Rescatándolo

4.7K 325 9
                                    

—¡No, cuidado! —Gritaste, y las llamas que usas para propulsarte a través del cielo se intensificaron con tu pánico. Aterrizaste justo a tiempo para atrapar el cuerpo de Pietro antes de que golpeara el suelo. No tuviste tiempo de asegurarte de si estaba bien porque el hombre que apuñalo el cuerpo de Pietro te rodeo. Tu bloqueaste su golpe con tu muñequera, causando un ruido fuerte que resonó a tu alrededor. Tu otro puño se lanzó hacia la cara del hombre y viste un diente volar fuera de su boca. Él cayó al suelo inconsciente y regresaste a Pietro quien estaba sangrando por la herida de arma blanca y ahora inconsciente.

—Necesito ayuda. Pietro cayó, fue apuñalado —dijiste por el comunicador mientras rompías un pedazo de su camisa y la doblabas para ejercer presión en la herida—. Pietro, necesito que me hables —dijiste, tocando su rostro.

—Ugh... Yo...

—Pietro, necesito que te quedes despierto conmigo. Necesito que me hables. Dime algo, lo que sea —sus ojos se enfocaron en ti pero en realidad no te estaban mirando.

—¿Wanda? —Pregunto, entrecerrando sus ojos.

—N-no... Soy yo —dijiste tu nombre—. ¿Quieres hablar sobre Wanda? Podemos hacer eso. Háblame de Wanda.

—Estamos en camino, deberíamos estar ahí en menos de diez minutos —dijo Wanda a través del auricular.

—Wanda está viniendo, Pietro. Ya viene. Hey. ¡Hey! No puedes hacer eso, no puedes dormirte. Por favor, por favor solo habla conmigo.

—Ella es mi hermana —no pudiste evitar sonreír.

—Lo sé. ¿Qué más? Dime algo que no sepa acerca de ella.

—¿Cómo se supone que sepa lo que tú no sabes?

—Buen punto... yo... yo no sé su color favorito.

—Es el rojo —escuchar la voz de Wanda detrás de ti fue como música para tus oídos.


—¿Hola? ¿Mujer extraña...? ¿En dónde está mi hermana? —Abriste tus ojos y notaste que tenías tu cabeza en tus brazos, los cuales estaban sobre la cama de Pietro—. Oh, eres tú, no me había dado cuenta. ¿Qué paso?, ¿porque estoy aquí? Y, ¿dónde está Wanda? —Soltaste una risita y te recostaste del respaldo de la silla mientras tratabas de despertarte.

—Fuiste apuñalado por Mortimer. Y le di un puñetazo por ti.

—Gracias por eso.

—Le dije a Wanda que volviera a casa y descansara, no se había movido de aquí en horas. Puedo llamarla si quieres —Pietro negó con la cabeza.

—Debo agradecerte por salvar mi vida, ¿no es así? —Pregunto luego de un momento de silencio.

—Si... Solo seguí haciéndote preguntas sobre Wanda y puse presión en la herida, no es gran cosa.

—¿No es gran cosa? Si no huera hecho eso me hubiera desangrado. Es una gran cosa —te encogiste de hombros y le regalaste una sonrisa la cual él devolvió. Su sonrisa te hizo ruborizar y apartaste tu mirada hacia la ventana.

Imaginas | Pietro Maximoff/QuicksilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora