Amor en la oscuridad

Capítulo 65 - Fiesta de bodas

El lugar de la fiesta estaba hermosamente decorado con flores rojas y violetas, formando la dualidad de sus miradas, y a la referencia de dos colores de grupos totalmente diferentes, pero haciendo la mejor combinación.

Cálido y Frío.

Los invitados ya se encontraban ubicados en sus mesas, hablando sobre cosas triviales para pasar la noche, y una que otra anécdota o situación divertida que vivieron con los novios se podía escuchar de vez en cuando, ésto más común en las mesas donde estaban sus ex compañeros de universidad y preparatoria.

También se podía ver a niños jugando y a adolescentes colándose con ellos.

La noche se estaba haciendo presente, y las luces blancas iluminaban el lugar al aire libre, dando un espectáculo brillante y difícil de olvidar para los novios.

Ese realmente era su día.

La música de vals comenzó a escucharse en todo el jardín, y los fotógrafos e invitados comenzaron a llegar y a rodear la pista de baile al aire libre, que era rodeada por lámparas de luz anaranjada con una gran similitud a las faroles, y en el centro... estaban marido y "mujer".

La música cambió en aquel momento, y a pesar de ser sólo la melodía, la letra se reflejaba como un bello coro.

Creo en tu amor, por mí,
sólo atrévete y sígueme hasta el fin,
y ya te encontré, tan dulce tú te ves,
yo nunca pensé que fueras tú.

Lo que siempre esperé.

— Me sorprende lo lejos que hemos llegado — Comentó en voz baja, su tono suave y cálido, sonriendo dulcemente mientras colocaba su mano sobre el hombro de su contrario.

— ¿Por qué lo dices? — Cuestionó con una mirada de ternura, tomándolo por la cintura y entrelazando sus manos libres.

Éramos niños buscando amor,
sin saber sentirlo,
pero ahora no renunciaré.

Bésame lento amor,
tengo tu corazón,
el mío en tus manos ya está.

Ese momento era solamente y únicamente para ellos, los demás no existían en aquel momento, y sólo estaban ellos en el centro de la pista, bailando al compás de la música como sí hubiera sido escrita sólo para ellos, y con sus cuerpos juntándose y separándose según dictaba la música.

Los problemas siempre estarían presentes, pero habían aprendido a tomarse un descanso de ellos.

Esa noche, los dos eran libres.

Bailaré, en la oscuridad,
abrazándote, descalzos al bailar,
nuestra favorita ya sonó.

Y dices que te ves tan mal,
yo susurré y dije: eres tan bella,
y la más perfecta, amor.

— Lo digo... por todo realmente. Digo, la primera vez que bailamos juntos de ésta manera, fue en nuestra graduación de secundaria, y ahora... estábamos bailando juntos otra vez, pero en nuestra boda — Murmuró lo último, con un leve resplandor en su mirada y un ligero sonrojo en sus mejillas.

Sí la ternura matara, Karma ya no estaría vivo en ese momento.

— Bueno... ahora que lo dices, sí noto que ya ha pasado tiempo — Sonrió con alegría — Y eso me hace feliz, porque seguimos estando juntos —.

Encontré una persona,
más fuerte de lo que pensé
mis sueños compartes, pero
espero que nuestras vidas también.