Macao - Tay

815 77 3
                                    

Tay recordaba a la perfección cada caricia, cada beso, cada suspiro y todos y cada uno de los te quiero que salieron de la boca de Macao aquella primera noche.

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro al recordar ese día, aún podía sentir los besos de Macao en su piel y el calor que desprendía el cuerpo ajeno, haciendo que lo recorriera un escalofrío de arriba abajo. La forma en que sus cuerpos se encontraron y encajaron fue simplemente perfecta, parecía que hubieran sido creados para estar juntos. La forma en la que Macao recorría su piel con los labios soltando suspiros de deseo y desesperación a la vez, la forma en la que el cuerpo de Tay reaccionaba ante eso retorciéndose de placer, arqueando su cuerpo para estar más cerca del otro era algo que simplemente tenía sentido.

Como sus dedos se enlazaron al momento de terminar y sus rostros quedaron muy cerca el uno del otro, intentando calmar sus respiraciones y sus corazones, como se enredaron sus piernas entre sí en un abrazo que les dio a ambos una paz jamás soñada y como la sonrisa en el rostro de Macao iluminó toda la habitación calentando el corazón de Tay.

Recordaba a la perfección como lo despertó una suave melodía procedente del piano que había en una de las habitaciones de la casa, como se levantó de la cama envolviendo su cuerpo desnudo en una sábana y salió en busca del chico que había dejado un vacío en la cama. Lo encontró en la sala del piano, solo con unos pantalones de chándal puestos, sus pies descalzos reposaban en los pedales del piano y los músculos se tensaban con cada movimiento. Recordaba también como la sonrisa de Macao lo cegó al verlo ahí de pie, haciéndole espacio a su lado en el banquillo para que se sentara a su lado sin dejar de mirarlo en ningún momento. La forma en que sus dedos empezaron a bailar encima de las teclas y una preciosa melodía que Tay puedo reconocer al instante empezó a sonar, las notas de Claro de luna de Debussy inundaron la sala y la forma en que Tay quedó absolutamente maravillado con ese chico una vez más.

Aún ardían sus mejillas al recordar como el menor terminó la canción y se levantó tendiéndole una mano para que lo acompañara, cosa que él hizo sin dudarlo. Recordaba el frío del suelo en los pies y el calor que desprendía el cuerpo ajeno al agarrar su cintura y acercarlo a él, como los labios de este se separaron y empezó a cantarle entre tarareos mientras empezaba a moverse lentamente por el salón.

Los movimientos eran lentos y delicados, no tenían prisa, los dedos del menor se hundían en su cintura guiándolo al bailar; una vuelta sin previo aviso hizo reír a Tay y cuando Macao volvió a rodear su cintura con los brazos le dijo "Eres hermoso" recordó esas palabras y como sus ojos se aguaron al ver la expresión de adoración de Macao y el cómo se sintió querido y valorado por primera vez en mucho tiempo.

Una caricia en sus hombros lo sacó de sus recuerdos, sonriendo al ver a su chico dándole la misma sonrisa llena de amor que ese día, un simple "Te quiero" salió de sus labios y fue recompensado con una sonrisa aún más grande.

-Moon<3

KinnPorsche cortos (2a parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora