Amor en la oscuridad

Extras IV - Familia

— ¡Mamá! ¡Papá! — Los niños lloriquearon mientras corrían hacia sus padres, sollozando y aferrándose a sus piernas.

Karma y Gakushū en aquel momento se encontraban en la sala de estar. Karma viendo la televisión y Gakushū simplemente en su teléfono móvil. Era su día libre en sus respectivos trabajos.

— ¡Niños!, ¿qué fue lo que ocurrió?, ¿se cayeron?, ¿se lastimaron?, ¿no pelearon, verdad? — Los dos adultos rápidamente se levantaron del sofá, dejando lo que tenían en sus manos, arrodillándose frente a sus hijos mientras los examinaban, queriendo verificar que no estaban lastimados o algo similar.

— ¡Hizo trampa! — Chillaron los niños, apuntando al pasillo.

— ¿T–Trampa? —.

— Ciel, Océane, ¿de qué hablan?, ¿no estaban jugando juntos? — Karma los miró con confusión.

— ¡No! ¡Miren! — Los niños los tomaron de la mano, llevándolos a su habitación.

Cuando entraron, lo primero que vieron, fue a un pequeño conejo de felpa de color blanco en el centro de la habitación, frente a él estaban algunas cartas, y al otro unas cartas regadas.

— ¡Estábamos jugando con él! ¡Hizo trampa! — Chillaron nuevamente, ambos juntando las cartas que les correspondían y enseñándoselas a sus padres. Gakushū tomó las cartas y las examinó con curiosidad, mientras que Karma tomaba las cartas que estaban frente al conejo de felpa.

Karma llevó su mano a su boca, conteniendo la risa mientras le mostraba las cartas a Gakushū.

Gakushū mordió su labio inferior, una sonrisa amenzaba con aparecer.

Efectivamente, el conejo les había ganado.

~ • ~

— ¡Ciel tiene novio! ¡Ciel tiene novio! —.

Gakushū alzó una ceja al escuchar la voz de Océane desde el pasillo, seguido de la voz de Ciel diciéndole que guardara silencio. Se levantó de la silla y asomó su cabeza por la puerta que daba al pasillo, sus hijos ya habían llegado de la escuela, las mochilas ahora en el suelo.

— ¿Niños?, ¿qué sucede? —.

— ¡No le creas mamá! ¡Océane miente! —.

— ¡No miento! ¡Claramente vi cuando abrazaste a Yuki–kun! ¡Mamá, Ciel tiene novio! — Océane respondió, con un tono juguetón.

— ¿Desde cuándo Océane se parece tanto a Karma? — Gakushū sonrió ligeramente — ¿Quién en Yuki? — Preguntó mientras se acercaba, acariciando la cabeza de Ciel. Sabía que Océane era de exagerar mucho las cosas.

— Sólo es un compañero, no es mi novio — Ciel se cruzó de brazos — ¡Océane es la que tiene novio! — Pronto, el niño menor se enfrentó a su hermana — ¡Ella siempre está abrazada a Kei–san! —.

— ¡Es diferente! —.

A Gakushū no le quedó de otra de ser mediador en la discusión que había salido.

~ • ~

— Ese chico está muy cerca de ella, ¿no conoce la distancia? — Karma sorbía lentamente su jugo de fresa, observando como Océane jugaba felizmente en los columpios, cuando un chico se acercó a ella, pidiéndole jugar juntos.

— ¿No crees que Karma está siendo un poco demasiado protector con Océane? — Sakakibara le susurró a Saya.

— Y eso es oro puro — Saya rió mientras grababa la situación.

— No quiero ni imaginar cómo se pondrá cuando en años más adelantes le diga que tiene novio — Seiryu sonrió un poco — Va a matar al pobre que quiera robarle a su hija —.

— Al menos Gakushū es más calmado —.

— No lo has visto bien, entonces —.

— Muy cerca — Con una sonrisa forzada, Gakushūbebía lentamente su café, mientras veía como un chico se acercaba a Ciel, que jugaba en la caja de arena del parque.

— ¡Hola! Me llamo Yato, ¿podemos jugar juntos? —.

— Ah, claro — Océane sonrió.

— Oye, ¿quieres jugar conmigo? —.

— Sí, está bien —.

— Acércate un poco más... — Observaron como ambos chicos colocaban su mano en el cabello de Ciel y Océane — Ya valieron desgraciados —.

~ • ~

— ¡Mamá, papá, Ciel! ¿Cómo me queda? —.

Con una sonrisa, Océane salió de su habitación, teniendo un vestido de color azul cielo con detalles blancos. Estaban por salir para comer afuera, su padre quería llevarlos a un lado, para presentarles a alguien, y Océane quería usar uno de los vestidos que su madre le había regalado.

— Te ves increíble, hija — Karma sonrió mientras cubría su boca con una mano, Gakushū con una cámara en mano.

— ¡Te ves genial, Océane! — Ciel sonrió mientras iba con su hermana.

~ • ~

— Bien, es aquí —.

Los mellizos entraron primero, luego Gakushū y al final Karma. El local estaba recién abierto, y hasta el momento, sólo se encontraban cuatro adultos en el interior. Uno que trabajaba ahí, y los otros tres como clientes y visitas a la vez.

— Karma, llegaste — Sora sonrió mientras veía al pelirrojo.

— Bienvenidos — Los dos mayores saludaron a la pareja, mirando con intriga a los niños.

— Hola... Kary — Daiki sonrió levemente.

— Me alegra verlos otra vez — Karma sonrió con entusiasmo, abrazando con fuerza al adulto que trabajaba en el lugar, y luego a sus amigos — Akatani–san, Sora, Hideki y Daiki, sé que se acuerdan bien de Gakushū, así que me gustaría presentarles a mis hijos, Océane y Ciel —.

Ciel y Océane que en aquel momento estaban detrás de Gakushū, salieron lentamente de su escondite, acercándose lentamente.

— Hola — Dijeron primero.

— ¡Son adorables! — Sora sonrió mientras se acercaba — Un gusto conocerlos, me llamo Sora Isawa, soy amiga de su padre — Acarició el cabello de Océane y Ciel — Y de ahora en adelante, también seré su tía — Guiñó un ojo.

— Un gusto, soy Hideki Akatani —.

— Me llamo Kazunari Akatani — El adulto mayor sonrió.

— Hm... Daiki —.