El viaje había sido sencillo y sin contratiempos –más que la pelea de Gakushū con su ropa–, y ahora la pareja se encontraba en la recepción del hotel, donde una guía los guiaría a su pequeña vivienda por unas semanas.
— Por favor, síganme — Indicó la joven mujer, con una sonrisa guiándolos afuera del edificio.
La pareja asintió mientras comenzaban a seguir a la mujer. Salieron del edificio principal del hotel, dirigiéndose a la hermosa playa de arena blanca que tenían como un bello paisaje, a unos metros, se podían observar pequeñas cabañas sobre el agua, apoyados sobre cimientos de piedra.
Habían reservado la última de las cabañas –querían tener más privacidad–, así que la mujer los hizo subir las escaleras y recorrer el pasillo al aire libre que conectaba todas las cabañas.
Entraron en silencio, Gakushū maravillado por las comodidades que la cabaña ofrecía.
Tenía una decoración minimalista, con un baño privado, diversos muebles, y una cama matrimonial. También contaba con un pequeño balcón, que recibía la cantidad de luz y sombra perfecta, dos sillas para recostarse y tomar el sol y una sombrilla.
Sin mencionar las escaleras que los llevarían al mar sí es que querían nadar un rato.
Simplemente perfecto.
La mujer en todo el camino les estuvo hablando sobre diversas actividades al aire libre que el hotel organizaba para el entretenimiento, además de los horarios, los comedores al aire libre, y sobre todo, las pequeñas fiestas que se organizaban en la playa con el fin de entretener.
Los comedores al aire libre llamó la atención de Gakushū, lo que le llamó la atención a Karma fueron las actividades que se tenía en torno a recorridos por el bosque, senderismo y montañismo.
Pasar tiempo juntos, peleas juguetonas, bromas...
— Me está empezando a gustar este lugar —.
— Eso sería todo, espero disfruten de su estadía en el lugar, y no duden en preguntar sobre las especialidades del hotel o indicaciones sí es que son necesarias — Terminó su explicación con una sonrisa amable — Disfruten sus vacaciones —.
Sin más, la mujer se retiró.
Karma y Gakushū aprovecharon el tiempo que aún les quedaba de la mañana para desempacar sus maletas. No querían tener que preocuparse por eso después.
— Me alegra que finalmente estemos aquí — Karma se dejó caer sobre los hombros de su pareja, recostando su cabeza sobre la de su contrario mientras veía como sacaba su ropa de la maleta y la iba acomodando sobre la cama.
— Igual a mí, cariño — Dejó un beso en su mejilla, regresando con su labor.
— Hm... —.
Karma se quedó en silencio por unos segundos, separándose gradualmente de su pareja mientras lo miraba con atención. Luego sin decir nada, volteó a Gakushū, cargándolo mientras comenzaba a dar vueltas por la habitación. El mayor sólo rió mientras apoyaba sus manos en los hombros del pelirrojo.
— Creo que alguien está muy juguetón hoy — Sonrió.
— Puede ser — Respondió con una sonrisa coqueta, acostándose a la cama y haciendo que Gakushū se acostara sobre él — Sólo quiero disfrutar del momento — Besó sus mejillas.
— Y lo haremos —.
Compartieron un cálido beso, cerrando sus ojos mientras se dejaban llevar por la situación. Minutos después ambos se separaron y siguieron con lo suyo.
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Amor en la oscuridad
FanfictionTodos tienen una historia de la cual nunca hablan, y Karma tenía una