XXXIII- Medidas desesperadas.

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La adrenalina estalla en mi cuerpo y soy la primera que sale de la taberna

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La adrenalina estalla en mi cuerpo y soy la primera que sale de la taberna. Pero no para huir, como ellos creen, sino para ir a buscar mis armas.

Geralt, que por lo que se ve, me conoce demasiado, no le ha dado buena espina mi disposición para ir tan rápido a mi tienda y me detiene en cuanto avistamos el campamento.



-¿Qué vas a hacer, Ailith?

-Han descubierto que estoy aquí y ese Cahir viene a reclamar venganza.

-Nilfgaard se está dedicando a conquistar el Continente, ¿por qué iba a venir a por ti?

-Por favor, Geralt. Tienen todavía muchos reinos por los que luchar ¿y van a venir a las islas? Más difíciles y más kamikazes. Viene a por mí, y no voy a desaprovechar la oportunidad de terminar por fin con el Caballero Negro. No permitiré otra batalla por irme con el rabo entre las piernas.- Gruñe exhasperado y alza los brazos.

- ¡Noticia de última hora! Para tu información, el mundo no gira en torno a un individuo.

-¿Insinúas que me creo el centro del universo?

-No he dicho eso, pero oye, si el zapato encaja...

-Te quieres hacer el tonto y me quieres hacer a mí otra.- Respondo cabreada. Me acerco unos pasos a él, retándolo cuerpo contra cuerpo.- Me pediste que me detuviese una vez y te escuché. No volverá a ocurrir.

-¿Por qué siempre me tomas a mí por el enemigo que te pone la zancadilla?- Exclama exasperado.- Te deseé alegría desde la primera vez que te vi. Te empeñas tú misma en sufrir. -Suspiro, agarrándome el puente de la nariz, apenada de nuevo porque no me entienda por mucho que clame que sí.

-Esta es mi historia, no la tuya. Debes dejarme terminar de contarlo.- Atajo, cansada de explicarme una y otra vez.

-De acuerdo, aquí va la verdadera cuestión: ¿cómo has sobrevivido tanto tiempo cuando eres tan jodidamente autodestructiva?- Ahora soy yo la que clama al cielo con un gruñido desesperado.

-Debe ser agradable trabajar con alguien que no te cuestione todo, ni trata de destrozar tus ideas.- Contesto en respuesta, harta. Y me doy la vuelta para meterme en la tienda y salir al amanecer, pero su mano me detiene con fuerza, obligándome a mirarlo tirándome del brazo.

-Te aterroriza que alguien te meta en una jaula. Bueno, cariño, ya estás en esa jaula. Te tienen atada con una correa por mucho que te empeñas en gritar libertad, corriendo hacia ellos en cuanto te lanzan un señuelo. ¿Tanto te acobarda vivir tranquila empezando de cero siendo otra persona?- Le gruño enseñándole los dientes.

-Soy un brujo, una hechicera, una forajida... pero no una cobarde, Geralt. Eso te lo aseguro.- Me suelto con violencia de su agarre y le doy la espalda metiéndome en la tienda.

THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora