IX - La Lamia.

187 28 6
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me desperté de un sueño convulso sin saber dónde estaba. Necesité esforzarme para recordar que me encontraba en el bosque, a salvo por fin. No me encontraba completamente recuperada, pero sentía que gran parte de mi fuerza había vuelto.

No creía haber dormido mucho, ya que Geralt seguía concentrado en el mapa y Jaskier se pegaba a la hoguera todo lo posible, ataviado con todas las pieles que había encontrado para no tiritar bajo la tormenta de nieve que se empezaba a gestar.

—Dime por favor que no vamos a acampar en el bosque.— Ruega el humano.

—Hmm... no es seguro que vayamos a una posada.— Gruñe el Brujo. Jaskier suelta un sonido ahogado.

—Moriré congelado a este paso.

—Conozco a alguien que vive a las afueras del pueblo más cercano. Es un viejo amigo que podrá darnos cobijo hasta que pase la nevada y Ailith se recupere.

—No esperemos más entonces.— Apuro, demostrando que ya estoy despierta.


Murivel


Por supuesto, el Brujo no me permitió ni transportarnos ni crear un portal. Ni siquiera se fio de mi estado lo suficiente como para dejarme montar sola en Nyx, así que me subió a Sardinilla de nuevo con él detrás cogiendo las riendas, y colocándome el manto de pieles casi como una camisa de fuerza, a pesar de que ya no me sentía destemplada y el calor que él emanaba caldeaba mi espalda donde tocaba su pecho.

Pasamos por el pueblo vacío y sin guardias, lo que nos hizo a ambos desconfiar.


—No se escucha un alma. Ni siquiera ladran los perros.— Observo recelosa.

—Hmmm...— Gruñe en repuesta, vigilando alrededor en mi mismo estado de ánimo.— Apresurémonos.— Y azuza a Sardinilla para aumentar la velocidad del trote mientras los copos se pegan a nuestro cuerpo y la nieve cruje bajo los cascos.


Poco tiempo después, cruzamos los portones de un palacio en estado de abandono. Lo que seguro en sus buenos tiempos fue un jardín exuberante, ahora sólo es nieve, matojos, árboles esqueléticos y estatuas llenas de verdín.


—Me temo que tu amigo se ha ido de vacaciones buscando el calor o, directamente, su esperanza de vida ha sido menor que la tuya.— Observa en alto Jaskier.


A través de las ventanas del piso inferior, pueden verse reflejos anaranjados de candelabros... que no deberían estar ahí.

Hago el amago de acercarme a Nyx para coger mi espada, pero Geralt detiene mi brazo y descabalga en guardia.


THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora