Úspora princeznà¹

7.5K 442 34
                                    

Las balas volaban por todas partes alrededor de las calles sokovianas golpeando todo lo que podían. Los robots trataban de atacar a los Vengadores pero eran aplastados o completamente eliminados por ellos. Tú estabas trasportándote alrededor y de aquí para allá noqueando a los robots, fácilmente evitando las balas. Trataste lo mejor que pudiste para ayudar a todos pero no podías encontrar a Pietro o a Clint en ningún lado.

Apareciendo en otra calle golpeando otros robots pudiste ver a Clint. Él tenía un niño en sus brazos con un robot parado sobre él y con su arma levantada, disparando por capricho. Luego hubo una mancha azul y plateada. Pietro. Él barrió a Clint y al niño y estuvieron lejos en un momento. Transportándote hacia el robot lo volviste pedazos y luego te teletransportaste hasta Pietro. Lo viste a él y Clint tendidos en el suelo destruido. Pietro estaba encorvado sosteniendo su pecho y respirando pesadamente. Estuviste a su lado y apartaste sus manos para ver las múltiples heridas de bala sangrando a través de su camisa. Sus ojos brotaron al ver tu cara pero sus labios se curvaron en su característica sonrisa.

—¿No lo viste venir? —Dijo. Esas fueron sus últimas palabras antes de caer al suelo.

Clint y tú se tomaron un momento para digerir lo que pasaba y el mundo se ralentizó. Empezaste a exhalar fuertemente mientras tratabas de contener tu ira. Él no podía hacerles esto. Él no podía hacerle esto a Wanda—Oh Dios, ella los odiaría a todos de nuevo. Él no podía dejarte sola. Mordiste tu labio y miraste a Clint.

—Regresare pronto, sigue peleando —dijiste.

Clint te miro confundido. Tomaste la mano de Pietro sintiéndola aun tibia y sentiste tus ojos empezar a gotear. En un instante estuvieron en el laboratorio de la Torre Stark.

Tu cuerpo empezó a debilitarse casi instantáneamente, viajar con otra persona tomaba mucha energía. Un fuerte dolor en tu pecho tiró a través como si te hubiesen disparado, miraste hacia abajo para ver que no estabas herida. Te sentiste como si hubieras peleado contra cien robots a la vez, pero miraste Pietro y te reorientaste en tu causa.

Había una cámara que sabias que era un regenerador de células y te impulsaste hacia el lugar. Tomaste un profundo respiro y llevaste a Pietro a la máquina, metiéndolo dentro y cerrando la puerta. Presionaste el botón de encendido y su cuerpo fue inundado con una luz verde. Un sonido zumbante lleno la casi silenciosa habitación haciéndola muy tranquilizante.

Te sentaste contra la mesa manteniendo tus ojos en Pietro. Tu ritmo cardíaco empezó a disminuir y tu reparación se ralentizo pero seguiste mirando las heridas de bala de Pietro sanar. Realmente funcionaba. No pudiste evitar sonreír al ver los ojos de Pietro abrirse y su cuerpo empezando a moverse. La máquina paro, haciendo sonidos y la puerta se abrió. Pietro salió lentamente viéndose muy confundido y luego te miro.

Su rostro se ilumino y estuvo a tu lado sosteniendo tu rostro con sus dedos callosos.

—No te ves muy bien, princeznಠ—dijo en voz baja.

Tus ojos se empezaron a cerrar pero pudiste ver su cara tornarse muy preocupada. Él empezó a palpar tu cara con sus dedos, tratando de mantenerte despierta. Él sabía lo que habías hecho, podías notar en sus ojos la urgencia de mantenerte despierta. Él sabía que tu poder consumía demasiada energía.

—¿Por qué me salvaste? ¡No tenías que hacer eso, necesitas la energía! —Dijo con su acento muy marcado y frenético.

Sonaba como una cosa hermosa.

—No quería que dejaras a Wanda sola... —dijiste tomando una respiración poco profunda—. Una hermana necesita de su hermano, los Vengadores te necesitan... Yo te necesito.

Imaginas | Pietro Maximoff/QuicksilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora