La comida ya se había acabado en su mayoría, contando también el delicioso pastel de zanahoria que Karma había preparado para la ocasión. Ahora los dos estaban sentados frente a frente, hablando tranquilamente de cualquier cosa trivial que pasara por su cabeza, algunas hojas afectadas por el otoño cayendo a su alrededor.
Un momento de tranquilidad.
Una suave brisa de hizo presente en el lugar, algunas hojas volaron por el lugar.
— ¿Ya estás pensando en tu tésis? — Gakushū le cuestionó a su pareja, apoyando sus manos en el suelo.
— No quiero pensar en eso — Karma respondió, dramatizando un poco mientras se acostaba en el suelo, con su boca jugaba con un palito, donde antes había unos dangos — De por sí la clase de álgebra me está calando, no quiero pensar en lo que sería de mi cuando tenga que hacer la tésis —.
Gakushū rió mientras veía a su pareja.
— La carrera acabará conmigo —.
— Vamos, no creo que sea para tanto — Sonrió ligeramente, acariciando el cabello de su pareja.
— Díselo a la maestra de historia... esa mujer es simplemente difícil — Estiró sus brazos, sonriendo suavemente por las caricias que estaba recibiendo — Vamos, estoy seguro que tú también la estás pasando algo mal, suelta la sopa, ¿qué maestro es el que menos te agrada? — Interrogó con intriga.
— Bueno, creo que el maestro de finanzas tiene algo personal conmigo, pero prefiero mantenerme al margen — Sonrió ligeramente forzado, no quería admitir que realmente había algo personal entre ellos — Igual, la materia que más me está calando es ética —.
— No la soportabas ni siquiera en la secundaria, no me sorprende que ahora te esté jodiendo más — Karma sonrió con leve diversión.
— Bueno, eso no te lo puedo negar. Aunque quien más la está pasando mal es Satoshi, el pobre ha estado más despierto que dormido estos días —.
— Ni que lo digas, aún me sigue pidiendo ayuda para hacer sus maquetas — Comentó.
— Aunque eres pésimo en ello... — Susurró.
— ¿Uhm? —.
— Nada — Dijo rápidamente.
— Hm — Se encogió de hombros, sin insistir — Igual, sigo pensando que le debería de pedir ayuda a Ren, él salió mejor para esas cosas, incluso cuando está estudiando modelaje. O mejor no, Satoshi termina actuando como colegiala enamorada cerca de Ren —.
— ¿Qué? —.
— Nada —.
Se quedaron en silencio por un tiempo, cuando Karma nuevamente se incorporó, sentándose en el suelo mientras cruzaba sus piernas.
— ¿Sabes?, siento que el tiempo se ha ido demasiado rápido — Karma comenzó a hablar — Ni siquiera noté cuánto tiempo había pasado hasta ahora — Sonrió apenado.
— Siento lo mismo. Parece como sí apenas ayer fuéramos estudiantes de secundaria, y ahora estamos por acabar con nuestra carrera universitaria — Gakushū respondió, colocando un rostro pensativo.
— ¿Y sabes qué es lo mejor de todo eso? — Sonrió.
— No, ¿qué es? — Cuestionó con curiosidad.
— Que ha pesar del tiempo, y quizás algunas discusiones que hemos tenido, seguimos estando juntos — Respondió con una voz suave y tranquila, su sonrisa se agrandó más al ver la forma en que la expresión de Gakushū cambiaba.
Un sonrojo adornó las mejillas del mayor, y sin embargo, una sonrisa no tardó en aparecer en su rostro, acercándose un poco más, para después entrelazar sus brazos por el cuello de Karma, mirándolo con una sonrisa coqueta, pero mirada enamorada.
— ¿Ah, sí? — Preguntó divertido.
— Sí — Respondió, posando sus manos en la cintura de su pareja.
Ambos se miraron con sonrisas y miradas cómplices, uniendo sus labios en un beso ligeramente pasional pero sin salir de lo inocente. Una muestra de sus sentimientos más sinceros y sin picardía. Sentimientos y emociones que sólo habían estado creciendo en sus corazones con el pasar del tiempo.
— Violett, quisiera hacerte una pregunta — Comentó una vez que el beso terminó.
— ¿Qué es? — Preguntó con intriga.
— Bueno... — Un leve rubor cubrió sus mejillas, metiendo una de sus manos al bolsillo de su gabardina — Ahora que ha pasado tiempo, tengo más claro lo que quiero contigo — De bolsillo, sacó una pequeña cajita de color negro.
Gakushū miró con sorpresa el objeto, sus remedios viajaron a sus momentos de adolescencia, donde había pasado lo mismo. Sus mejillas se ruborizaron, observando con emoción en sus ojos e ilusión en su corazón, a la espera de las siguientes palabras de su pareja.
— No sabía lo que era amor, no sabía lo que era querer estar con alguien por toda una vida, cuando te conocí. Me perdí en el brillo de tu mirada, y entonces supe que te prefería sólo a ti, que eras tú con quien quiero estar de verdad. Quiero ver tus logros, tus bellas sonrisas, quiero ser parte de tu vida, así que... ¿le darías a esta persona desafortunada, la oportunidad de tenerte a mi lado como mi esposo? — Preguntó con una sonrisa, abriendo la cajita en sus manos.
El interior de la cajita era afelpado de un color rojo,habiendo dos anillos en el interior. Ambos estaban hechos de plata, sin embargo, uno de los dos era el que más destacaba, debido a que contaba con una bella piedra amatista.
Los ojos de Gakushū se cristalizaron al instante, y su sonrisa no reflejaba otra cosa que no fuera felicidad genuina, mientras veía con alegría los anillos que se exponían.
Las dudas de su corazón finalmente desaparecieron.
— ¡Sí! ¡Acepto! — Exclamó felizmente, abrazando a Karma con fuerza, quien sólo rió suavemente con una pequeña sonrisa, correspondiendo firmemente el abrazo.
Luego de algunos años, finalmente se había atrevido a dar un paso más en su relación. Incluso cuando hubo percances en el camino, ahora estaba completamente seguro de lo que quería con el mayor.
Quería vivir sus mejores momentos con él.
— Me encanta oír esa respuesta — Comentó una vez que se separaron, sacando los anillos de la caja, y colocándole el correspondiente a Gakushū, mientras que éste le colocaba el suyo.
Ahora los dos contaban con dos anillos, el de promesa –que ya se había cumplido– y ahora el de compromiso.
— Bien, ahora estamos oficialmente comprometidos. Y conste, no se aceptan devoluciones ahora — Karma bromeó mientras lo miraba, sonriendo juguetonamente.
— Créeme, el producto es perfecto como para devolverlo — Le respondió, siguiéndole el juego.
— Eso espero —.
Se sonrieron, mirándose por unos segundos, y sin decir ni una palabra, juntaron sus labios en un tierno y delicado beso, dejando que fuera la unión de sus labios el que hablara por ellos en ese momento.
— De verdad te amo, Gakushū — Dijo felizmente, mirándolo con una sonrisa enamorada y llena de ternura.
— También te amo, Karma —.
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Amor en la oscuridad
FanficTodos tienen una historia de la cual nunca hablan, y Karma tenía una