Capítulo 73 - Una noche especial

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— ¿Ya estás listo, querido? — Sonrió mientras preguntaba, mirando con ansias la puerta del baño en la habitación de hotel — Ya quiero verte~ — Canturreó con coquetería.

Hacía un tiempo ya habían llegado al hotel, y antes de hacer cualquier cosa, Gakushū había ido al cuarto de baño, según sus palabras, le tenía una "pequeña" sorpresa para la noche que tendrían.

— Sólo un minuto, cariño. Ya casi estoy listo — Gakushū le respondió mientras terminaba de alistarse, con un poco de nerviosismo en su corazón.

Terminó de alistar la poca ropa que usaba en ese momento, mirándose por décima vez en el espejo. Estaba nervioso, eso era claro, y a pesar de que no era la primera vez que se entragaba al pelirrojo –ni la última–, aún le daba algo de vergüenza.

Más por la ropa que se había dignado a usar.

Soltó un suspiro mientras se convencía mentalmente de que ya todo estaba bien, y por lo que no le quedó otra opción más que salir del cuarto de baño.

Karma se encontraba sentado en una de las esquinas de la cama matrimonial que había en la pieza, en dirección a la puerta del baño. Sólo estaba usando el pantalón negro de su traje, dejando expuesto su abdomen muy bien trabajo.

El pelirrojo miró con atención la puerta abierta, mirando de pies a cabeza a Gakushū, lamiendo sus labios con deseo, tal cual un león apunto de cazar a una gacela.

Gakushū tenía puesto un bello vestido blanco hecho únicamente de encaje, que le llegaba a unos centímetros debajo de la cintura, con una abertura en el medio, dejando expuesto la ropa interior de color blanco que poseía, contando igualmente con una cinta de color blanco en su muslo izquierdo.

Karma comenzaba a sentir su pantalón más apretado, sus ojos atentamente en las mejores partes de su pareja.

— ¿Te gusta, cariño?, lo compré... pensando en lo que te podría gustar — Preguntó con una sonrisa un poco tímida, sus mejillas sonrojadas y sus ojos puestos sobre los de su marido.

Le gustaba sentirse así de deseado.

— Me encanta más de lo que crees, Violett — Respondió con una sonrisa coqueta y una mirada cómplice — ¿Ahora que tal sí vienes aquí y te lo demuestro de otra forma? —.

Gakushū pasó saliva, soltando una pequeña risa nerviosa mientras se acercaba más a Karma, hasta que estuvo lo suficientemente cerca, y el pelirrojo no dudó en tomarlo de su cintura, haciendo que se siente en su regazo, de manera que estuvieran frente a frente.

— De verdad me encantas, cariño — Susurró en su oído, sus manos recorriendo la espalda de Gakushū — Tan caliente... — Mordió suavemente el lóbulo de su oreja.

El mayor jadeó mientras tomaba a Karma de los hombros, haciendo su cabeza hacia atrás para dejarle el camino libre a Karma. Disfrutaba de las caricias que el pelirrojo le daba a su cuerpo, y los besos y mordidas en su cuello.

Karma aceptó la invitación proporcionada por Gakushū, dejando en su cuello un camino de besos y pequeñas mordidas, asegurándose de dejar todas las marcas que podía. Ahora ya no tenía que preocuparse por aguardar las apariencias, quería demostrar que Gakushū sólo le pertenecía a él.

Gakushū se estremeció de placer, sus manos comenzando a acariciar la espalda de Karma.

— Hm~, K–Karma... ah~ — Gimió mientras se removía.

— Gakushū... te amo, te amo... — Karma repetía una y otra vez, sin dejar de besar el cuello de Gakushū, mientras que con sus manos acariciaba su espalda, bajando lentamente hasta llegar a las caderas de Gakushū, jugando con los pequeños lazos que mantenían unidos la prenda íntima que el mayor usaba.

Karma lentamente fue bajando los besos hasta el abdomen de Gakushū, moviendo un poco el encaje, y así comenzando a jugar con los pezones de éste, sus manos jugando con la retaguardia de su contrario.

El mayor ahora acariciando su cabello, jadeando suavemente.

— K–Karma, ah~... t–también te amo, ¡ah! — Soltó un gemido más alto cuando una de las manos de Karma dio una lenta caricia en su entrepierna por arriba de la tela.

El menor sonrió con deseo, comenzando a acariciar lentamente el miembro de su pareja, logrando que Gakushū comenzara a gemir con mayor intensidad, sus ojos llenándose con lágrimas mientras sentía como la estimulación se volvía más rápida.

Estuvieron así por unos minutos, cuando Karma se acercó al oído de Gakushū.

— Levántate — Ordenó.

Gakushū obedeció sin preguntar nada, sólo dejando que fuera el pelirrojo quien llevara las riendas de la situación. Karma lo miró de arriba a abajo, llevando sus manos a las piernas de Gakushū, subiendo lentamente hasta llegar a su cadera.

Sus manos tomaron los lazos que mantenían la ropa íntima en su lugar, comenzando a jalarlos lentamente, terminando por quitar la prenda y dejando expuesto a su pareja.

— Es momento de que también me ayudes, ¿no crees, querido? — Sonrió deseoso.

Un sonrojo se instaló en las mejillas de Gakushū, y aún con la vergüenza, se arrodilló frente a Karma. Vacilando un poco, desabrochó el pantalón de su marido, bajando después el cierre. Movió un poco el pantalón y el boxer, hasta que finalmente estuvo frente a frente con aquello que lo hacía gritar cada noche que su pareja lo tocaba.

Si sus mejillas pudieran volverse más rojas de lo que ya estaban por la vergüenza, estaba seguro que tomaría el mismo color que el cabello del pelirrojo.

Se cuestionó internamente en cuándo "eso" había crecido tanto, y sin creer que realmente eso podía caber en su interior sin romperlo.

Tomó el miembro del pelirrojo con ambas manos, con su boca se encargó de hacer la mayor parte del trabajo, cerró sus ojos mientras pasaba su lengua lentamente por el tronco de su pareja, jugando también con la punta.

Quería darle el mismo placer a su pareja.

— A–Ah... Gakushū... hm~ — Karma sujetó la cabeza de Gakushū por medio de su cabello, mordiendo ligeramente su labio inferior — Me encanta cuando hace esto —.

Gakushū se separó cuando sintió llegar a su paladar un líquido caliente y espeso. Tosió un poco, limpiando con sus manos los residuos de su pareja que habían quedado en sus labios y un poco en sus mejillas.

El menor se sintió más tentado al verlo así.

Karma sonrió, ayudando a Gakushū a levantarse, y así acostarlo boca arriba sobre la cama.

Nuevamente comenzó con los besos sobre todo su cuerpo, con sus manos acariciaba las piernas y caderas de Gakushū, asegurándose de no dejar ningún lugar sin atender. El mayor entrelazó sus piernas a la espalda baja de Karma, sus manos acariciaba su espalda.

— Te amo... te amo tanto — Besó su vientre.

Gakushū se removió bajo el cuerpo de su marido, gimiendo suavemente. El pelirrojo se separó, y comenzó a besar y morder ligeramente las piernas del mayor, asegurándose de tocar las zonas que más le gustaba a su pareja.

El menor comenzó a morder los pezones de Gakushū, sus manos ahora atendían la entrepierna de su pareja.

Gakushū jadeaba y gemía, sus manos aferradas a las sábanas de la cama, mientras que su cuerpo reaccionaba a los estímulos con estremecimientos de placer.

Gakushū sentía como se derretía bajo el toque del pelirrojo.

Amor en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora