de unas botas negras.

Lleva una mochila azul oscura de una sola correa.

Tiene la "Z" metálica que contiene su armadura en un bolsillo.

Sin embargo, tiene un auricular con el que se comunica con Nights.

- Señor Rigu ¿Qué puede ver de la sociedad herajin? - Pregunta su compañera.

- Todos visten ropas similares, no veo mucha diferencia en la indumentaria de hombres y mujeres. Los niños pequeños son notoriamente delgados y enanos - Dice Rigu.

- Eh... señor Rigu, así son los niños pequeños - Dice Nights.

- ¿En serio? Los orana llegamos a nuestra altura adulta al llegar a los diez años. - Menciona el hombre - Pero eso no importa. Hay carretas tiradas por animales que puedo identificar como caballos, no puedo ver vehículos motorizados por ningún lugar a pesar de lo amplias que son estas calles - Agrega.

Un niño pequeño se le queda viendo, está agarrado de la mano derecha de una mujer adulta.

- Mamá, ese señor está hablando solo - Menciona mientras señala a Rigu.

- No lo señales, los alienígenas son extraños - Dice la mujer tirando del pequeño y siguiendo su camino.

Rigu se queda unos segundos en silencio.

- También parece ser que no les gustan los alienígenas, pero no se ven muy intimidados por mi presencia - Agrega.

Sigue caminando.

- Dé un giro a la derecha, señor, debería encontrar un bar con un cartel rojo. - Dice Nights mediante el comunicador - Su contacto es un joven con un turbante morado - Agrega.

- Entendido, el comunicador quedará encendido para que puedas escuchar la conversación, pero lo guardaré en mi ropa - Dice Rigu guardándose el comunicador entre los pliegues de su camisa.

Después de caminar unos minutos, Rigu llega a la zona establecida.

Es un bar con un enorme cartel rojo en su entrada, la estructura entera está hecha de madera oscura.

Ingresa al mismo con el ceño fruncido.

En el interior, hay casi veinte herajin, todos se ven como peleadores aguerridos y rudos.

Dragon Ball: Caminos Cruzados. Segunda EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora