Destinada a sobrevivir.
Destinada a luchar.
Destinados a protegerse.
Geralt de Rivia, conocido por muchos nombres, pero por todo el mundo como Brujo (witcher), un mutante creado para matar monstruos a cambio de unas monedas.
Su vida solitaria...
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-Geralt, no es por ahí por dónde nos han dicho que han sido los ataques.- Me persigue Jaskier sin entender nada.
-Tengo que irme a Rivia. Ahora mismo.
-¿Qué aracha te ha picado ahora?
-¿No has escuchado a esos cuatro en la taberna? Rivia está bajo ataque y Nilfgaard está ofreciendo dinero por la cabeza de Ailith.
-Ya... ¿y?- Me paro en seco y lo enfrento cara a cara.
-¿Cómo que "y"? Está en peligro. Sigue poniéndose en la diana una y otra vez por su ególatra estupidez.
-Tú mismo lo has dicho, estupidez. La vida tiene que enseñarle alguna vez lo que hay sin que tú vayas a sacarle las castañas del fuego.- Gruño. Ni siquiera voy a molestarme en contestar esas mierdas.
-Es una batalla completamente desigualada e injusta. No voy a esperar a que me lleguen las noticias de su muerte.- Y reanudo la marcha. Jaskier comienza a correr y se pone delante con los brazos estirados en cruz.
-¿Sabes lo que es injusto? Cómo ella te ha tratado. ¿Qué clase de hechizo de mierda ha hecho sobre ti para que sigas corriendo hacia ella como un perro faldero a pesar de todas las veces que te ha dejado solo y golpeado? ¿Por más que le has pedido que se quede? Ten un poco de amor propio, hombre.
-Apártate, Jaskier.- Ordeno en un gruñido.
-No. No dejaré que vayas hacia una muerte estúpida sólo porque a esa bruja le guste ser la salsa de todos los asados.
-¿Dónde está todo eso de ir a por ella, de no luchar contra el destino, el amor destinado, etcétera?- Comienza a negar con la cabeza.
-Nunca me haces caso, no empieces a hacerlo para una vez que me equivoco.- Levanto una ceja.- Un poco de amor propio e instinto de supervivencia es necesario. Y como tu amigo y persona experta en problemas por líos de faldas, es mi obligación no dejarte lanzarte de cabeza hacia el mayor error de tu vida. Aléjate de esa mala mujer, Geralt, no te ha traído más que problemas y sufrimiento.
-Fuera de mi camino.- Gruño más fuerte, el ceño fruncido.
-No, no y no.- Niega con vehemencia.- Cada encuentro con esa mujer drena toda la vida de ti. Te convertirá en un fantasma con sólo una cáscara corporal. No voy a permitir que te vayas de esta villa. Y si tengo que seguirte sólo para enviar noticia al General Cahir sobre dónde está ella para que puedas vivir en paz, créeme que lo haré.
Y esa es la gota que colma el vaso, la amenaza nada velada, la promesa sinvergüenza de una traición.
Me alzo sobre su bajo y enclenque cuerpo humano, una sombra tenebrosa cruzando mis ojos. Traga saliva, luchando contra el miedo, pero no se amilana.
