Habían pasado unas semanas desde la última reunión que tuvieron, unas semanas desde que Kim y Kinn se habían enterado de que su hermano y padre habían sido los culpables de tanto dolor, no solo de su familia, sino dolor a ellos mismos, sus propios hijos y hermanos pequeños. Habían estado prácticamente encerrados en sus despachos, por miedo a encontrarse con los culpables y no saber cómo reaccionar qué hacer ante ellos, seguramente Tanakhun ya le había contado a su padre que algo estaba sucediendo, que se habían reunido con Venecia y que este lo había delatado, y si era así ¿qué excusa diría su padre? ¿Por qué no había venido a excusarse? A veces el silencio dice mucho más que un par de palabras.
Arm y Pete habían estado en contacto desde lo sucedido con Tanakhun, el antiguo guardaespaldas temía que algo pudiera pasarles a sus amigos después de lo sucedido en la casa de la segunda familia, a pesar de no poder contar nada, le prometió que dentro de poco le haría saber sobre lo sucedido, que solo esperaran un poco más. Venecia se estaba quedando en casa de Vegas, ahora que ya se había metido en el problema y que la Primera Familia lo sabía, el mayor temía que estos pudieran hacerle alguna cosa, por lo que le dejó quedarse.
Esa noche Tay vino a cenar a casa de la segunda familia, Pete había estado cocinando toda la tarde, incluso pusieron un sitio más en la mesa, estaría bien si Venecia se unía a ellos a la hora de cenar, ya que desde que había empezado a dormir con ellos apenas lo veían, solía comer y cenar fuera cada día, por lo que solo lo veían cuando volvía para dormir a casa. Para su sorpresa, esa noche fue distinta y el chico llegó antes de la hora marcada para poder cenar, sorprendiendo a Vegas y Pete, los cuales seguían preparando la mesa para la cena.
Había llegado a casa con un chico que debía de ser unos años más joven que él, pero no muchos más, ambos mayores podían notar desde la distancia el miedo del nuevo chico al entrar, por lo que Pete se adelantó a Vegas para presentarse, intentando calmar un poco el ambiente. "Él es mi pareja, Rain", la voz de Venecia sonó antes de que ambos chicos pudieran presentarse, el nombrado hizo una reverencia rápidamente, sacando una leve risa de Vegas y Pete.
Ambos chicos se presentaron y fue en ese momento cuando se escucharon las risas venir de las escaleras, Macao bajaba tirando de la mano de Tay, los cuales bajaban sonriendo y hablando para ellos, besándose al llegar abajo. Pete se aclaró la garganta, provocando que los chicos se separaran. Venecia miró a Tay de arriba abajo, provocando que Macao lo moviera levemente detrás de él antes de acercarse hacia el pequeño grupo de cuatro que había en la sala principal de la casa. "Tienes buen gusto, Macao", Venecia no pudo evitar sonreír tras su comentario, el rostro de Macao cambió por completo, el menor cogió la mano de Rain con fuerza, haciendo que este lo mirara algo confundido, "Rain, ellos son Macao y...", "Tay, mi pareja", Macao terminó la frase de Venecia rápidamente, "su pareja", dijo el menor con una sonrisa.
Los seis se sentaron a cenar en la mesa, por suerte Pete siempre cocinaba de más, de esta manera siempre tenían provisiones en la nevera por si algún día llegaban muy tarde y no tenían tiempo para cocinar, cosa que era la mayoría de los días. Apenas hablaron durante la comida, tampoco solían hacerlo de normal, no era algo incómodo, cada uno estaba en sus cosas, centrándose en su pareja y nada más, las tres parejas coqueteaban de manera discreta, como si los demás en la mesa no existieran. Rain iba mirando hacia los lados, sentía cierto miedo de encontrarse en aquel lugar, pero Macao sabía cómo sonreír al chico para que dejara de tener miedo, cuando sus miradas se cruzaban no podían evitar sonreír, quizás no daban tanto miedo como en la cabeza de Rain parecía.
A la mañana siguiente, Venecia acompañó a su pareja a la universidad, de igual forma que hizo Tay con Macao, Vegas se quedaría en casa y el pequeño de los tres hermanos le pidió de quedarse con él para seguir terminando de entrelazar las cosas que tenían en el despacho, en la madrugada, Kinn escribió a Vegas para comunicarle que a media mañana irían hacia allí para contarles lo último que les dijo su hermano mayor por lo que lo mejor era que él también estuviera presente.