Imaginas | Pietro Maximoff/Quicksilver

Sacudiendo la timidez

—Deberías hablar con ella esta noche —dijo Wanda al mismo tiempo que buscaba un vestido que ponerse.

—Sí, ya lo sé. Lo que no sé es cómo hacerlo —Pietro se quejó y cerró sus ojos por unos segundos.

—Ella es solo una chica, hermanito. Ella es solo una chica —Wanda dijo sonriéndole a su hermano solo para ver la mueca graciosa que hacía.

—¡No soy tu hermanito! —Rio—. Y no es como si hubiera tenido mucho tiempo para tener algo de experiencia con las chicas. He estado ocupado estos días, ¿sabes? Salvando el mundo y todo eso. ¡Y ella es una maldita agente, Wanda! Ella patearía mi trasero.

Wanda lo miro aun sonriendo. Ella le dio a Pietro una rosa de un buqué que estaba en la mesa junto a ella.

—Las chicas no son tan duras.

Tú no eras nada menos que asombrosa. Y Pietro se sentía como si estuviera a punto de llorar cuando trataba de hablar contigo.

Pero él tenía que hacerlo. Por él mismo.

Él no corrió porque no quería captar la atención de todos, así que camino lentamente en tu dirección.

—Hey —él trato de no estar tan nervioso—. Así que, mi hermana, uhm, ella me dijo que tal vez te gustaría esto, sabes, es-es una flor ¿y a las chicas le gustan la flores, no es así? Supongo que sí. En realidad, creo que te gustaría otra, así que si quieres...

—Pietro —dijiste, casi riendo. Él era tan encantador. Estabas a favor de que te hablara desde hace mucho tiempo. Habías notado la forma en que te miraba pero nunca podías solo decir: "hey, realmente quiero que me hables. ¿En dónde están tus pelotas?", pero sabias que tenía problemas con eso y pensabas que era tan adorable que ni siquiera podías estar molesta con él. Y ahora él estaba frente a ti con una flor, hablando sin respirar y con esa linda y nerviosa cara—. ¿Por qué no me invitas a salir?

Él estaba mudo. Esta vez reíste.

—No pensé que tu...

—Vamos a tratar —lo interrumpiste de nuevo. La sonrisa nunca dejo tu rostro.

La primera vez que viste ese chico con todo ese buen aspecto y ese cuerpo pudiste jurar que era mucho más confiado. Pero ahí estaba él, sin palabras al mismo tiempo en que quería decir cada palabra en el mundo.

—Huh, ¿tal vez podríamos salir? —Ya no estaba tan nervioso. Él solo no esperaba que estuvieras bien con ello, pero lo estabas. Wanda tenía razón después de todo.

—Pensé que nunca lo preguntarías —tomaste la flor de su mano—. Y ahora puedes empezar a respirar de nuevo, Maximoff —los dos rieron y Pietro mentalmente agradeció.

»Así que el veloz Maximoff teme hablarle a las chicas —no podías dejar de hacerlo. Era demasiado gracioso como para olvidarlo.

—Oh vamos, ¡dame un respiro! La única chica a la que estaba acostumbrado a hablarle era Wanda, así que sí, me sentí algo intimidado por una chica como tú.

—Tomare eso como un cumplido —pestañeaste y te alejaste para disfrutar la fiesta semanal de Tony, dejando un Pietro realmente emocionado.