XXIV - El peor de los monstruos.

342 45 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Con los primeros resquicios del amanecer, cierro la puerta con delicadeza para no despertar al resto de los huéspedes. En la habitación de al lado, veo que Geralt hace lo mismo, junto con un Jaskier enfurruñado todavía medio dormido.

Nos saludamos con un asentimiento de cabeza y nos dirigimos a los establos para marcharnos, sin ni siquiera pedir almuerzo para el camino. Hemos tenido buenas ganancias y nuestras barrigas han estado llenas todos los días, podemos aguantar perfectamente.

Somos sorprendidos colocando las alforjas por un grupo de ciudadanos.


-No podéis iros.- Suelta el alcalde.

-Lo estamos haciendo.- Gruñe Geralt sin apartar la vista de Sardinilla.

-Vuestro trabajo aquí no ha terminado.- Insiste. Decido interferir antes de que el Brujo pierda la compostura.

-Señor, no sé qué más queréis de nosotros. No hemos encontrado nada respecto a las desapariciones. El brujo ya ha confirmado que no hay ningún monstruo dentro de Touissant. Lo más seguro es que hayan sido voluntarias.

-Seguimos necesitando vuestra protección.- Insiste otro vecino.

-Han estado comprando durante semanas todo tipo de pociones y amuletos de protección. Siento decirles que no hay más que podamos hacer.- Me encojo de hombros mientras termino de ensillar a Nyx.

-Mi hijo ha desaparecido.- Suelta entonces otro de ellos, con mirada ojerosa y preocupada.- Tiene cuatro años. Puedo asegurar que no ha sido voluntario.- Mis manos se congelan en las riendas y miro a Geralt con el ceño fruncido, que me devuelve la mirada de la misma manera.

-Eso es nuevo.- Murmura grave. Mira hacia el grupo decidido.- Investigaremos, pero no podemos prometer nada. Si no encontramos ningún indicio, nos iremos.

-Pagaremos lo que sea.- Insiste el alcalde.

-No todo es cuestión de dinero.- Masculla entre dientes molesto mientras sale decidido del establo, conmigo pegado a los talones.


No hemos conseguido hacerle más de dos preguntas al padre del niño cuando un grito angustioso nos pone en alerta. Corremos hacia la mujer que se tambalea entre lloros que helarían a cualquiera la sangre.


-Loreen, ¿qué ha pasado?- Le insta su marido agarrándola de los hombros.

-Phoibos.- Logra tartamudear.- Está... está...- Y me temo lo peor.

-Muéstranos dónde está.- Me adelanto.


THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora