IX- Fantasmas del pasado

1.1K 160 58
                                    

Tengo que realizar un gran ejercicio de contención para no saltar cuando veo a los curiosos visitantes que irrumpen en mi laboratorio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tengo que realizar un gran ejercicio de contención para no saltar cuando veo a los curiosos visitantes que irrumpen en mi laboratorio.


Había pasado casi un siglo, no lo veía desde que era una niña, pero lo reconocía perfectamente.

Geralt de Rivia. El brujo que había sido mi mejor amigo en la infancia y del que había estado enamorada en secreto desde niña.


Había cambiado, por supuesto. La última vez que lo había visto era un adolescente que todavía no había desarrollado ni la mitad de sus músculos y altura, aunque ya apuntaba maneras. Ahora era un hombre tan alto como un castillo hecho de puro músculo acerado.


Si yo fuera un caballo, le dejaría llevarme a cualquier parte.

No puedo evitar pensar, excitada. Y me reprendo por ello.



Su cabello había crecido hasta llegarle por los hombros, y, para mi sorpresa, compartíamos el pelo blanco. Imagino que fruto de la mutación.

El medallón de Lobo que compartíamos se mostraba brillante sobre su pecho, mientras que el mío estaba escondido bajo un encantamiento de invisibilidad.

Clavo las uñas en el asiento para mantener mi expresión impasible cuando sus ojos dorados, que siguen igual que como los recordaba, miran fijamente los míos.

Aunque su rostro se mantiene impasible, no he perdido mi don de leer su mirada, y junto con otros muchos sentimientos, aparece la duda. Le resulto familiar, aunque he cambiado demasiado desde que me vio como una niña de 12 años humana.

Y él no tiene la pista de mis ojos, dado que con la mutación cambiaron a violetas.

Juego con la copa de plata sobre la mesa, intentando mantener mis manos ocupadas mientras lo miro impasible.


-Yo... eh... te traigo zumo de manzana.- Murmura incómodo. Sin quererlo, levanto una de las comisuras de mi boca, divirtiéndome ante lo que han empeorado (aunque parecía imposible) sus habilidades sociales.

-Mucho más que eso, por lo que veo.- Y me burlo de él mirándolo descaradamente de arriba abajo.


El anonimato me da la valentía para provocarlo con dobles sentidos, algo que la Ailith niña no se atrevería a hacer, pero que la adulta lleva deseando en secreto mucho.


El antifaz es un seguro a mayores que me pongo siempre que recibo a alguien para que mis rasgos sean más difíciles de recordar, y es una buena técnica de publicidad también.

THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora