Kim-Che
Kim había salido a primera hora de la mañana, como estaba haciendo en los últimos días desde que empezaron a trabajar en casa de la segunda familia. Che se levantó temprano y bajó a desayunar, para su sorpresa no había absolutamente nadie allí, incluso había un silencio poco común en el lugar, no veía a ninguno de los guardaespaldas pasear o hacer guardia, ni siquiera veía a los trabajadores cerca. Cogió algo sencillo, tampoco tenía mucha hambre en ese momento, y subió de nuevo a la habitación, aunque se detuvo frente a la puerta que conducía al estudio de "Wik" y sin saber por qué, cambió su rumbo de inicio y terminó entrando en el estudio.
Ambas guitarras estaban puestas una al lado de la otra, dejó el café en la mesa que había cerca de la entrada y se sentó en la silla donde solía ver a Kim practicar. Agarró con cuidado su guitarra, la misma que le había regalado el chico cuando empezaron a conocerse, la colocó correctamente entre sus manos y tocó un pequeño acorde que le recordó a una de las primeras notas que Kim le enseñó. Sin darse cuenta se sumergió por completo en la melodía que había empezado a tocar, aislándose por completo del mundo en el que se encontraba.
Kim volvió antes de lo previsto, había salido a comprar un par de cosas que necesitaba para el día de hoy y se sorprendió al escuchar la música salir de su estudio, por lo que abrió la puerta con delicadeza, tampoco quería asustar a la persona que estuviera dentro, si hacía falta, cuando la descubriera ya le gritaría de buenas formas, pero todo en su mente se detuvo cuando vio la silueta de la persona que había sentada en su silla, tocando la guitarra que faltaba al lado de la suya.
Pasó un rato apoyado en la puerta, después de cerrarla con la misma delicadeza que al abrirla, era la primera vez que lo escuchaba tocar desde que discutieron, y no sabía si lo había vuelto a hacer desde entonces. Cogió su guitarra con cuidado y delicadeza, empezando a tocar los acordes que quedaban mejor a la canción que tocaba el menor, este ni se percató en un inicio, y no vio a Kim hasta que el mayor se sentó a su lado con una sonrisa, acompañando su canción, congeniando las dos melodías a la perfección.
Ambos sonreían ampliamente, se miraban a los ojos mientras seguían tocando sus guitarras, y cuando terminaron la melodía que habían estado haciendo, Kim se acercó a la pequeña bolsa que había traído con él al volver de comprar y le tendió al chico una caja cuadrada envuelta en papel de regalo de color negro. Che lo miró confuso, y no fue hasta que quitó el papel de envolver, al ver la caja de bombones que se percató del día que era. "Feliz San Valentín, Che", Kim pudo ver cierto terror en los ojos del chico, el menor no había caído en que día era y no tenía nada que darle, pero sin que él lo supiera ya le había regalado el mejor regalo a Kim, le había dado la oportunidad de tocar, de nuevo, a su lado.
Time - Tem
En el calendario marcaba a la perfección el día que era, 14 de febrero, San Valentín, Tem miraba fijamente la pantalla de su teléfono móvil, era la primera vez en mucho tiempo que se planteaba si valía la pena celebrar ese día que, hasta el momento, no había sentido la necesidad de celebrar, siempre terminaba con Jom y Porsche en el bar de Yok, bebiendo al lado de sus amigos. Esta vez era distinto, un pequeño rincón de su corazón le pedía hacer alguna cosa especial, este año tenía alguien a su lado en esa fecha y sentía que quería celebrarlo como todos a su alrededor habían estado haciendo desde que tenían a ese alguien.
Se vistió rápidamente con ropa cómoda, Time estaba trabajando con su padre esa mañana y se había ido temprano y no iba a volver hasta la noche, por lo que tenía tiempo para poder organizar alguna cosa. Fue al mercado a comprar algo para cenar, escogió los platos favoritos del mayor y volvió a casa para poder empezar a cocinar, incluso podía ordenar la casa y preparar la mesa de forma romántica para cuando llegara, o lo que fuese que se hacía en un día como San Valentín.