Recuerdos de Tay

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Alzaron la copa a la vez y sus brazos se entrelazaron varias veces, las necesarias para que pudieran beber de su vaso sin separarse. Ambos empezaron a reír levemente mientras que sus cabezas se juntaron para apoyarse en el otro, la mesa en la que se encontraban cenando daba a la ciudad, era una terraza en lo alto de un hotel, el restaurante favorito de Tay y donde solían ir a cenar cuando celebraban alguna cosa o, simplemente, porque les apetecía ir a un lugar íntimo y alejado de la sociedad y del ruido. Aquel día era una de esas ocasiones en las que Time decidió llevar a su pareja a un pequeño capricho para estar los dos solos en uno de sus lugares favoritos.

Time no podía quitarle los ojos de encima a Tay, observaba como el viento movía levemente su pelo, como en sus ojos se dibujaba a la perfección el reflejo de la luna, sus labios se curvaron en una sonrisa y pasó su brazo por los hombros del chico que tenía toda su atención desde el día en que se conocieron. Dentro de poco harían tres años y el más alto ya había empezado a pensar en lo que podría regalarle a Tay, alguna cosa que fuera única y especial, justo como él. Una voz lo sacó de sus pensamientos y se giró para poder ver al rubio señalando su copa de champagne, "brindemos, por nosotros", esa voz que tantas veces aparecía en sus sueños, que tanto amaba escuchar por las mañanas cuando se despertaban, qué tan loco lo volvía en sus revolcones en la cama.

El más alto lo miró con una sonrisa y brindó con Tay, dejando un beso en su frente y abrazándolo con fuerza entre sus brazos, acariciando su pelo con delicadeza mientras escuchaba la leve risa del chico y sentía como sus manos se aferraban a su chaqueta, evitando que se separara, como si Tay tuviera miedo de perder el calor que él le daba. Time se separó con cuidado y le tendió un pequeño sobre al rubio, dentro había la tarjeta para una de las habitaciones suite del hotel en el que estaban cenando, el más alto recordaba que Tay se lo había dicho en más de una ocasión cenando en el lugar, que quería poder pasar una noche en una de las lujosas habitaciones del hotel, pero nunca habían tenido la oportunidad de hacerlo hasta ese día.

Los ojos del más bajo brillaban con fuerza al percatarse de que era lo que contenía el pequeño sobre plateado que su pareja le terminaba de dar, saltó a sus brazos, juntando sus labios en un beso. No terminaba de creerse que finalmente iba a poder disfrutar de una noche en un lugar como ese, con el que tantas veces había soñado y deseado y, además, iba a poder probarlo con su novio. Terminaron la botella de champagne que habían ordenado y, posteriormente, Time pidió otra para la suite en la que estaban descansando, la fiesta no iba a terminar en la terraza del restaurante, esa tan solo había empezado. Time cogió la mano de Tay y lo guió hacia la habitación que les pertocaba, justo debajo de la terraza del restaurante pero al lado contrario para que el ruido no les molestara, pero antes de entrar el más alto sacó una venda negra de su bolsillo trasero y se la tendió al rubio, pidiéndole que vendara sus ojos antes de entrar. La habitación había estado decorada y personalizada para ellos, Time se había encargado de preparar bien el lugar para cuando llevara a Tay con él por la noche, quería que todo fuera perfecto, como el más bajo siempre había soñado.

La cama estaba adornada con pétalos de flores, y en las esquinas de la habitación había pequeñas velas encapsuladas en cristal que daban un toque de luz e intimidad al lugar. Guió al rubio hacia el lugar y lo sentó en la cama, la puerta sonó y acudió a abrir para poder recoger un pequeño cuenco con fresas y la botella de champagne que ordenaron al irse, lo dejó todo encima de la mesita que había enfrente de la cama y desató el nudo en la venda de sus ojos, observando como la sonrisa se formaba en los labios de Tay al ver los detalles que rodeaban la habitación que Time había reservado. Otro beso fugaz apareció en el lugar, pero esta vez rodeó el cuello del más alto con los brazos, provocando que Time apoyara sus brazos en el colchón, justo rodeando la cadera de Tay para no caer.

En un abrir y cerrar de ojos ambos estaban tumbados en la cama, las piernas de Tay, una a cada lado de la cintura de Time, se apretaban con la fuerza suficiente como para que la ropa empezara a ser un estorbo. Las manos del rubio se aferraban con fuerza al cuello del más alto, mientras que las suyas agarraban e intentaban deshacerse de la camisa de Tay sin conseguirlo, ambos sentían como el calor empezaba a subir y sentirse, provocando que sus mejillas se sonrojaran.

Sus respiraciones se agitaban, Time logró reunir la coordinación suficiente para poder deshacerse de la camisa de Tay, empezando a jugar con el cinturón que aún mantenía los pantalones del rubio bien ajustados a su cintura, esa misma que necesitaba marcar como suya con tantas ansias de nuevo. Tay seguía acariciando el cuello del más alto con su mano libre, ya que la otra estaba desabrochando rápidamente los botones de la camisa blanca de Time, casi arrancándola por completo del torso del chico, mientras lo acercaba más a él, buscando su calor en su cuerpo. El castaño separó sus labios de los del rubio, arrancándole un leve suspiro que sonó como música en sus oídos, una leve sonrisa se dibujó en sus labios, adoraba ver al chico bajo sus brazos con el pelo despeinado y, ciertamente, igual de necesitado que él.

Sus labios se dirigieron al cuello de Tay, arrancando de su cuello más de esos sonidos que tanto había deseado escuchar en los últimos minutos, sus manos acariciaban cada centímetro del torso desnudo del chico que ahora se movía entre sus besos. "Por favor", esas palabras salieron de sus labios en forma súplica, provocando así que el más alto aplastara sus caderas arrancando un gemido de los labios de Tay.

Las manos de Time bajaron hasta el cinturón del otro, tirando de él con fuerza hasta conseguir liberar la cintura del más pequeño. Acto seguido agarró las manos de Tay y las ató con el cinturón que le acababa de sacar, dejándolas así inmovilizadas por encima de su cabeza. Teniendo así a Tay totalmente expuesto e indefenso ante su ataque. El rubio sonrió ante las acciones de su pareja, sabiendo a la perfección que era lo que iba a suceder a continuación, y a pesar del leve dolor que sentía en su agarre, no pudo evitar jadear ante la idea.

Time sonrió de vuelta y en un ágil movimiento se deshizo de los pantalones de americana negros de Tay, dejándolos en el suelo y centrando su vista en la ropa interior que llevaba puesta, buscando rápidamente los ojos de Tay, los cuales lo miraban con desafío. Las caricias de Time por las piernas del rubio se desviaron cuando la cadera de este se elevó levemente, sus manos le agarraron con fuerza el culo y le mordió el cuello en el proceso. Las manos de Tay agarraron con fuerza el cabezal de la cama, curvo todo su cuerpo hacia el de su amante y gimió con fuerza, Time sonrió sobre su piel al conseguir la reacción del otro que estaba buscando con sus acciones.

Subió sus manos hasta llegar a la goma del suspensor que llevaba el más bajo. Tay lo miró con esperanzas de que se deshiciera del último pedazo de tela que quedaba en su cuerpo, pero eso no sucedió, Time usó su fuerza para girar al chico en un rápido movimiento, colocándolo sobre sus rodillas y apoyando su mano sobre su espalda para inmovilizarlo en la postura que él quería. Lo siguiente que Tay logró escuchar fue el ruido de los pantalones del más alto cayendo al suelo...

-Moon & Time<3

KinnPorsche cortos (2a parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora