Hacía poco tiempo que todo había sido resuelto, y de forma casi inmediata, Venecia se había convertido en parte de la familia de manera oficial, incluso Vegas y Macao lo trataban como un hermano y por ese motivo, Kinn había contado con él para asistir a una pequeña competición de motos entre ellos a petición de Porsche, incluso Venecia se ofreció a llevarlos a su circuito para poder estar en privado los ocho. Macao llevaba a Tay con él, igual que Vegas llevó a Pete, Kinn a Porsche y Venecia aprovechó para que su pareja pudiera relacionarse con su nueva familia, hasta cierto punto le hacía incluso ilusión.
Llegaron todos juntos, habían quedado en casa de la segunda familia, ya que era siempre un punto intermedio y al cual todos sabían llegar perfectamente y empezaron su camino hacia el circuito donde les había dicho Venecia el cual quedaba a las afueras de la ciudad. Al llegar, los ojos de Porsche y Macao se iluminaron y no pudieron evitar salir corriendo de los coches hacia el lugar, sacando una sonrisa de los labios de sus parejas, Pete sabía a la perfección que si Vegas no estuviera conduciendo el coche hubiera hecho exactamente lo mismo que los otros dos.
Venecia fue sacando las motos que usarían en la pista, mientras los dos que conducían los coches deportivos fueron a aparcar, donde Rain les indicó y los guio hacia donde estaban los tres chicos que habían dejado en la entrada de la pista. Vegas corrió hacia su hermano y los cuatro empezaron a hablar sobre las motos que iban a utilizar, Tay se apoyó en la pared más cercana, colocándose las gafas de sol y sonriendo levemente ante la escena, Pete lo acompañó, sentándose junto a Rain en una de las sillas, mientras que Kinn se apoyó junto a su mejor amigo, sacando un par de fotos con su móvil.
Venecia, Vegas, Porsche y Macao fueron al pequeño vestuario que había dentro de las instalaciones de la pista, el menor de los cuatro les dejó unos monos y no tardaron mucho tiempo en volver a salir perfectamente preparados para correr con las motos, con grandes sonrisas en sus rostros. Rain les había dado a las parejas respectivas cascos a juego con las motos y los monos y cada uno se acercó a su chico para poder ayudarlos a ponérselo. Las sonrisas adornaban los rostros de las ocho personas que se encontraban en la pista y fue Rain el que indicó el inicio de la competición amistosa, todos animaban levemente a sus parejas, hacían fotografías y vídeos mientras reían.
El primero en terminar las vueltas marcadas fue Venecia, seguido de Macao y por último, Porsche y Vegas que entraron a la vez chocando sus manos, debían dejar a los pequeños ganar, no les iban a sacar las ilusiones, no queda muy bien por su parte siendo los mayores. Rain corrió a los brazos de Venecia, y lo ayudó a quitarse el casco antes de besarse, Tay se acercó con cuidado a Macao viendo como este se quitaba el casco entre risas, el menor, al verlo, levantó los brazos para poder abrazarlo y el rubio correspondió a su abrazo. Kinn y Pete no podían dejar de reír ante los rostros de sus parejas, habían entendido a la perfección sus intenciones con sus acciones, y aún les derretía más el corazón, si eso aún era posible.
"¿Cómo puede ser que te perdiera el rastro tan fácilmente? De Vegas y Macao me lo esperaba, pero tu no pareces ser como ellos con las motos", Porsche se arregló el pelo con delicadeza mientras hablaba, dirigiendo su mirada hacia el rostro de Vegas, el cual había empezado a reírse levemente. "Recuerda una cosa, es mi hermano, lo lleva en la sangre, Porsche". Vegas se acercó a Venecia, pasando su brazo por encima de sus hombros y sacando unas risas por parte de la segunda familia. "¿Revancha?" Todos volvieron a colocar sus cascos y subieron a sus motos, esta vez no iban a dejar que los pequeños salieran victoriosos.
El sol empezaba a caer con fuerza encima de las cabezas de los chicos que no estaban compitiendo, por lo que decidieron ir dentro del recinto, había un pequeño bar dentro del lugar por lo que pensaron que sería una buena idea cocinar alguna cosa para comer, quizás si el sol bajaba un poco su intensidad podían comer incluso fuera. El circuito tenía muy buenas instalaciones, había hasta duchas para los corredores en los vestuarios por lo que cuando terminaron la segunda competición los cuatro chicos corrieron hacia allí para poder darse una ducha de agua fría y poder deshacerse del calor que los envolvía por culpa del sol y los trajes que llevaban puestos.