Capítulo 41 - Consentido por un día

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Karma rió por el comportamiento de Gakushū, viendo con una sonrisa enternecida a la puerta, con los sentimientos de nostalgia y tristeza de cada mañana, pero en menor medida.

Se dignó a levantarse de la cama después de unos minutos en silencio, yendo al armario –que ahora compartía con el mayor– para buscar algún conjunto de ropa para la ocasión, porque dudaba al pie de la letra de sí Gakushū le dejaría seguir con su pijama.

Terminó por escoger un pantalón negro, una sudadera de manga corta del mismo color, y sobre ella una camisa de botón de color rojo sangre, finalizando por colocarse unos zapatos negros.

Me pregunto desde hace cuánto está despierto —.

Sin quitarse aquel pensamiento de su cabeza, salió de la habitación para dirigirse a la primera planta, en busca de su pareja, y a lo que suponía debido a sus palabras antes de salir de la habitación, debía de estar en la cocina o el comedor.

Al llegar a la sala de estar un esquisto aroma para su olfato apareció, y fue ese mismo aroma el que lo guió al comedor, donde Gakushū en aquel momento se encontraba.

Se detuvo en el marco de la puerta, observando mejor el interior de la habitación.

Gakushū se encontraba de espaldas, frente a la gran mesa que muy pocas veces se utilizaba, tarareando una canción mientras le daba los toques finales al desayuno, porque desde su perspectiva, nada podía ser realmente perfecto.

Algo irónico viniendo de él, sí es que se ponía a pensar que antes tenía esa misma descripción de "perfecto" hacía sí mismo.

Karma ladeó un poco la cabeza, observando el pequeño mensaje escrito en el pastel.

Sonrió.

Enternecido, se adentró a la habitación y de la forma más melosa y cariñosa posible, abrazó a Gakushū por la espalda, colocando su cabeza en uno de sus hombros mientras se aferraba con fuerza.

— Gracias, Violett — Murmuró con alegría.

— N–No tienes que agradecer, Cariño, es tu cumpleaños después de todo — Respondió, con un ligero sonrojo en sus mejillas y una sonrisa tímida, debido a la posición en la que estaban — Vamos, siéntate, quiero saber qué opinas del desayuno —.

Karma obedeció sin decir nada, tomando lugar en la silla al lado de Gakushū, quien sin perder su sonrisa y sonrojo, le pasó un poco de cada cosa que había hecho por desayuno.

De lejos, se podía pensar que Karma lo estaba observando a él o al desayuno colocado frente a él, pero no, su vista estaba clavada en cierta parte de atrás de su pareja, que se movía ligeramente por los movimientos de Gakushū al tratar de alcanzar algo.

Mordió su labio ligeramente, tratando de suprimir el impulso de hacer algo.

— ¿Hm?, ¿pasa algo, Cariño? — Cuestionó después de unos minutos.

— Oh, no es nada Violett, sólo estaba pensando en lo conveniente que es que traigas puesta esa falda — Declaró con una sonrisa embobada.

— ¿Eh? —.

Un sonrojo cubrió sus mejillas cuando captó el mensaje detrás de esas palabras, mirando a otro lado mientras fruncía ligeramente el ceño.

— I–Idiota —.

Karma rió ligeramente, tomando a Gakushū de su cintura para poder atraerlo, y así dejarle un pequeño beso en su mejilla, que consiguió que él ceño fruncido del mayor se dispersara, siendo remplazado por una tímida sonrisa y una pequeña risa.

Amor en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora