Todo el mundo tiene una asignatura pendiente en la vida, aunque esta sea de manera inconsciente, siempre estará allí hasta que logres superarla. En su caso era aquella mentira, aquella traición que nunca explicó correctamente, una por la que nunca se disculpó de forma literal. Habían hablado las cosas antes, y parecía que no había ningún problema por ello, todo estaba bien y, como ya era conocido, su relación era más que especial para ellos y en los ojos del resto de personas que les rodeaban, algunos lo entendían más que otros, pero eso a ellos ya no les importaba.
Esa tarde, Vegas decidió que debía aclarar ciertas cosas con su mejor amigo, el cual seguramente le golpearía cuando le sacara el tema de conversación, pero le haría callar y escucharlo por una vez en lo que envolvía ese tema, necesitaba disculparse a él mismo por lo que hizo y justificar sus malas acciones en aquel momento, y aunque sabía la opinión de Porsche, él seguía sintiendo que debía hacer públicas sus disculpas y no solo maquillarlas con palabras vacías para él.
Habían quedado después de cenar, prácticamente a la misma hora de siempre, solo que esta vez no era una urgencia o una situación donde necesitaran salir de casa sin decírselo a nadie, ambos habían avisado a sus respectivas parejas de su ausencia durante un rato. El lugar de reunión había sido la casa de Porsche, querían un lugar tranquilo, lejos de los bares y de sus casas, pero no querían gastar dinero en una sala privada, en un bar, Vegas pidió intimidad, pero en un lugar donde pudieran estar cómodos, donde ambos pudieran abrirse tranquilamente. Ambos llegaron por separado, esta vez Porsche había decidido caminar hasta el lugar, ya que quería ir tranquilo y tomar un poco el aire, mientras que Vegas fue acompañado por su hermano hasta el lugar, puesto que este había quedado con Tay esa noche.
Se saludaron como de costumbre, la sonrisa en sus rostros se dibujó tan rápido como se vieron y Porsche abrió la puerta para que pudieran entrar, encendiendo las luces y abriendo levemente las ventanas para que el ambiente fuera más fresco y cómodo. Sacó un par de cervezas de la nevera y las abrió, llevándolas hacia la mesita que había frente al sofá para que pudieran tomar algo mientras hablaban tranquilamente. Vegas se sentó mientras este iba y venía de la cocina, cerró los ojos intentando organizar su mente de la mejor manera posible para evitar bloquearse y quedarse en blanco delante de Porsche cuando empezara a hablar. Esquematizar su cabeza, organizando por donde empezaría y como relataría los sucesos, teniendo en cuenta las posibles respuestas de Porsche y como este las callaría para poder seguir hablando sin escucharlo.
Cuando ambos estuvieron sentados, el más alto miró a Vegas, expectante de que era lo que debía contarle, aunque por la postura de este ya podía imaginarse que quería decir/hacer, pero iba a respetar su necesidad de hablar sobre el tema, iba a dejar que se expresara cómodamente antes de hablar él, no quería provocarle más agobio por tener que evitar sus intentos de cortar la conversación, además, sería una forma de conocer un poco más sobre el porqué de ese odio entre primos que no terminaba de conocer a la perfección.
"Mi padre siempre me comparó con Kinn, desde muy pequeño, parecía que yo nunca podría ser tan bueno como él, nunca podría tener a mi padre orgulloso de mí porqué no era Kinn, porque era inferior." Hizo una pausa antes de seguir hablando, su padre había muerto hacía unos años, pero seguía doliendo hablar de él y más teniendo en cuenta que nunca le vio orgulloso de él, sabiendo que había defraudado a su padre y no acabó con Kinn cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. "Por ese mismo motivo, cuando empecé a crecer, sentía la necesidad de tener todo lo que Kinn tenía, de robarle lo que era suyo para demostrarle que yo no era menos que él, que tenía las mismas posibilidades que él." Vegas no levantó su rostro del suelo en todo el rato que estuvo explicando esa parte de sus disculpas, Porsche solo lo escuchaba sin decir nada, dejando que éste se expresara de la mejor manera posible.
"Primero fue Tawan y, supongo que cuando vi que Kinn rehacía la vida contigo después de todo, sentí la necesidad de volver a hacerle daño jugando contigo. Y, aunque a Tawan si quería hacerle daño, contigo fue distinto, tal vez drogarte no fue la mejor manera, pero sentía que cada vez confiabas más y más ciegamente en Kinn y fue la única forma en la que pude pensar en poco tiempo." Porsche bajó la mirada al recordar aquel día, se sentía cabreado cuando pensaba en ello, nunca pensó que alguien podría llegar a hacer una cosa así, pero hasta cierto punto podía entender por qué él lo hizo, o quería intentar hacerlo, era su amigo. "No hice bien, y aunque sea difícil de creer, me culpé muchas veces por lo que hice, y más al enterarme de que no querías venganza por los hechos. Cuando Tawan capturó a tu hermano, nunca quise que las cosas fueran llevadas a tal nivel, y quizás lo obligué a ir tan lejos por culpa de venderle una historia que nunca iba a suceder de verdad, hasta que no conocí a Pete, nunca había sabido lo que quería decir amar".
"Me cabreé terriblemente porque sabía que me acababa de meter en un problema del que me iba a costar mucho salir, me había puesto a toda la primera familia en mi contra y, a consecuencia, mi padre me odiaba todavía más por no pensar antes de actuar. Pero cuando llegó el momento, cuando vi que a pesar de todo seguían confiando en mí, seguías apoyándote en mí para ayudarte, a pesar del puñetazo que me diste por lo de Pete... me di cuenta de que había sido un completo capullo y, a pesar de hablar a nuestra manera de las cosas, necesitaba pedirte una disculpa como es debido, pidiendo perdón de verdad, no usando unas simples palabras bonitas, sino diciendo y expresando lo que pasó en realidad y disculpándome al terminar. Por eso mismo, te pido perdón por todos los errores que cometí como tu amigo".
Porsche sonrió y golpeó el hombro de su amigo cuando este terminó de hablar, no sabía que contestar exactamente, negó con la cabeza y lo abrazó con fuerza, con esos abrazos que solamente ellos sabían darse, esos abrazos llenos de sentimiento y cariño hacia el otro. "Fuiste un completo capullo en todas esas ocasiones, pero la gente es capaz de perdonar y entender los respectivos motivos de las acciones". Vegas negó con la cabeza y correspondió al abrazo de su amigo, ya sabía que el más alto no lo odiaba, y sabía que lo había perdonado hacía mucho tiempo, pero como respiró con tranquilidad al soltar toda esa información lo hizo perdonarse a él mismo por todos los errores que había cometido con Porsche.
Brindaron sus botellas de cerveza y sonrieron de vuelta, bebiendo de estas y echándose a reír por la situación, cualquiera que los viera desde fuera sentiría pena por ellos, dos jóvenes adultos bebiendo cerveza solos en casa, con las luces bajas y sin tener la televisión puesta, parecía una sesión de un grupo de ayuda más que una reunión de amigos, pero lo importante era que ambos se sentían cómodos después de todo. Se dejaron caer en el sofá de espaldas, apoyando la espalda en este y mirándose entre risas, risas que solo ellos dos entendían.
-Time<3