La fiesta nocturna transcurría con normalidad, con algunos niños jugando en el área de juegos que se había hecho exactamente para ellos –algunos adolescentes se colaban por su aburrimiento–, mientras que algunos invitados encontraban hablando de trivialidades o anécdotas para pasar la noche.
Entre la música, las risas y las charlas, se había logrado escuchar un sonido de un metal impactando contra una superficie de cristal, llamando la atención del público.
Gakushū que se encontraba hablando con uno de los invitados detuvo su plática, volteando su mirada hacía aún lado, encontrándose con su pareja, que en aquel momento sujetaba una copa de vino, en su mano contraria un pequeño utensilio.
Sus ojos se abrieron con intriga, acercándose y viendo como Karma le ofrecía su brazo.
Sonrió levemente, aceptando el brazo de Karma mientras se colocaba a si lado, en su mente ya una idea de lo que él pelirrojo quería hacer a continuación.
— Me gustaría decir unas palabras —.
El lugar se quedó en silencio, las miradas de curiosidad e intriga puestas sobre el nuevo matrimonio, que sonreían ampliamente.
— Antes que nada, me gustaría agradecer a los presentes, por asistir a esta celebración tan especial para nosotros — Inició con una suave sonrisa, mirando a sus invitados, en el fondo poco a poco el nudo se iba soltando.
Observó con calma como nuevamente aquel color que antes pensó perdido regresaba, como todo finalmente parecía cobrar nuevamente ese sentido, su sentido de pertenencia en ese mundo. Como incluso cuando volvía a escuchar los comentarios más indeseados, los más deseados sobresalían.
La paz que había buscado por tantos años... finalmente la tenía.
Sentía esa calma en su corazón que antes sólo sentía con su pareja, y que ahora podía tenerla en todo su esplendor.
Ya no tenía que temer por el mundo...
Soltó un suave suspiro, su sonrisa haciéndose más grande a medida que el tiempo pasaba.
— Gakushū, querido, desde el día en el que te conocí, me he encargado de guardar cada momento, cada beso, cada caricia, cada imagen y cada sentimiento que has provocado en mi ser — Su mirada se fue a la de su pareja, que lo veía con grandes espectativas.
Su corazón se derritió.
— Aún recuerdo la vez en la que nos conocimos, cuando una simple sonrisa tuya había sido capaz de derretir mi ser hecho de hielo, cuando una simple mirada tuya, me hizo conocer la ilusión y la esperanza. En serio no tienes idea, de lo feliz que me hiciste en ese preciso momento, cuando aún era un adolescente inexperto en el tema de las emociones, y aún me atreví a quererte —.
Los ojos de Gakushū se iluminaron al momento, podía sentir como su corazón comenzaba a latir de manera descontrolada, sus mejillas calentándose conforme Karma seguía con su discurso.
— Alejaste a cada monstruo dentro de mi cabeza, y hasta el último centímetro de oscuridad en mi corazón. Donde unas simples palabras tuyas que juraban amarme, me hicieron conocer el significado de amar con locura —.
— Karma debió de estudiar filosofía y no burocracia — Hito murmuró en voz baja.
— Opino lo mismo — Saya susurró.
— También lo diría, pero conociéndolo, seguramente se dormiría en las clases — Satoshi rió en voz baja con Sakakibara.
— ¡Ya guarden silencio! — Seiryu exclamó en un susurró — Arruinan el vídeo — Completó, en sus manos su teléfono móvil donde grababa el encuentro de la pareja.
ESTÁS LEYENDO
Amor en la oscuridad
أدب الهواةTodos tienen una historia de la cual nunca hablan, y Karma tenía una