Capítulo 10 - Oscuridad

116 15 0
                                    

Los estudiantes de Kunugigaoka vivían con miedo.

Nada había cambiado en los últimos días, más que las víctimas que habían disminuido considerablemente, después de todo, se descubrió que si no querías ser una víctima simplemente debías de evitar provocarlo o algo parecido.

Era un día nublado.

Los noticieros del clima no dejaban de hablar sobre una gran tormenta que caería en la ciudad esa tarde, no por nada la escuela los había dejado salir antes.

Esas nubes negras y grises no daban buena señal.

Y fue justamente cuando Karma se encontraba a mitad de camino que aquella lluvia azotó de la peor manera en la ciudad.

Así que aumentó su paso buscando un lugar donde refugiarse de la tormenta de tremendas gotas de agua que caían como piedras, por suerte no era granizo o ya estaría perdido.

Después de caminar –correr– lo de una cuadra, encontró lo que parecía ser una casa abandonada. Sí, no era lo mejor, pero era mucho mejor que seguir en la tormenta, así que sin discutirlo mucho entró a la casa después de descubrir que la puerta podía ser abierta.

No era tan malo realmente, el único problema era que estaba demasiado oscuro.

Debilidades de Karma:

Número 1. Oscuridad
Número 2. Lluvias fuertes

Podría mostrarse como si nada enfrente de las demás personas, pero realmente le aterraba la oscuridad, era uno de esos miedos que llegaban a hacerlo gritar si la situación era demasiado mala.

Respiró profundo, tomando sus brazos por los codos debido al frío que había llegado por el clima –y por estar empapado– y así continuar caminando por la casa para encontrar un lugar cómodo para estar, llegando a la sala de estar con dos grandes ventanales que no daban las mejores de las vistas.

Los truenos comenzaron en aquel momento mientras que las ráfagas de aire aumentaban su fuerza, logrando que un árbol cercano a la casa golpeara los ventanales con algunas de sus ramas.

No creo que haga falta decir como eran más sombras que esas ramas creaban.

— ¡Ah! — Dejó escuchar un pequeño grito mientras se ocultaba detrás de uno de los sillones en mal estado, por lo que ahora sólo veía las sombras de las ramas que golpeaban la ventana.

Supongamos que era mejor.

¿Por qué justamente hoy tenía que llover? — Se cuestionó en sus adentros

Tenía miedo.

Y odiaba eso, odiaba sentir miedo, pero no podía evitarlo por más que quería. Se sentía débil y más con aquellos recuerdos del pasado, que solamente lo atormentaban con cada rayo y trueno que se escuchaba.

Sin darse cuenta, comenzó a llorar en silencio mientras cubría sus oídos y cerraba sus ojos, en un intento en vano de dejar de escuchar los truenos y ver aquellas sombras que sólo lo aterraban más.

Su llanto no tenía intención alguna de detenerse, y es que era simplemente imposible cuando el miedo se apoderaba cada segundo de su cuerpo, al tener que escuchar los truenos y relámpagos que caían, el ruido del agua chocar contra el suelo y tener que ver las terroríficas sombras que se mostraban en la pared y ver como la oscuridad consumía cada vez más rápido la habitación.

Ahora sólo le quedaba hacerse bolita y esperar a que la tormenta pase, aunque seguramente sería hasta dentro de algunas horas.

Pasó el tiempo, ¿cuánto?, no lo sabía, pero se escuchó claramente y quizás de más el como la puerta principal era abierta y cerrada con brusquedad por alguien.

Alguien había entrado...

Amor en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora