Tanakhun había decidido hacer una de sus fiestas multitudinarias en la piscina nuevamente, la última vez no podían negar haber pasado un buen momento entre todos jugando juntos en la piscina exterior de la casa de la primera familia. Esta vez iban a pasar el fin de semana juntos, Kinn y Vegas habían cerrado las agendas para que nadie pudiera pedirles alguna reunión o trato en esos dos días, de igual forma que hicieron sus respectivas parejas, la fiesta sería el domingo, por lo que tenían el sábado para descansar por primera vez en mucho tiempo, incluso Pol y Arm pidieron a su jefe que les dejara un día sin juegos o algo parecido y este, muy a regañadientes había aceptado darles un día de relajación, así las parejas que había en el grupo podían estar en sus habitaciones juntos tranquilamente.
El domingo por la mañana Tanakhun no esperó ni a que fueran las diez de la mañana para ponerse a chillar por el micrófono que debían empezar a salir de sus habitaciones para ir hacia la piscina exterior, donde desayunarían todos juntos para poder empezar rápidamente la mañana de juegos. La gran mayoría quiso golpear al mayor con sus almohadones, pero no podían quejarse a consecuencia del día de descanso que les había dado por lo que paulatinamente empezaron a salir de sus habitaciones, ya con los bañadores puestos y con las toallas en el hombro para ir hacia el lugar de quedada y ya dejar las cosas en sus tumbonas. Tay miraba las marcas de besos y mordidas que había por todo su cuerpo, incluido el cuello, y negó con la cabeza cuando notó el abrazo por la cintura de Macao, el cual besó su cuello repetidas veces cuando el mayor se dejó llevar y echó su cabeza hacia atrás. "No puedo salir así, preguntarán demasiado", Macao sonrió levemente y negó con la cabeza, sabía que lo que decía el rubio era verdad y que era algo arriesgado salir con todas esas marcas, pero el menor señaló todas las que había en su pecho, abdomen y cuello, haciendo reír a Tay, el cual lo besó rápidamente.
Macao se colocó la toalla en el hombro, a él no le importaba que le vieran las marcas, es más, sentía la necesidad de enseñar los arañazos que recorrían toda su espalda, necesitaba que vieran las marcas en su cuello, las mismas con las que Tay lo había reclamado como suyo en la noche anterior. El rubio prefirió ser más discreto y se colocó una camisa larga encima para esconder la mayor parte de las marcas, no por vergüenza, pero su expareja estaba presente y nadie sabía, aparte de Vegas y Pete, sobre su nueva relación con el menor y quería que siguiera siendo así de momento, al menos hasta que se sintiera preparado para hacerlo público delante de sus amigos.
Llegaron juntos arriba, y Time no pudo evitar repasar a Tay de arriba a abajo varias veces, ignorando el hecho de que entrara con Macao y siendo los últimos en unirse a la fiesta del hermano mayor. Aún y así decidió acercarse a saludar, dando dos besos a Tay, e ignorando a Macao a pesar de estar a su lado. El más alto se percató de una leve marca en el cuello de su antigua pareja y todos sus músculos se tensaron, viendo todas las marcas que rodeaban al menor de los tres. Time se cambió de lado, colocándose delante de Macao y empujándolo por los hombro, "¿cómo te atreves a tocar lo que no es tuyo, capullo?", Macao simplemente se rio de manera burlona, no esperaba que Time se atreviera a decirles nada y no estaba dispuesto a discutir con nadie y menos delante de tanta gente. "Nunca fue realmente tuyo" Macao ni se molestó en mirarlo a la cara al contestar y se dirigió a saludar a su hermano, pero Time agarró al menor por el hombro, girándolo y golpeándolo en el labio, provocando que de la comisura de sus labios saliera un pequeño hilo de sangre.
Tay corrió a ponerse en medio, pero la mano de Time lo empujó, haciéndolo caer en una de las hamacas, "Esto no va contigo, cariño". Macao sintió como su sangre empezó a arder y se levantó de vuelta, golpeando la mejilla del mayor, "No vuelvas a hablarle así a P, ¿te ha quedado claro?". Pete se levantó lo más rápido que pudo de la hamaca en la que se encontraba y se puso en medio, acción que imitó Kinn cuando vio que las cosas empezaban a complicarse. Un empujón provocó que Pete se tambaleara en su sitió y Vegas se levantó en una décima de segundo, golpeando a Time "Ni se te ocurra poner un solo dedo más en mi familia si no quieres terminar bajo tierra", esa frase congeló a todos los presentes y, si no fuera por la voz irritante de Tanakhun pidiendo a la gente que se dispersara, la sangre hubiera llenado el ambiente.
Time y Macao, junto con Tay, volvieron a sus habitaciones para evitar más incomodidades en el lugar y, al anochecer, volvieron rápidamente a sus respectivos apartamentos sin apenas despedirse de nadie. Alguien llamó a la puerta esa noche, y Tay se levantó somnoliento para poder ir a ver quien era la persona que se atrevía a molestarlos a esas horas, Macao lo siguió de cerca pidiendo que volviera a la cama con él, pero su sorpresa fue al abrir y encontrarse con Time frente a ellos. La lluvia caía sobre el más alto y Tay lo miró preocupado, no entendía que hacía en su casa en la madrugada, ni por qué estaba ahí después de todo lo que pasó horas antes. Pero tampoco tuvo tiempo de preguntar cuando este sacó una pistola de su bolsillo trasero y disparó sin parpadear. "Si no eres mío, no puedes ser de nadie", Tay cayó al suelo justo delante de Macao y este corrió a cogerlo en brazos, Time había desaparecido rápidamente de su vista y solo podía gritar y llorar sosteniendo a Tay en sus brazos, temblando.
"Macao despierta por favor", Tay movía al chico que respiraba nerviosamente a su lado, las lágrimas caían por las mejillas de Macao y pequeños y sollozados "no" se escapaban de entre sus labios, Tay sentía como el corazón del menor iba a mil con solo acercar su mano al cuello del castaño para intentar transmitirle más directamente su presencia y hacerlo despertar. Cuando Macao abrió los ojos prácticamente saltó a los brazos del rubio, rompiendo a llorar tan rápido como notó el calor de su abrazo, las caricias en su pelo y esa voz que tanto le gustaba escuchar a todas horas. "Estoy aquí pequeño, estoy aquí", la voz de Tay perdió todo el tono de preocupación para lograr calmar los sollozos de Macao, acariciando su cabello, luego su cuello y por último su espalda, volviendo a repetir el mismo recorrido una y otra vez.
"Voy a protegerte Tay, juro que nadie volverá a ponerte un dedo encima jamás", las palabras de Macao preocuparon al chico, pero no se sentía capaz de preguntar en ese momento, su única preocupación era lograr tranquilizar ese corazón que se encontraba latiendo tan rápido que podría hasta detenerse, solo quería cuidar lo que ahora estaba dañado por su culpa.
-Time<3