XV- La Corte de Redania

618 92 2
                                    

Partimos a Redania con las primeras luces del astro rey, y prometo que deberían premiarme por haber aguantado toda la noche sin romperle el cuello al maldito bardo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Partimos a Redania con las primeras luces del astro rey, y prometo que deberían premiarme por haber aguantado toda la noche sin romperle el cuello al maldito bardo.

Cuando las murallas del palacio de Redania se ven al final de la montaña, bajo de Sardinilla para cambiarnos las ropas llenas de polvo del viaje.


-Ponte esto.- Ordena Jaskier tendiéndome unas prendas dobladas. Me miro de arriba abajo.

-¿Por qué no puedo llevar mi ropa de siempre? Lo único sucio es la armadura.

-No puedes ir a un baile real vestido como un domador de caballos.- Exclama como si fuera algo obvio.- Mira mi nuevo traje, especialmente para la ocasión. ¡No podemos desentonar tanto!- Señala su atuendo dorado y plateado, como si fuera el protagonista de la fiesta. Lo cual seguro intentará.


No necesito un espejo para saber que estoy ridículo con estas prendas.


-Parezco un triste comerciante de seda.- Me quejo.

-Tonterías. Puedes pasar perfectamente por un noble de alguna corte venida a menos. Vamos.

-Te aviso que no pienso meterme en ningún lío en la corte por salvarte el culo. – Le recuerdo mientras llevo a pie a Sardinilla colina abajo, con Jaskier siguiéndome unos pasos por detrás. La ropa nueva todavía no ha dado de sí y le impide dar zancadas largas para seguirme.

-Vamos, Geralt, ¿quién osará tan siquiera soplarme encima si llevo conmigo al temible Carnicero de Blaviken?


Me detengo en seco. Hasta aquí llegó mi caballerosidad. Me volteo cambiando las riendas de mano.



-Ven aquí.- Ordeno, llamándolo con la mano. Se acerca a mí sonriente, como un cachorro.

-¿Qué?- Y le pego un puñetazo en toda la boca del estómago que lo hace caer al suelo con unos "oh vaya" ahogados, junto con su maldito laúd. Inspiro aire, mucho más calmado por fin y tiro de las riendas.


-Vamos, Sardinilla.

-¡Más te vale que se limpie fácil!- Suelta con voz ahogada a mis espaldas.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora