Imaginas | Pietro Maximoff/Quicksilver

El chico de los mandados

No era raro que se encontrara a Pietro haciendo mandados para los otros Vengadores, principalmente porque Pietro podía terminar las cosas más rápida y fácilmente; pero también porque era una persona completamente fácil de convencer. Esto ha pasado tantas veces que Clint incluso empezó a llamarlo ''chico de los mandados'', un nombre que tú y los otros usaban para molestar a Pietro algunas veces. Pietro algunas veces podía encontrar algunos recados fastidiosos pero secretamente no le importaba, él amaba ayudar a los otros Vengadores; especialmente a ti y a Wanda.

Tenía sentido que él quisiera ayudar tanto a Wanda ya que durante una gran parte de su vida habían sido solo él y ella, pero él también quería ayudarte, algo que no podías entender. Wanda siempre bromeaba sobre eso porque ella podía leer su mente e instantáneamente saber porque Pietro hacia lo que hacía... pero ella nunca te decía nada, era el secreto de su hermano y ella nunca haría algo que lo perjudicara.

Hoy, sin embargo, de verdad necesitabas un favor de Pietro. Necesitabas que te trajera tampones. Habías corrido y estabas teniendo los peores calambres del mundo así que no podías dejar la casa. Luego de que eventualmente te hubieras arrastrado, te recostaste contra la pared con una mano presionada contra tu estómago.

—Hey, Pietro. Necesito un favor masivo —rogaste, viendo cómo se daba la vuelta y sonreía.

—Lo que sea por ti —rio sin darse cuenta de lo mucho que se arrepentiría de decir eso.

—Pietro, necesito que me consigas tampones —suspiraste, recostándote contra él en dolor por los calambres. Pietro quería decir que no y rogarte que le dijeras a Wanda que lo hiciera pero en el estado en que estabas él no pudo negarse.

—Bien. Dame el dinero y te conseguiré algunos —gimió sabiendo lo avergonzado que iba a estar.

Recostada en el sofá con una manta, encendiste la televisión y dejaste una película al azar. Pietro regreso luego de dos minutos con una bolsa llena de artículos.

—Toma —Pietro anuncio con su cara aun ligeramente ruborizada—. Tampones, cotufas, chocolate y malvaviscos, Wanda siempre quiere malvaviscos, ¡oh! ¡Y Teddy! —Rio, tendiéndote un oso Teddy con la más adorable y pequeña flor en su mano.

—¡Aw, Pietro! —Exclamaste, abrazándolo antes de llevarlo hacia el sofá contigo—. Quédate, por favor —susurraste abrazando el oso mientras posabas la manta sobre los dos, recostándote contra su pecho.

—Bien, si eso es lo que quieres, ¡pero no voy a ver eso! —Rio tomando el control remoto y cambiando los canales hasta que llego a "El Hombre Araña".

—Bien —refunfuñaste, abrazando a Teddy y rellenando tu boca con malvaviscos antes de ofrecerle uno.

—¿Ya te sientes mejor? —Pregunto, posando sus brazos a tu alrededor y atrayéndote a él.

—Mucho —sonreíste y te acercaste, dejando un beso en su mejilla—. Gracias, Pietro —suspiraste antes de acurrucarte en el hueco de su cuello.

—¡Pietro! —Rxclamo Wanda—. ¡Me alegro tanto de que le hayas dicho! Dios, ¡me enfermaba el que le escondieras tus sentimientos! —Hablo y sus ojos se abrieron al la mente de Pietro llenarse de vergüenza, Wanda en seguida se dio cuenta y salió rápidamente de la habitación. Pietro se ruborizo y escondió su cara con sus manos.

—Pietro —reíste, moviendo sus manos lo suficiente para dejar un suave beso en sus labios. Te ibas a alejar pero Pietro no te dejo.

—Eh, no, princesa —hablo entre besos, queriendo mantenerse tan cerca de ti como le fuera posible.