Ella es mi novia

Part. 49 (La jeringa)

Pucca

-¿Qué sientes por mí?

La pregunta de Yum la dejó descolocada por un segundo, no sabiendo muy bien cómo responder.

-Te quiero-dice finalmente la pelinegra.

-¿Solo eso?-el ninja blanco enarca una ceja acusador-¿No te gusto?

-Claro que me gustas, eres mi novio.

-¿Pero te gusto en el sentido de gustar?, o ¿Te gusto en el sentido de que te agrado?

-Me gustas en el sentido de gustar-Pucca sonríe y acaricia la mejilla del ninja con delicadeza, mirándolo directamente a los ojos-No tienes que estar inseguro sobre eso.

-¿Pero por qué no parece que te gusto? Actúas muy diferente conmigo que con Garu-el castaño desvía su mirada, afligido.

Pucca lo suelta observando a su alrededor, habían captado la atención de algunos comensales y otros solo la miraban a ella porque esperaban su comida.

-Solo no quiero cometer los mismos errores de antes, pero este no es lugar para hablar del tema-besa su frente-Disfruta de la comida.

Yum

El ninja observa a la pelinegra alejarse a paso tranquilo y por un momento se siente avergonzado ante su actitud, quizá le exige demasiado, debía comprender que ella estuvo en una relación con Garu durante muchos años y apenas tiene un mes con él.

Debe compensar su inmadurez.

El ninja blanco come con rapidez y deja el dinero correspondiente en la mesa junto con una nota en una servilleta dirigida para Pucca.

Sale del restaurante y se dirige al bosque en búsqueda de algunas flores para su amada. Le dijo que lo esperara en la fuente en medio de la plaza del pueblo después de que terminara su turno, no debe faltar mucho así que debe apresurarse con el presente y en preparar algo de improvisto para ella.

No tiene mucho en mente, más que darle más flores que había recolectado especialmente para ella, pero quizá en ese momento lo mejor para ambos sería hablar de sí mismos, conocerse un poco más. Sentía que había cosas que no conocía de su amada pelinegra.

Su recorrido por el bosque en busca de las flores silvestres, que le ayudaron con un ramo grande y decente, lo lleva hacia el claro que conduce a la guarida de Tobe, así que él no duda en acercarse con sigilo.

-¿Primo?-habla Yum con calma.

-¡Jefe!-habla uno de los ninjas con prisa.

-¡Ninjas, ataquen!-habla Tobe apareciendo de repente.

-¡¿Hoy es uno de esos días?!-pregunta Yum esquivando los ataques que hacen los ninjas contra él.

-Hoy es uno de esos momentos donde eres mi rival-habla Tobe intentando luchar contra Yum pero el ninja blanco solo esquiva los ataques-¡Deja de esquivar y pelea!

-¡No estoy de humor, Tobe!-se queja Yum saltando a la rama de un árbol-Estas flores deben estar intactas.

-¡Deja lo aburrido!

-¡Deja lo fastidioso!-Yum se va saltando entre las ramas de los árboles para escapar más rápido de Tobe.

-¿Lo seguimos jefe?-pregunta uno de los ninjas mirando a Tobe.

-No, déjenlo. Seguiremos con el enfrentamiento cuando él no sea tan aburrido-Tobe gruñe-Mientras, armemos un plan maestro para deshacernos de él.

-¿Pero quiere matarlo?-pregunta otro de los ninjas siguiéndolo junto a otros más dentro de la guarida.