Ya habían pasado tres días desde la visita de los padres del pelirrojo, al igual que tres días donde todo había regresado a la normalidad, sí es que aún quedaba normalidad, así que ahora nuevamente estaban ellos dos solos en la casa.
Y sin embargo, Karma era totalmente ajeno a los repentinos pensamientos que comenzaban a inundar la cabeza de su pareja.
Al menos en primer momento.
Era 23 de diciembre, a sólo dos días del cumpleaños del menor de la relación, y era exactamente eso lo que estaba calando en la cabeza del mayor, sin poder dejar de cuestionarse el posible regalo que pudiera obsequiarle al menor.
Conocía a Karma, al menos un poco, así que conocía una que otra cosa que pudiera gustarle, como juguetes o videojuegos, incluso comida, y sin embargo, aún desconocía demasiado al pelirrojo como para estar lo suficientemente seguro de lo que debería regalarle.
— ¿Violett? —.
— ¿Uhm? —.
Gakushū volteó a ver al pelirrojo al escucharlo, viéndolo con una expresión algo complicada de describir, así que decidió preguntar la razón de haberlo llamado.
— ¿Sucede algo, Cariño? — Accidentalmente lo llamó por aquel apodo, que sinceramente sólo le había puesto para molestar a Daiki la primera vez que lo vió, aunque se había quedado como apodo oficial desde su punto de vista.
Sólo porque no encontraba uno mejor.
— Te estaba preguntando sí querías que cocinara Sashimi o Takoyaki — Explicó el pelirrojo con una amable sonrisa, ya conciente que Gakushū no lo había escuchado cuando anteriormente había hecho la pregunta en base a la cena.
Y sinceramente lo esperaba, era imposible no sospecharlo, no cuando toda la tarde Gakushū se vió sumergido en sus pensamientos, a veces viendo un punto fijo o estando con su mirada perdida por unos cuantos minutos.
Y a pesar de eso, lo dejó ser, quizás después le pregunte sobre aquello.
Por el momento, era su estómago el que mandaba.
— Hm, bueno, el Sashimi estaría bien — Respondió finalmente, un poco avergonzado por no haberlo escuchado antes.
— De acuerdo, estará listo en un rato — Respondió regresando a su sonrisa de siempre, e ingresando a la cocina para preparar la cena de esa tarde.
Gakushū lo siguió en silencio, sin saber qué más decir, deteniéndose en el marco de la puerta, y logrando observar el como Karma se arremangaba las mangas de la sudadera negra que portaba, y de igual manera, lo vió colocarse el delantal de un color rojo carmín.
Y con eso, una idea llegó a la cabeza de Gakushū.
Karma siempre era el que hacía la mayor parte de las cosas, ya sea cuando venía sólo en la tarde o cuando se quedaba a dormir. Lo despertaba, tenía el desayuno ya listo, se mantenía al pendiente de sus comidas favoritas, y de igual manera, también era el que tomaba el primer paso en muchas cosas, desde lo más inocente a lo más pasional.
Básicamente y en pocas palabras, estaba siendo malcriado.
Tal vez ese podría ser su regalo.
Demostrarle que él también era capaz de ayudarlo, y claro, también era para evitar parecer un mantenido por todo el tiempo que dure su relación.
Esto último, deseaba que fuera el tiempo suficiente.
~ • ~
Era la mañana del 24 de Diciembre.
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Amor en la oscuridad
FanfictionTodos tienen una historia de la cual nunca hablan, y Karma tenía una