Vegas - Pete - Macao

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"Tanakhun quiere que vaya a acompañarlos para hacer unos recados hoy, volveré por la noche", Pete rompió el silencio mientras desayunaban, sabía que Vegas odiaba cuando su primo mayor lo llamaba y le quitaba a su chico para hacer cualquier cosa estúpida de niño, que era lo único que sabía hacer, estaba convencido de que solo le llamaba para intentar que volviera a casa y le dejara solo, como había estado haciendo desde que Pete dejó la primera familia para irse a vivir con Vegas en la casa de la segunda familia. Pero el más bajo no podía oponerse, tenía trabajo que hacer aquel día, tenía varias reuniones y asuntos que atender y su hermano pequeño tampoco estaba en casa, por lo que era el momento para ponerse con los papeles que siempre terminaba retrasando por no encontrar la paz suficiente para hacerlos.

Después de desayunar, Pete fue a ducharse y arreglarse, poniéndose una vez más el viejo uniforme que tanto detestaba Vegas, agarró la americana del armario y se acercó al despacho del más bajo, dejando un pequeño beso en la cabeza de este antes de despedirse. Vegas lo acompañó hasta la puerta, besándolo tiernamente en señal de despedida y al cerrar volvió al despacho para seguir trabajando. Se había desacostumbrado a estar solo por completo, desde que Pete se había mudado con él no estaba solo en casa ni un minuto, siempre estaba el más alto a su alrededor, incluso cuando ambos se sentaban en el sofá a leer alguna cosa, entre ellos no había necesidad de conversación para sentir la compañía del otro.

La mañana transcurrió tranquila, Vegas pudo deshacerse de varias reuniones seguidas, resolvió pequeños tratos que se habían atrasados por falta de tiempo y había podido ordenar varios papeles que tenía por su despacho, por la tarde tenía que desplazarse junto con Kinn a una reunión importante sobre un contrabando de armas que todavía no estaba autorizado por lo que comió algo sencillo y fue a ducharse para poder arreglarse. Quedó con su primo que vendría él a buscarlo, ya que el almacén quedaba cerca de la residencia de la segunda familia, y a las 16.00 horas en punto escuchó el motor de un coche aparcarse en su puerta, salió mientras guardaba la pistola en la parte trasera del pantalón y subió al coche, yendo en dirección al lugar pactado.

Cuando volvió a casa ya pasaban de las 21.00, imaginó que Pete ya habría vuelto, pero para su sorpresa la casa estaba completamente a oscuras y no había señal de que nadie hubiera estado o llegado en toda la tarde, se fue hacia la cocina, dejando la americana en el sofá y desabrochando los dos botones superiores de la camisa que llevaba puesta. Sacó algo de la nevera para cenar, esperando que en poco rato que tardaría la comida en calentarse Pete entrara por la puerta, pero eso no pasó. Las horas pasaban y no había rastro de este, ni una llamada ni un mensaje y Vegas empezaba a preocuparse más de lo que le gustaría, se levantó de la mesa y se asomó por la puerta, era pleno diciembre, y la noche caía muy pronto y a esas horas la oscuridad era tan intensa que no te permitía ni ver a escasos centímetros de tus pies. Se sentó en el porche de casa, mirando el móvil repetidamente, esperando un simple mensaje, ¿Y si Tanakhun lo había convencido después de tanto insistir? ¿Y si no fuera a volver?... todas esas preguntas empezaron a sonar en su cabeza, su corazón se aceleró y por mucho que intentaba no pensar, intentar encontrar una respuesta decente al porqué de la ausencia de Pete, su cabeza siempre ganaba la batalla contra su corazón cuando se trataba del miedo a la pérdida del más alto.

Macao aparcó la moto roja en la entrada, "¡P!", echó a correr al ver a su hermano sentado fuera, sin chaqueta o algo parecido, para cubrirse del frío. Se percató de que estaba llorando y lo abrazó con fuerza, cogiendo sus manos entre las suyas las cuales estaban completamente frías y empezaban a perder el color, a saber el tiempo que llevaba fuera. "No volverá, Macao...", el menor intentaba levantarlo de la silla para que entrara en casa y poder calentarlo de alguna manera pero este no iba a moverse. "P' no digas tonterías, no he visto a nadie querer tanto a otra persona como P'Pete te quiere a ti", Macao movía las manos de su hermano, sintiendo como su voz temblaba por miedo a que el mayor pudiera acabar enfermo por su cabezonería. Pero tras esas palabras el hermano mayor terminó de romperse por completo en los brazos del pequeño, Macao sabía que Tanakhun era capaz de cualquier cosa para que Pete volviera a sus brazos, pero él mismo había presenciado cómo se amaban, como respiraban gracias al otro y ponía la mano en el fuego por ellos dos.

Macao no sabía qué hacer para que su hermano entrara en razón, nunca había visto al mayor romperse de esta forma y la situación lo superaba. Lo único que pudo hacer fue sentarse a su lado y abrazarlo, a veces no hacía falta hablar un abrazo era suficiente, el pequeño lo apretó en sus brazos y se le saltaron las lágrimas al sentir como el otro se rompía en los suyos. No supo cuánto tiempo estuvieron allí sentados, solo sintió como la respiración del mayor se tranquilizaba poco a poco quedándose dormido encima suyo. Macao nunca dejó de acariciarle el pelo, haciéndole saber que estaba allí, que no estaba solo. Unas luces lo cegaron por un momento y de un coche negro se bajó un Pete cansado, cuando vio a sus chicos fuera de casa a esas horas se asustó acelerando el paso hasta llegar a ellos "¿Que ha pasado?" la pregunta salió de sus labios con voz asustada, Macao solo dijo "P'Pete...por fin has vuelto!" Pete lo miró extrañado sin entender qué era lo que estaba pasando "Si, estoy de vuelta..." Vegas se revolvió en los brazos del menor "Pete...¿Pete?!" se levantó de repente de los brazos de su hermano y con lágrimas en los ojos otra vez se tiró encima de Pete. Este que no entendía nada simplemente lo abrazó de vuelta, apretandolo contra su pecho "¿Vegas que pasa?" el más bajo entre sollozos dijo "Estás aquí, realmente estás aquí...has vuelto conmigo" su voz se rompió mientras hablaba, apretando su cabeza en el pecho del otro. "Claro que he vuelto mi amor, siempre volveré contigo" dijo Pete dándole un beso en la cabeza para consolarlo.

Levantó la cabeza y vio como Macao intentaba contener las lágrimas, así que abrió sus brazos y el pequeño los abrazó a ambos, ahora eran una familia. Pete logró llevarlos dentro de la casa, cogiendo un par de mantas y dejándolas en el sofá, los acompañó hasta el lugar y los obligó a esperar. Volvió con un par de cojines y otro conjunto de mantas, ya que ambos chicos estaban helados y no sería fácil conseguir que su cuerpo recuperara el calor que habían perdido. El primero en tumbarse fue Pete, abriendo los brazos y los dos hermanos se abalanzaron sobre él, tumbándose uno a cada lado y apoyando su cabeza en el pecho de Pete, este les dejó un par de besos, empezando a acariciar su pelo con delicadeza. Poco a poco los tres chicos fueron quedándose dormidos en un amor y cariño que no habían tenido antes, un amor familiar.

-Moon & Time<3

KinnPorsche cortos (2a parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora