III - La historia la cuentan los vencedores, no los vencidos.

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Vuelvo en mí con la adrenalina escapando por cada uno de mis poros. Estoy dentro de una de las cuevas formadas en la caliza.

La boca ensangrentada. Desarmado. Con las manos atadas, a las de Jaskier que se encuentra espalda contra mi espalda.


-Ahora es cuando nos escapamos.- Murmura tranquilo, como si mis poderes fueran ilimitados.

-¡Ahora es cuando nos matan!- Exclamo entre dientes, furioso, intentando encontrar una forma de liberar mis manos.

-¿Quiénes?- Pregunta de nuevo el muy idiota.


Una elfa le hace el favor de responderle pateándome el rostro mientras me llama Bestia en Vieja Lengua. Escupo la sangre acumulada mientras espero que realmente se calle al ver la situación.

Es mucho pedir.


-¡Eh! ¡Mi laúd! ¡Suéltalo ahora mismo! ¡Geralt, vamos haz tu brujería y sácanos de aquí!

-¡Cállate!- Le grito rabioso. Y la elfa me da otra patada mientras lo repite.

-No entiendo muy bien la Vieja Lengua...- Continúa. Ojalá le dieran una patada a él en la boca. O me dejaran a mí hacerlo.

-¡Humanos, callad!- Traduce la elfa.

-Ya lo pillo, gracias.- Dice el muy capullo en Vieja Lengua.

-¿Quieres morir ahora?- Le pregunta entre dientes, moviendo su rabia hacia él.

-¿Te refieres a mejor que después?- Pregunto entre dientes. Esta vez, a pesar de las súplicas, la patada va al pecho del humano. -¡Basta! Sólo es un bardo.- En contra de lo que pensaba hace un minuto, me encuentro defendiéndolo. Le iban a hundir las costillas como recibiera otra. Y la buena acción sólo me vale para recibir otro puñetazo.

-¡No merecéis el aire que respiráis!- Suelta entre dientes con furia. ¿Pero yo qué le he hecho a esta señora? El otro elfo comienza a jugar con el laúd.- ¡Destruís todo lo que tocáis!- Y vuelve a soltarme otro puñetazo. La miro mientras imagino que le arranco la garganta con los dientes. El otro imbécil chirría las cuerdas.


Y rompe el laúd por la mitad mientras yo recibo una patada en toda la cara, que hace que mi cabeza caiga con un gruñido de sufrimiento.


-Os escondéis en vuestros palacios dorados.- Comienza a recriminar el anormal que tengo a mi espalda.- ¡Golpeáis a un hombre atado y no os atrevéis a mirarlo a los ojos!- La sangre cae espesa por la comisura de mi boca mientras pienso en que ojalá dejara de defenderme, pues además de muerto, estaría apaleado por su culpa.

THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora