Capítulo 33 - Propuesta

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La película que habían estado viendo ya había finalizado, así que tanto Gakushū y Karma fueron a la habitación de éste último, sentándose frente a frente en la cama, siendo el menor de los dos quien tenía más curiosidad por lo que fuera a pasar.

— ¿De qué era lo que querías hablar, Violett? — Karma preguntó con notaría confusión y curiosidad.

— Karma... — Suspiró — Sinceramente no me siento muy listo para hablar de esto, tampoco quiero decir algo negativo, sin embargo... creo que lo mejor en este momento es que busquemos ayuda — Confesó viendo al pelirrojo con cierta seriedad.

— ¿Buscar... ayuda? — Cuestiono sin comprender las palabras de su pareja.

— Karma, tú como yo sabemos que ninguno de los dos está bien. Me utilizaron como un juguete sexual por una semana, se burlaron de mi y me lastimaron de manera física, psicológica y emocional, de tal forma que en ese lapso de tiempo me hicieron resignarme a vivir de esa forma — Hizo una breve pausa — Tú sufriste bullying, fuiste maltratado y abusado sexualmente, se burlaron de ti y te humillaron, viste a personas importantes para ti morir, y viste a tu hermanastro suicidarse frente a ti, terminando con tus padres alejándose de ti y cambiándote por el trabajo —.

Karma se mantuvo en silencio todo ese tiempo, escuchando con atención a Gakushū... sentía como sí algo se estuviera quebrando dentro de él.

— Tal vez no lo sabes, o quizás si y decides ignorarlo, pero en el fondo sabes que ninguno está lo suficientemente bien como para seguir adelante solo. Necesitamos ayuda, sobre todo tú, que por años tuviste que soportar eso sin recibir alguna ayuda —.

Karma no sabía que responder ante las palabras de Gakushū.

¿Qué era lo que debía hacer?

¿Decirle que si estaba mal?

¿Decirle que no necesitaba ayuda?

¿Decirle que sólo eran inventos suyos?

¿Decirle que verdaderamente tenía miedo de buscar ayuda?

Después del accidente nunca había recibido ayuda, ya ni siquiera estaba familiarizado con esa palabra, y era justamente eso a lo que le tenía miedo. Temía buscar algo que hace mucho tiempo no había recibido.

Dos sollozos resonaron en el lugar.

Ambos adolescentes se vieron en aquel momento, viendo con atención las lágrimas que resbalaban por las mejillas de sus contrarios, viendo después sus manos para después reír ligeramente por la situación en la que estaban.

Los dos estaban llorando.

Los dos se estaban quebrando.

Muchas personas sufren de manera distinta, algunas cosas les afectan y otras no. Desde el punto de vista de una persona alguien pudo haber sufrido más que otro, que el que sufrió "menos" está exagerando y que el que sufrió "más" está justificado, pero realmente no es así, porque las personas no están hechas para soportar el mismo tipo de dolor.

Mientras que unos son más sentimentales hay otros que son más fríos, pero a fin de cuentas, eso no significa que uno no pueda sufrir.

— Lo siento — Karma murmuró, pasando sus manos por sus ojos y mejillas, buscando limpiar inútilmente sus lágrimas.

— Está bien Karma, no hay nada de que disculparse, y sé que lo sabes — Respondió con calma mientras sonreía ligeramente, ignorando por completo las lágrimas que salían de sus ojos — Sabes que ninguno está bien —.

Sin perder su sonrisa se acercó a Karma, rodeándolo con sus brazos para poder abrazarlo, dejando que el menor ocultara su rostro en su hombro mientras se aferraba a su espalda.

— ¿Buscarás ayuda?, ¿me dejarías buscarte ayuda? — Preguntó dando ligeras palmadas a la espalda de Karma.

— No quiero ir solo — Respondió a duras penas — Tengo miedo —.

— Es normal tener miedo Karma, no te preocupes por ello, y por lo otro, no estarás solo, yo estaré contigo, ¿entonces?, ¿qué dices?, ¿quieres que consiga ayuda? —.

— S–Si, por favor — Suplicó en murmullos — No quiero estar así más tiempo, no quiero sufrir más — Confesó con dolor en sus palabras.

— No llores, no me gusta verte así —.

Gakushū se separó lentamente de Karma, procediendo a limpiar las lágrimas del pelirrojo, que hasta el momento, seguían apareciendo, al parecer era algo que él adolescente menor ya quería soltar desde hacia tiempo.

— A mi... tampoco me gusta verte llorar —.

Karma, imitando las mismas acciones de Gakushū pero con un poco de torpeza, limpió las lágrimas de su pareja.

Gakushū sonrió por el gesto, así que Karma le devolvió una débil sonrisa acompañada de una ligera risa, ya estando más tranquilo después de haber confesado lo que sentía.

Tal vez Gakushū tenía razón, ambos necesitaban ayuda, quizás más de la que uno se pudiera imaginar, digo, esos dos adolescentes de apenas quince y catorce años habían sido víctimas de la crueldad humana, ¿cómo no iban a necesitar ayuda?.

— ¿Estarás a mi lado? — Karma cuestionó con inseguridad.

— Claro que lo estaré Karma, no pienso dejarte solo — Respondió con calma — ¿Y qué hay de ti?, ¿tú estarás conmigo? —.

— Si, siempre lo estaré — Respondió con seguridad.

Ambos se regalaron hermosas sonrisas, acariciando la mejilla de su contrario, para después finalmente sellar esa promesa con un toque de labios suave y cálido, lo que los dos necesitaban.

Con esa promesa hecha, ahora sólo quedaba esperar lo que les preparaba el futuro.

Amor en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora