Part. 7 (Enfrentamiento)

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*Pucca*

Pucca corretea por el bosque, acechando el hogar de su amado.

Ella se acerca poco a poco, y al verlo observar la luna desde su ventana se extraña un poco, pero decide acercarse para llegarle por sorpresa desde enfrente y darle un beso rápido en los labios.

-Agh-se queja Garu echándose hacia atrás para limpiar sus labios y mirar a Pucca con recelo-¿Qué haces acá? Sabes que no me gusta que vengas, hay muchas trampas.

-Te extrañé ¿Por qué no me fuiste a visitar?-pregunta ella melancólica apoyándose en el marco de la ventana.

-Simplemente no quise-dice Garu restándole importancia y mirando hacia otro lado.

-Hoy tuvimos una tarde agradable ¿no? Hablé con Ching y quiere que vayamos a enseñarle el templo a Yum-dice Pucca entusiasmada intentando sacar conversación con Garu.

-¿Ustedes solamente?-pregunta Garu mirándola con una ceja arqueada.

-Podemos ir todos-ella se encoje de hombros-Podrías hasta entrenar un poco con él.

-¿Entrenar? ¿Crees que necesito más entrenamiento?-Garu la mira con el rostro rojo de enojo-¿Y con él? ¿Piensas que es mejor que yo?

-¿Qué? Garu, no-Pucca se justifica.

-Mira, mejor ve a encontrarte con tu nuevo amigo ¿no?-él cierra la ventada de golpe y se adentra a su casa muy enojado.

Pucca resopla, su rostro está rojo por el enojo, pero decide no molestar más a Garu e irse a su casa antes de que sus tíos se den cuenta de que no está.

*Garu*

El chico de las coletas da vueltas en su colcha, no logra dormir por más que lo intente, en su mente solo está la pequeña pelea que tuvo con Pucca. Sus celos repentinos lo hicieron actuar de una forma más inmadura de lo usual. Sabe que Pucca desde siempre ha sido muy cariñosa con todos y eso nunca le había molestado y desde siempre ha tenido en claro que el amor que ella siente por él es único y ella no tiene ojos para nadie más, se lo ha demostrado muchas veces, pero en ese día dudó, dudó mucho porque no le agrada para nada los ojos que ese ninja blanco tiene al ver a su amada de chongos negros.

Garu se queda observando el techo con rostro serio, no tiene idea de qué hora pueda ser, pero de algo está seguro, debe ver a Pucca.

*Yum*

El ninja blanco aprovecha su insomnio para escaparse con mucho cuidado de no despertar a nadie y caminar por las profundidades del bosque. Las estrellas y la luna iluminan su sendero hacia la solitaria y tranquila aldea de Sooga.

El chico no tiene idea de qué puede hacer a esa hora, pero por sus pensamientos aparece la adorable chica de 2 chongos y sonríe con ternura decidiendo en ir y probar suerte a ver si está despierta.

Él se queda frente al restaurante Goh-Rong y mira ambas ventanas. Ambas tienen las luces apagadas y piensa por un momento en subir y tocar la ventana de Pucca, solo que hay un pequeño problema, su memoria está fallando y no recuerda en ese momento cuál de las 2 habitaciones es la de Pucca, por lo que se queda observando ambas intentando hacer memoria.

*Garu*

Garu camina con lentitud, intentando distraerse con cualquier bache en su camino. Una parte de él quiere llegar pronto con Pucca, pero la otra se lo impide, podría ser su orgullo, sus celos o su pequeño enojo con la chica que en realidad no había hecho nada malo, solo ser ella misma, adorable y cariñosa como siempre.

Suspira, algo casado, pues sabe que sus mejillas se tornaron rojas al pensar en la sonrisa de Pucca y odia eso, odia que ella tenga un poder tan fuerte sobre él, capaz de debilitarlo con tan solo sus lágrimas, no sabe en qué momento comenzó a ser tan débil para ella.

Conociendo el sendero perfectamente, alza la vista al estar frente al restaurante de los tíos de Pucca, pero su sorpresa no es agradable al encontrarse con el ninja blanco mirando hacia la ventana de Pucca.

Garu se enoja, poniéndose su rostro rojo y nublando su juicio, desenfunda su espada y se tira sobre Yum sin darle mucho tiempo a reaccionar.

Yum se pone en alerta, cuando sus instintos le avisan del peligro de Garu cerca, justo a tiempo, desenfunda su espada para contraatacar al chico y ambos se ponen frente a frente con sus espadas enfrentadas en forma de "X".

-Sabía que no eres de fiar-dice Garu entre dientes.

-No sé de qué hablas, no pretendo hacer nada malo-se justifica Yum un tanto confundido de porqué lo había atacado.

-¿Qué haces aquí y a esta hora?-pregunta Garu ejerciendo más presión sobre la espada, logrando que Yum flexione mucho sus rodillas, quedando por debajo de Garu.

-Solo...-él mira hacia la ventana nuevamente y luego a Garu de nuevo para impulsarse con sus piernas y hacerle pelea para que logre tirarlo al suelo-Camino.

-Acosando a los dueños del restaurante-Garu en un rápido movimiento, logra que Yum y él se alejen lo más posible. Ambos se apuntan con las espadas.

-Yo no hago eso, solo me da curiosidad-Yum suda, nervioso, no es muy bueno mintiendo y la mirada acusadora de Garu lo intimida un poco.

-Curiosidad-Garu ríe imitándolo-Veremos si Ho, Dumpling y Linguini piensan lo mismo-Garu sonríe al tomar una piedra del suelo y lanzarla hacia la ventana contraria a la de Pucca. Rápidamente se esconde.

Yum no entiende muy bien qué es lo que sucede, pero sus dudas son rápidamente disueltas cuando Ho sale enojado a asomarse por la ventana y a tirarle cosas para correrlo. Yum esquiva, pero sale corriendo cuando Dumpling y Linguini salen del restaurante para comenzar a perseguirlo y tirarle cosas, poco después Ho se une a la persecución.

Garu ríe con maldad y picardía al ver a lo lejos cómo los chefs persiguen al ninja blanco para golpearlo por interrumpir sus sueños.

Pucca se asoma adormilada por el alboroto y al ver a lo lejos a sus tíos corriendo y persiguiendo algo, se alarma un poco. Garu al verla asomada, rápidamente salta hacia el techo para ponerse frente a ella.

-Hola.

-Hola-Pucca sonríe un poco, no puede evitar sentirse feliz al verlo-¿Tienes algo que ver con el alboroto?-pregunta ella un tanto abrumada.

-Un poco, quizá-él ríe-Necesitaba verte sin interrupciones-mira hacia otro lado.

-¿Sí? ¿Por qué?-pregunta confusa.

Garu muerde su labio, aún sin verla. Su rostro se pone rojo y por un momento quiere vomitar por lo que está a punto de hacer, pero antes de que su rechazo a las muestras de afecto surja a flote, él ya se encuentra dándole un rápido beso a Pucca en la mejilla y sale corriendo rápidamente hacia su hogar.

Pucca se queda pasmada y cae de espaldas sonriendo soñadora, con sus mejillas rojas y un gritito interno queriendo salir de su pecho por la felicidad que está sintiendo en ese momento.





Hello lokos del mundo!!! Será muy pronto para armar los teams? jjj espero estén disfrutando la historia y muchas gracias por el apoyo!

Ella es mi noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora