XXII - ¿Tienes lo que hay que tener?

1K 157 22
                                    

Desperté en mi habitación no sé cuánto tiempo después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desperté en mi habitación no sé cuánto tiempo después. El olor a ungüentos picaba mi nariz.

Toqué la parte de atrás de mi cabeza, el dolor me hizo sisear, pero mis yemas no estaban manchadas de sangre.


-Tómate esto para el dolor de cabeza.-Apareció Tissaia de repente, tendiéndome un brebaje.

-Asumo que no querrás envenenarme dada la molestia que te has tomado para curarme.-Rezongué irónica.


En este momento ya no había nada que pudiera morderme la lengua.

Sabía a rayos, pero pronto el dolor palpitante disminuyó hasta casi desaparecer.


-Lo que hiciste ha sido estúpido y peligroso.-Me reprendió al lado de mi catre.

-Yo lo calificaría como poderoso.-Contesté ufana.

-Hay hechiceras que ignoran sus emociones. Y las hay, como nosotras, que dejamos que nos consuman.- Dudaba que esta mujer pudiese sentir algún tipo de emoción que no fuese rabia y aburrimiento. -Tienes que controlar el Caos, no dejar que te controle a ti.

-Puedo hacerlo. Estaba controlándolo para escapar. Para que parases de ponerme en peligro de muerte.

-No eres capaz de acatar una orden, te revelas contra tus superiores, contra la mano que te da de comer.

-Diría que he sido bastante complaciente hasta que me mandaste a una muerte segura por dos veces.

-¿Ves? Ni siquiera eres capaz de callarte una vez te has encendido. Si te mando a aconsejar a un rey, y hiere tus sentimientos porque no te hace caso, o te manda hacer algo que no quieres, y tú te entregas al Caos, él muere, su reino nos ataca. ¿De quién sería la culpa?

-Mía.

-No. Mía. Por dejarte ascender. Mientes, ocultas secretos, te dejas llevar por las emociones... Ni siquiera creo que tengas lo que hay que tener.

-Vosotros me trajisteis aquí a la fuerza. Ya demostré en Kaer Morhen que era mucho más que una humana huérfana y enclenque. Soporto que me tengas aquí encerrada, sin poder ver el sol ni el aire más que por una ventana, aguantando vejaciones continuas porque no llego a tus estándares.- Aparto las sábanas recias y me levanto como un resorte, sin poder aguantar la rabia que ebulle dentro de mí.-¿Qué es lo que hay que tener, eh? ¿Ser una oveja mansa que acate todo y que se encamine contenta hacia el carnicero?- Mi voz ya está a octavas por encima de lo que nunca estuvo.

-Me estás dando la razón.

-Me quieres hacer creer que me estás enseñando a ser dueña de mi vida mientras me pones un collar. Sólo pasaré de estar bajo tu yugo a estar bajo el yugo de una corona.-Chasquea la lengua con fastidio.

-Niña estúpida. Te estoy permitiendo quitarte el yugo que el propio Caos te impone porque no eres capaz de manejarlo. Maneja tu propio poder y podrás manejar al rey que sea. No están ahí por inteligentes, están ahí porque tienen un nombre. Madura de una vez y agradece que te estoy dando la oportunidad de ser algo más que la criada de unos mutantes. Maldita desagradecida. ¿Quieres irte? Ahora mismo te abro las puertas de Aretusa y yo misma te echo de una patada. El Caos que te salvó, te consumirá. No sé qué han podido ver en ti, está claro que no tienes lo necesario.- Si estaba intentando persuadirme usando mi tozudez y mi ego, había picado el anzuelo.

-¡No puedo hacer lo que me pides! ¡El grito no ha vuelto desde ese día en el que me atacaron! ¡Nunca aparece a voluntad! -Admito avergonzada.

-Conozco tu habilidad para invocar Señales. Deja de mentirme, esperpento. Deja de bloquear el Caos y muéstrame, aunque sea, una chispa que me demuestre que vales para algo.


El insulto fue la gota que colmó el vaso.

La rabia se apoderó de mi mente y la fuerza que me animaba a apretar mis manos en el cuello de Tissaia la usé para que fuera hacia mis manos.

Moví mis dedos y lancé mi mano derecha hacia la ventana. El ignii prendió las cortinas.

Las llamas iluminaron el rostro de la hechicera y pude ver una expresión de agrado. Movió una de sus manos apagando el incendio antes de que el cuarto se llenase de humo y me miró.


-¿Por qué te empeñas en no colaborar?-Pregunta mucho más calmada.

-No lo hacía a propósito. Temo lo que llevo dentro. Siento que podría quemar el mundo entero, y mis pesadillas me recuerdan lo que hice sin poder controlarlo.-Admito abrazándome el torso mientras camino por el cuarto.

-Estás bloqueando el Caos, tu miedo lo hace. Pero bloquearlo no va a hacer que desaparezca, solo hará que se haga más fuerte cuando salga, como la última vez. La solución es controlarlo antes de que él te controle a ti.

-¿Y qué pasará la próxima vez que esté en peligro? ¿Cómo sé que no acudiré por instinto a ese grito maldito que es imposible de controlar? Tal vez es lo mejor, que no pueda tener acceso a él. Tal vez soy un error de la naturaleza.-Y me siento en la cama, mareada de repente por el miedo que atenaza mis costillas. Le doy la espalda a Tissaia, pero siento el colchón hundirse por el peso al otro lado.

-Todo depende de quién usa la magia. Para qué fin la utiliza. La magia está en todas partes, alrededor de nosotros. Entiendo tu reticencia. Es difícil pedirle a un ser humano que se libre de sus miedos. Los miedos cumplen en la psicología humana un papel que no es menos importante que todos los otros estados emocionales. Una psique privada de miedos sería una psique lisiada. Pero tu miedo te impide solucionar lo mismo que temes.-El colchón chirría cuando ella se levanta.-Descansa, Ailith. Está claro que estuve enfocando tu entrenamiento incorrectamente todo este tiempo. Primero prepararemos tu mente para darte las armas.


Cuando me deja a oscuras en la habitación, todavía me cuesta respirar.

Y es que a la ansiedad se añade el hecho de que es la primera vez que Tissaia se dirige a mí por mi nombre, tratándome como una persona.


Hacía tantos meses que no escuchaba mi nombre que no recordaba lo que lo echaba de menos.

Hacía tantos meses que no escuchaba mi nombre que no recordaba lo que lo echaba de menos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora