XVI - Una fuerza sobrenatural

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-Stregobor, ¿qué haces aquí?- Saludo sorprendido al jefe del Consejo de Hechiceros

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-Stregobor, ¿qué haces aquí?- Saludo sorprendido al jefe del Consejo de Hechiceros.

No es habitual que salga de sus murallas protegidas, mucho menos para venir a Kaer Morhen, que debe considerar poco menos que una pocilga.

-Vesemir.- Saluda con un leve asentimiento de cabeza.- Vengo a ver la humana que consiguió invocar las señales. Hexias me habló de ella. Tal vez sea una candidata para Aretusa. - Sin duda, una noticia así haría salir de su escondrijo hasta al más cobarde. - Pero antes, quiero comentarte una historia. ¿Por qué no damos un paseo?

Aunque preferiría comerme un hierro candente antes que pasear con el mago, que nunca me había dado excesiva confianza, el sentido común me dice que no puedo negarme, por lo que le señalo la parte exterior de la muralla, donde se extiende el pasto primaveral.

-¿Y bien?- Decido ir al grano después de unos minutos caminando. Ni somos buenos amigos ni somos novios comprometidos, así que no veo el interés en perder el tiempo de esta forma.

-Los brujos os caracterizáis por ser los ojos y oídos de este Continente. Vuestros largos viajes y relación con todos los mundos os proporcionan gran información, cosa de la que a veces nosotros carecemos fuera de nuestro círculo.

-Habla de una vez, ya sé que los magos tenéis la costumbre de iros por las ramas con vuestras expresiones rimbombantes. Ninguno de los dos tenemos tiempo que desperdiciar.- Gruño impaciente. Una sonrisa irónica se dibuja bajo la tupida barba blanca.

-Hace cinco años que circula por Nilfgaard la historia de una niña que logró escaparse del gran general con un grito durante la primera masacre de Cintra, la última que ganó la reina Calanthe.- Me pongo alerta, pero no muestro la más mínima expresión.- Al principio nadie creyó al General Dyffryn. Todos pensaron que su orgullo le impedía admitir que no había ganado la batalla. Además, había sido golpeado fuertemente por unas rocas, que casi lo dejaron moribundo. Él insistía en que la niña había derribado un monolito con su grito contra él. El caballero negro murió, pero su hijo, Gruffyd, ha jurado vengar su honor.- Mi cerebro no deja de funcionar a toda prisa, alarmado aún más ante la mención del caballero negro.- Algo muy creíble ha tenido que contarle el General a su hijo para que éste haya prometido usar su nuevo nombramiento de General en atrapar a ese cuento. ¿Tú o los brujos que quedan habéis escuchado algo de esto?

-No.- Miento sin problemas.- No solemos hacer caso a los cuentos de taberna.

-Tengo entendido que además del mejor esgrimista, eres el brujo que más ha estudiado a los monstruos, que incluso estás creando un bestiario...

-La fama me precede.- Contesto ufano, intentando desviar su atención.

-¿No hay ningún monstruo que coincida con las características que te cuento?

-¿Apariencia de niña, con un grito capaz de derribar monolitos? Nunca he visto ni escuchado nada parecido. Ese hombre se dio muy fuerte en la cabeza. Me sorprende que no se quedara en el sitio.- Respondo con guasa. Stregobor se detiene y se voltea mirándome fijamente, entrecerrando los ojos.

THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora