Part. 47 (La cabaña 2)

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Pucca

-¿Iremos al hospital a visitar a Abyo?-pregunta Pucca luego de que ambas terminaran el entrenamiento.

-Quizá no es lo más conveniente. Abyo quiere ver fotos de la casa de Garu y hace tiempo ninguna va para allá-Ching se avergüenza un poco ante lo dicho.

-Cierto, no le hemos cumplido la palabra a Garu-Pucca rasca su cabeza con vergüenza. A pesar de todo, seguían siendo amigos y se supone cuidarían su casa mientras él se encontraba fuera de Sooga.

-Por suerte tengo fotos de Mio con Yanny-Ching sonríe.

-Ambos están felices de estar juntos-Pucca ríe al pensar en los gatos.

-Supongo se tendrá que conformar Abyo con eso-murmura Ching un tanto desanimada.

-Tranquila, iré yo, arreglaré todo y llegaré con las fotos.

-¿Irás sola?

-Si. Estaré bien. Tú entretienes a Abyo mientras llego al hospital. No tardaré-Pucca sonríe.

-Debes buscar el listado que tiene Abyo con la ubicación exacta de las trampas-Ching habla preocupada.

-Descuida, estaré bien, memoricé un par de lugares con trampas-Pucca sonríe nostálgica al recordar esas visitas a escondidas en la casa de Garu.

-Puedo acompañarte y vamos juntas al hospital-Ching murmura, no muy convencida de dejar a Pucca sola en esa casa llena de recuerdos.

-No te preocupes por mí, además, ahorro tiempo sola-Pucca sonríe.

-Llámame por si me necesitas-Ching toma de las manos a Pucca para demostrarle su apoyo.

-Ve tranquila y trata de mostrarte tranquila frente a Abyo.

Ching asiente y decide irse antes de arrepentirse y seguir a Pucca.

La pelinegra suspira y emprende su camino hacia el bosque de bambú. Intenta que su mente no la traicione, pero no puede evitar sentir una ligera emoción al pensar en esa casa, en los recuerdos que guarda.

Sonríe cuando su mente comienza a divagar en recuerdos y sin querer, comienza a dar pequeños saltos y a tararear una canción imaginaria, logrando de esa manera controlar su ansiedad y nerviosismo, pero contagiándose de una emoción abrumadora.

Cuando llega al terreno que conforma la casa de Garu, no puede evitar sentir un nudo en la garganta cuando ve las condiciones deplorables en las que se encuentra la propiedad.

Frunce el ceño y se decide en dejar todo en perfectas condiciones.

Pucca entra con mucho cuidado de no pisar ninguna trampa y comienza a limpiar todo, el polvo y suciedad del lugar más el olor a guardado es desagradable, pero logra reorganizar todo con rapidez como si Garu estuviera allí. Pasó tanto tiempo con él que sabe perfectamente dónde debe ir todo.

Mientras guarda un par de cosas que encuentra fuera de lugar, Pucca abre un armario que le hace jadear de la sorpresa.

Dentro de él, se encuentran diferentes regalos que ella le había hecho a Garu durante muchos años, incluso más del tiempo en el que fueron novios. Nunca pensó que él los guardaría, siempre pensó que Garu simplemente botaba esas cosas sin tomarle importancia.

Sus manos tiemblan mientras toma un par de cosas, todo perfectamente cuidado, en perfecto estado, pero sin duda, se nota que él debes en cuando revisaba esas cosas.

Una lágrima resbala por la mejilla de la pelinegra, ni pensar que el chico tímido que no le gusta demostrar ante los demás, tiene diferentes regalos solo de ella guardados con tanto esmero.

Ella es mi noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora