Ella es mi novia

Part. 52 (Que comience el juego)

Garu

-¿¡Pero qué te sucede Garu!?-dice Abyo sobándose la cabeza.

-¡Te había dicho que la cuidaras!-gruñe Garu acercándose a paso firme hacia Abyo.

-Espera, espera, espera. Hice lo mejor que pude ¿bien?-comienza a decir Abyo con rapidez intentando arrastrarse lejos de Garu pero la pared detrás de él no se lo permite.

-Tiene novio, ahora es ninja ¡Y no sonríe como antes! ¡¿Desde cuándo eso es cuidar?!-Garu grita intentando darle otra patada a Abyo pero este la esquiva a duras penas.

-¡No es mi culpa! Pucca hizo lo que quiso por su cuenta ¡porque es una chica libre que puede tomar decisiones por su cuenta!-Abyo se pone en posición de ataque para luchar contra Garu si era necesario.

Garu observa con frialdad a Abyo y en un rápido movimiento, logra tirar al suelo a su amigo luego de golpear sus pies con su pierna.

-Me prometiste que estaría a salvo-el ninja se recuesta en la pared derrotado, suspirando con cansancio.

-Lo ha estado, Pucca no es débil y lo sabes muy bien-Abyo habla sobándose nuevamente la cabeza.

-Siempre me gustó protegerla-murmura.

-Es una ninja muy buena, no creo que necesite tu protección ahora-Abyo suspira-Además, ese tal Yum también la cuida mucho.

-¿La quiere?

-No quisiera hablar de eso, tuve problemas médicos por la misma duda-Abyo resopla recordando su internado en el hospital-Pero no dudo que no la aprecie.

-¿Y ella?

-Deberás preguntarle-Abyo se encoje de hombros-Supongo es feliz, la relación de ellos 2 es muy diferente a la que tenía contigo.

-¿A qué te refieres?

-Pues, toda la aldea ha presenciado muchas veces sus muestras de amor correspondidas. Son muy cursis-el moreno hace cara de asco.

Garu aprieta su puño sintiendo un pequeño nudo en su garganta, pero finalmente afloja su agarre respirando profundo y sonríe a medias.

-Me alegro de que sea feliz-dice finalmente para comenzar a caminar por la cabaña y examinar que todo estuviera en perfecto estado.

-¿No te molesta?

-Para nada, ha pasado mucho tiempo, no podía esperar que Pucca me esperara mientras terminaba mi entrenamiento.

-¡Bien dicho! Ahora podrás entrenar sin preocupaciones de que ella te moleste.

-Tienes razón-Garu bosteza-Es algo tarde, será mejor nos reunamos mañana.

-¡De acuerdo, nos vemos Garu!-dice el moreno despidiéndose y saliendo de la cabaña.

Garu sonríe en dirección a la salida donde había desaparecido su amigo, pero inmediatamente su sonrisa desaparece, sintiendo un vacío en su pecho.

No sabe por qué pensó que las cosas seguirían iguales a pesar de los años, pero en realidad no era así, nada era igual en Sooga.

Al día siguiente

El ninja había decidido mantener su look del templo mientras consigue nuevos vendajes y algo para hacer con su cabello, así que no tuvo que esforzarse mucho por la mañana cuando su reloj sonó.

Se le hizo un poco raro despertar en su cabaña pero eso no le quitó el entusiasmo, meditaría un poco antes de ir a Sooga y comprar algo para comer mientras hacía las compras para renovar su despensa vacía.