Capítulos 46 - 1 de Enero

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Era 31 de Diciembre.

Las familias, parejas y niños se encontraban en las calles, disfrutando del ambiente festivo de la ciudad. Los diferentes locales de comida, videojuegos o presentes estaban abiertas, no se podía desperdiciar la oportunidad de oro.

Luces de diversos colores iluminaban las calles, había algunos cantos de niños que jugaban con las pequeñas capas de nieve que comenzaban a cubrir el pavimento.

Listos para recibir el año nuevo.

— K–Karma, ¿a dónde me llevas? — Gakushū cuestionó, sin comprender el por qué su novio lo había hecho cambiarse y salir de casa.

Se veía extrañamente emocionado.

— Eso es una sorpresa, Violett — Respondió con una sonrisa, sin dejar de ver al frente mientras sujetaba su mano.

Gakushū estaba algo inquieto y ansioso, quería ver lo que sea que el pelirrojo quisiera mostrarle. Sabía que Karma no era del tipo que salía por la noche por nada, siempre había algo detrás de todo lo que hacía. Además, en sólo unos minutos sería su cumpleaños, y estaba consciente que su pareja lo sabía.

Más gente comenzaba a llenar las calles, todos yendo a un lugar en común, y donde Karma y Gakushū iban.

Luego de unos minutos, Gakushū fue capaz de identificar el centro de la ciudad a unos metros de ellos, siendo fácil de ver un gran pino hermosamente decorado con esferas y luces brillantes, algo que definitivamente era digno de admirar.

— Quería mostrarte eso — Declaró con una sonrisa, deteniéndose frente al gran pino.

Gakushū siguió viendo el Pino, maravillado por la vista. Realmente en sus cumpleaños, jamás había salido de noche, no era hasta la mañana donde él y su familia salían para ver la ciudad, perdiéndose de los colores que iluminaban el paisaje nocturno.

Quién diría que de noche, todo era mejor.

Karma sonrió ligeramente, observando a su pareja con cariño, no mentiría diciendo que estuvo planificando todo desde hace semanas atrás, sólo para ver ess mirsa de sorpresa y emoción de Gakushū.

Odiaba festejar su cumpleaños, pero se esforzaba para que otros disfrutaran el suyo.

Más personas se reunieron al rededor del Pino, contando la cuenta regresiva quw todos esperaban y su única razón de estar en ese lugar además de la vista.

Tres...

Dos...

Uno...

El cielo nocturno fue decorado por los fuegos artificiales, diferentes figuras de colores hicieron presencia en el cielo, mientras que la gente gritaba emocionada: "¡Feliz año Nuevo!".

Los ojos de Gakushū se abrieron de par en par, el reflejo de sus pupilas era el propio espectáculo de luces, y una extraña emoción lo recorrió, la vista de los fuegos artificiales era muy diferente estando presente a verlo en la televisión, era... algo maravilloso y emocionante, más de lo que podía imaginar.

— Wow... —.

Una sonrisa de conmoción apareció en su rostro, cubrió su boca con ambas manos, estaba encantado con la vista.

— ¿Te gusta, Violett? — Karma cuestionó con una sonrisa, reprimiendo su alegría al ver a Gakushū tan tierno y emocionado, no era difícil de notar las mejillas ruborizadas y el ligero tono rosado en la nariz del mayor.

Se veía demasiado adorable.

— Si, me encanta — Respondió con una sonrisa de alegría, descubrió su boca y le dirigió una sonrisa al pelirrojo.

Con algo de pena, se acercó un poco más al pelirrojo para estar frente a frente, colocando ambos manos sobre el abdomen de su pareja, sus mejillas ligeramente ruborizadas ahora por la vergüenza, con una sonrisa tímida pero alegre.

— ¿Violett? —.

— Hm, te amo, Cariño — Declaró con algo de timidez — Gracias... por mostrarme esto, es maravilloso — Se acercó un poco más, juntando sus labios con los de Karma, su pierna derecha doblándose ligeramente hacia atrás.

Los ojos de Karma se abrieron ligeramente con sorpresa, correspondió el beso con una sonrisa, llevando sus manos a la cintura de Gakushū, juntando más sus cuerpos.

— También te amo, Violett — Respondió con una sonrisa enamorada, separándose lentamente de Gakushū.

Karma y Gakushū soltaron una pequeña risa, un ligero sonrojo en sus mejillas mientras se abrazaban con alegría y calidez, volteando a ver al gran pino en el centro con una sonrisa emocionada.

— Violett, ¿quieres regresar a casa o ver la ciudad ahora? — Cuestionó el menor mientras lo miraba.

— Me encantaría ver la ciudad ahora, Cariño — Respondió con una sonrisa tímida pero feliz, aferrándose al brazo derecho del pelirrojo.

Karma sonrió por la cercanía de su pareja, y junto a él, comenzaron a caminar por las calles de la ciudad nocturna, siendo iluminada por las luces navideñas de la festividad pasada y de las luces de los locales abiertos.

Por doquier, se veían parejas de adultos o jóvenes, familias grandes y pequeñas, niños y grupos de amigos, todos en su propio mundo sin parecer tener alguna preocupación.

Por un momento... sintieron que finalmente ellos podían tener esos momentos de calma que todos parecían tener.

— ¿Quieres comer algo, Violett?, conozco de un lugar que prepara un delicioso Sushi — Sonrió mientras levantaba su dedo índice, observando a Gakushū para esperar su respuesta.

— Claro, vamos — Respondió de manera tranquila.

La pareja de adolescentes cambió su rumbo, siendo el trayecto liderado por el menor de los dos. Karma llevó a Gakushū a un restaurante bastante conocido, llamado "El Caribe", que se especializaba en platillos que llevaran mariscos.

Ambos ingresaron al restaurant, escogiendo una mesa en el tercer piso, teniendo una vista extendida de la ciudad por los grandes ventanales por los que estaba conformado las paredes de la instalación.

— Wow, todo es demasiado brillante y alegre — Comentó el mayor mientras veía a través de los ventanales, observando el ambiente animado fuera del lugar.

— Me alegra que te guste, ahora, ¿qué te gustaría para comer? — Cuestionó de manera juguetona mientras tomaba el menú, listo para escojer uno de los diversos platillos que había.

Gakushū rió ligeramente, tomando el segundo menú para verlo.

Estuvieron hablando por un tiempo, riendo y creando un ambiente de calma y diversión, un momento donde podían estar relajados sin preocuparse de los problemas exteriores.

Una calma momentánea jamás había daño.

— ¿Sabes, Cariño?, me sorprendió que hicieras esto — Confesó el mayor algo apenado, observando a su pareja con una leve sonrisa — Y me gusta, no había disfrutado mi cumpleaños de ésta manera, casi siempre lo hacía desde el interior de mi casa. Tomar aire fresco me hizo bien — Rió suavemente.

— Me alegra que te haya gustado — Ladeó ligeramente la cabeza,sonriendo con ternura y con un toque juguetón en su mirada — Y sí eso te gustó, espera a ver tus regalos — Guiñó el ojo.

— Sí son mejor que esta vista, los esperaré con ansias —.

Karma rió ligeramente, observando a Gakushū con cariño, mientras que de manera disimulada, llevó su mano izquierda al bolsillo de su gabardina, confirmando en el proceso que había traído el regalo más importante de todos.

Esperaba que todo saliera bien.

Amor en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora