V- El rescate.

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Descorcho con los dientes la pócima de aumento de habilidades, y mientras aprieto los dientes por la quemazón desagradable en todas mis venas, desenfundo la espada, preparado para la carga

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Descorcho con los dientes la pócima de aumento de habilidades, y mientras aprieto los dientes por la quemazón desagradable en todas mis venas, desenfundo la espada, preparado para la carga.

—Geralt, por el amor de Melitele. ¿No pensarás en serio irrumpir así como así en la fortaleza de las hechiceras, no?— Oigo a Jaskier siendo la voz de la razón por vez primera.

—No esperes a que la puerta se abra. Échala abajo.— Gruño con la voz ya monstruosa.

—Sé que salvar a Ailith te nubla la mente, pero, por favor, detente antes de que nos maten a ambos por imprudentes, y piensa.— A regañadientes, me obligo a respirar profundamente para bajar mi adrenalina de lucha e idear un plan que nos dé oportunidad. Pronto el ingenio se aparece, y comienzo a rebuscar en mis bolsillos.

—Eureka.— Siseo entre dientes, aliviado.— Podemos hacer un par de bombas con estos elementos inflamables. Los distraerá mandándolos a la dirección contraria.

Y así, lanzando los artefactos tan lejos como solo un Brujo podría hacerlo, los hago estallar con un Ignii en la parte meridional de Aretusa.

Pronto puedo escuchar gracias a mi oído sobrehumano a personas corriendo hacia el señuelo.

Le tiendo un puñal a Jaskier, sin muchas esperanzas respecto a sus habilidades, pero sabiendo que el instinto de supervivencia puede ser crucial a la hora de salvarte. Ambos nos miramos y nos comunicamos sólo con un asentimiento, antes de cruzar el puente sobre el mar tormentoso a la carrera para llegar a las puertas de Aretusa.

En mi cabeza se repite la imagen de la pequeña Ciri siendo agarrada por encima del hombro mientras grita mi nombre antes de ser llevada a la fuerza a Aretusa de Kaer Morhen. Sus ojos verde infinitos llenos de lágrimas, su mano intentando alcanzar la mía a muchos metros de distancia. Yo gritándole que la encontraría, luchando para librarme del agarre de Vesemir.

Pero esta vez, puedo agarrar su mano y no la suelto.

¿La encontraré? Sin duda.

¿La salvaré? Siempre.

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THE WITCHESS //  The Witcher fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora