Guardaespaldas

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Llevaban entrenando desde primera hora de la mañana, debían estar perfectamente entrenados y preparados para cualquier cosa, no valía únicamente con saber disparar, hacía falta resistencia y fuerza. Requería aceptar que, en caso de renuncia, sus vidas terminarían en ese mismo momento. Había más de treinta personas en aquel lugar, y aunque la mayoría de ellos no tenían jefe asignado, los más destacados se les había dado la oportunidad de ser exclusivamente los guardaespaldas de los tres hijos del jefe, los cuales se encargarían de acompañarlos, de vigilarlos y de servirles concretamente a ellos.

Y aunque muchos de ellos los veían como "privilegiados", no entendían la gravedad y el peso que conllevaba encargarse de los tres hijos del jefe, era tener que estar casi las 24 horas del día pendiente del teléfono, pendiente de que nadie necesitara nada de manera urgente, era descansar pocas horas a consecuencia de guardias nocturnas, era someterse a un estrés que solo los mejores podían soportar, y por eso ellos habían sido escogidos para tal trabajo.

Estaban en contacto continuo con el jefe de guardaespaldas, al cual muchos temían por su posición y su aspecto duro, era un respeto diferente al que podrían tener hacia cualquier superior que hubieran tenido en sus vidas. Siempre acudían, incluso antes de su llamada, por miedo a ser castigados, por miedo a faltar al respeto, por miedo a que pudieran ser despedidos y lo que ello significaba. Dentro del mismo cuerpo de guardaespaldas había diferentes rangos en los cuales, justo por debajo de P'Chan se encontraban Pete y Big, aunque por el momento había sido reemplazado por uno de los nuevos, Porsche; debajo se encontraban todo el resto de guardaespaldas que habían sido contratados por la familia, aunque algunos podían parecer tener funciones muy distintas que otros, como era el caso de los que se encargaban de cuidar del hermano mayor, Tanakhun, los cuales parecían tener que hacer de niñeras más que de guardaespaldas, aunque llegado Porsche al grupo, intentó cambiar levemente el rumbo de sus "amigos".

Entre los tres guardaespaldas de los dos hermanos mayores, Kinn y Tanakhun, parecía haber una relación ciertamente más cercana que entre el resto, a pesar de la tensión entre los dos guardaespaldas del hermano mediano, el resto tenía una relación cordial entre ellos, incluso habían empezado a seguir las indicaciones de Porsche, cuando este fue intercambiado por Pete después de golpear a Macao y el hermano mayor no pudo evitar querer un cambio rápidamente para poder "jugar" con Porsche. Salían de fiesta a escondidas de su jefe y, claramente, de Big y Ken, se llevaban a Tanakhun con ellos y, a veces, a Kinn y sus amigos, ahí Porsche se encargaba de que la gente con la que trabajaba actualmente supiera lo que era divertirse y dejaran de ver series románticas con el hermano mayor. A veces las cosas se complicaban y terminaban teniendo que llevar al mayor a cargas a consecuencia de su poco control con el alcohol, aunque tampoco se mostraban asustados ante esa idea, parecían más que acostumbrados a cargar del mayor.

Esa libertad cambió cuando fue descubierta la traición por parte de dos de ellos, con la muerte de Ken y Big, los guardaespaldas cambiaron un poco su forma de actuar e iban con pies de plomo a todos lados, temían que pudiera suceder alguna cosa que los pusiera en peligro, a ellos y a sus jefes. Todo empeoró cuando desapareció Pete después de estar en una vigilancia en la familia menor, temían que podría haberle pasado alguna cosa, incluso temían por su vida, ahí se demostró la importancia de vigilar y hacer el trabajo correctamente, aunque cuando este volvió nunca aceptó públicamente donde había estado y que había sucedido con él durante todo el tiempo. Sus amigos demostraron que eran más que compañeros de trabajo, volvieron a unirse para vigilar también su puerta y su salud, ya que al inicio estaba más débil de lo normal, se turnaban para ayudarle y acompañarlo hasta que estuvo recuperado al cien por cien.

El grupo restante de los guardaespaldas encargados de velar por los hijos del jefe había quedado reducido a cuatro, y aunque tenían el soporte del resto de compañeros, la confianza a la hora de trabajar era muy distinta, el ambiente era muy frío y no se trabajaba de forma cómoda, entre ellos, a pesar de ser un grupo reducido, lo hacía todo más fácil, parecían tener una especie de vínculo que los hacía trabajar mejor conjuntamente, incluso solían acompañar todos a Kinn en ciertas misiones, Chan les había dado ese voto de confianza desde un inicio, y sabía que ellos cuatro nunca fallarían a la familia, por lo que no había necesidad de incorporar a nadie en el grupo, habían demostrado que ellos solos podían hacerlo perfectamente y mejor que el resto.

El mayor de los guardaespaldas los miraba de una forma especial, prácticamente los había visto crecer y sabía a la perfección como se preocupaban por cuidar de los tres hermanos, sabía que verdaderamente podrían morir por defenderlos, eran personas de las que podía uno confiar y eso mismo fue lo que le dijo a Khun Korn antes de que nombrara guardaespaldas de Kinn y Tanakhun a esos, actualmente, cuatro. Aunque con Porsche fuera distinto, incluso él demostró, a su manera, ser capaz de proteger a las personas a las que ama. Esperaba impaciente después de cada misión en la que había habido complicaciones para asegurarse de que todos volvían sanos y salvos a casa, y a pesar de llevar muchos años en esto, también sentía el dolor de estos cuando sucedió toda la traición de sus compañeros.

Pero ahora los que se reunían delante del féretro, con trajes completamente negros, llevando la insignia de la primera familia, incluso Pete, el cual la había dejado para seguir su corazón. Los tres hijos de Korn también se encontraban en el lugar, sus rostros mostraban dolor y tristeza, incluso su padre parecía estar completamente roto por dentro. Después de aquella noche, muchos de los suyos habían caído, muchos habían muerto haciendo lo único que debían hacer desde el momento en el que entraban a formar parte de los guardaespaldas de la primera familia, todos sabían que podían morir desde el momento cero en el cual firmaban el contrato, pero la gran mayoría eran personas insignificantes para los chicos que se encontraban mostrando sus respetos frente al féretro.

Y es que la persona que se encontraba dentro no era un guardaespaldas cualquiera, era la cabeza de los guardaespaldas, era aquel hombre que enseñó a todos y cada uno de ellos hasta convertirse en quienes eran actualmente, era la misma persona que los entrenó para ser mejores que cualquiera, la persona que los ayudó, a su manera, cuando tenían problemas entrenando y es que a pesar de ese aspecto frío que llevaba, tenían un gran aprecio hacia esos cuatro chicos y ellos hacia él. Recordaban la llamada a Kinn, avisando de su entrada en casa de la segunda familia, gracias a ese aviso pudieron prepararse para el ataque, una vez más demostró el aprecio que tenía, no solo hacia los hijos y su jefe, sino hacia sus compañeros y, en secreto, amigos.

Todos cerraron los ojos al iniciar la ceremonia, todos recordando momentos y detalles del mayor, murió defendiéndoles una vez más, murió haciendo lo que mejor se la daba, cuidar de los suyos.

-Time<3

KinnPorsche cortos (2a parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora