Bailando en público: Baile fuera

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Era seguro decir que cuando Tony bajo del Quinjet con el resto del equipo la mañana siguiente estaba listo para interrogarlos a ti y a Pietro

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Era seguro decir que cuando Tony bajo del Quinjet con el resto del equipo la mañana siguiente estaba listo para interrogarlos a ti y a Pietro. El resto del equipo quería ver como resultaba eso —incluso Wanda, aunque estaba ligeramente desconcertada por su hermano— así que lo siguió mientras su traje se desarmaba y murmuraba en voz baja todo el camino hacia la cocina.

Todo el equipo podía oír la música a todo volumen, la misma canción había estado puesta durante las tres semanas que habían estado fuera. Cuando Tony irrumpió su boca cayo y el resto del equipo que lleno el marco de la puerta tuvo que reprimir sus risas mientras Tony gemía como un pez moribundo.

Tenías a Pietro contra la pared y sus cuerpos estaban tan cerca cómo podían mientras sus labios se movían contra los del  otro, con tus manos en su cabello y alrededor de su cuello mientras los de él envolvían tu cintura.

Moviste tus labios hacia su mandíbula y su cuello sin ninguno de los dos notar al equipo completo con la boca abierta o riendo silenciosamente. Como Pietro echó su cabeza ligeramente hacia atrás, abrió los ojos por un segundo e inmediatamente se conectaron con los de Tony. Sus ojos se desorbitaron por un segundo antes de golpearte el hombro ligeramente con urgencia.

—Ah, hola, señor Stark... —murmuró tímidamente, tratando de ignorar al equipo detrás del padre furioso.

Tragaste saliva por un segundo mientras tu padre te miraba. Lo miraste de vuelta y hubo un momento de silencio antes de que el resto del equipo estallara en risas al no poder seguir controlándose. Hasta Wanda estaba histérica por la expresión de vergüenza de su hermano al ser atrapado por tu padre.

—¡Nada de "hola, señor Stark", Maximoff! —Tony graznó y llevo al equipo a otra ronda de risas antes de voltearse y fulminarlos. Todos se tomaron un segundo para componerse antes de salir de la habitación. Al retirarse, pudiste oírlos estallar en risas al subir en el ascensor, probablemente para ir a sus respectivos pisos.

—¡Papá! —Gemiste, rodeando la cintura de Pietro con uno de tus brazos y acercándolo aún más a ti—. Estoy feliz —simplificaste y él tomó una pausa, sus ojos miraban la sonrisa cursi en tu cara al mirar a Pietro. Tus ojos se encontraron con los de Pietro y él sonrió con calidez y una mirada apacible.

Tony no estaba seguro de como tomar esa mirada. Él había visto esa mirada en tus ojos antes, era la forma en que tu madre lo había mirado durante todos estos años. Las memorias de ella nublaron su mente por un momento antes de enfocarse de nuevo en los adolescentes que estaban frente a él. Era como si estuviera reviviendo la historia al ver a su hija y a Pietro como él lo había estado con su antiguo amor.

Él no quería que su relación terminara de la forma en que la suya lo hizo. Pero había una alta probabilidad con Pietro siendo un Vengador. Miraste a tu padre y entendiste en lo que estaba pensando.

—Papá, no voy a dejarte —hablaste gentilmente y él negó con la cabeza lentamente, tratando de deshacerse de las memorias del ataúd que yacía bajo tierra desde hace tantos años.

Tony caminó hacia ustedes, tomando la mano de Pietro.

—Cuídala —demandó, antes de darse la vuelta y apresurarse a salir de la habitación.

Miraste la cara de sorpresa de Pietro y reíste, tomando su barbilla para traer sus labios hacia los tuyos.

Imaginas | Pietro Maximoff/QuicksilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora