III- No una segunda vez.

104 18 2
                                    

Caingorn

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caingorn

Tardé muchas horas en volver a salir de esa tienda.

Rumié y rumié todo lo que había acontecido mientras me sumía en mi propia rabia y oscuridad hasta que no quedó nada más en mí que puro vacío.

Y cuando salí, lo primero que hice fue apresurar al bardo a irnos, queriendo dejar Caingorn atrás con los recuerdos de lo acontecido e irnos hacia Kaer Morhen, para alertar a Vesemir.

Jaskier sería el primer humano en conocer la ubicación secreta de la fortaleza desde el ataque que propició la masacre cuando aún era un niño, pero bien se lo había ganado.

Tendríamos que cruzar todo el reino de Kaedwen hasta cruzar más allá de las Montañas Azules. Nos esperaba una travesía de mínimo una semana, pero habíamos pasado por peores.

Kaedwen

Tres días después de seguir el río Flotsam, nos encontramos a un día de la capital, Ard Carraigh. Creo que este lugar del bosque es un sitio bueno para parar un día y que el bardo se recupere, así que cedo por fin a sus súplicas.

Jaskier había estado inquietantemente callado durante la travesía excepto para quejarse. Los únicos sonidos eran los de nuestros caballos y las notas de su laúd, lo que no me quitaba espacio para seguir pensando y pensando, volviéndome todavía más arisco y taciturno de lo que ya era costumbre.

Con el campamento montado, me acerco a Sardinilla antes de entrar en el bosque para buscar algo para comer.

Rumiando hierba fresca, me mira de reojo, como si supiera perfectamente lo que estoy pensando.


—No me juzgues.— Gruño.


Pero continúa juzgándome con la mirada y buen rato, masticando con parsimonia, antes de relinchar y sacudir la crin contra mi rostro y continuar rastrillando el suelo.


—Hmm.— Gruño de nuevo. Lo último que necesitaba era a mi confidente dándole la razón al motivo de mis desvelos.


Y es que, por más que quisiera, no odiaba a esa Bruja. Aunque se negó a no asesinar a quien consideraba un padre y estuvimos a punto de matarnos por ello, una parte de mí entendía su punto.

Me negaba a aceptarlo, pero podía entender qué la llevaba a ello. No podía llegar a imaginarme la sensación de traición que tuvo que sentir al ver cómo la engañaba aquella persona que se suponía que la protegía. Yo mismo lo había odiado por ello durante mucho tiempo.

THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora