Buena esa, Speedy |Pietro's imagines giveaway|

2.6K 190 23
                                    

Cuando él entro al bar, todo el color se dreno de tu cara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando él entro al bar, todo el color se dreno de tu cara.

Sabías que él te había visto también; tus ojos se cerraron. Tenía la misma sonrisa familiar en su cara, o al menos la tenía hasta que te vio.

El tipo con el que estabas sentada te pregunto si te encontrabas bien, pero no respondiste. Él era un tipo atractivo pero esto era mucho más importante que una cara bonita. Este era tu ex-novio, Pietro Maximoff.

'Novio' era más bien un eufemismo, para ser honestos. Ambos crecieron en Sokovia, pero mientras tu familia estaba entera, su familia no. Sin embargo, los dos se unieron inmediatamente y pronto se enamoraron. Los dos eran muy jóvenes pero el amor entre ustedes se sentía muy viejo. Estaba tan bien.

Las cosas cambiaron completamente cuando Hydra se involucró. Pietro ya estaba molesto acerca de liberar a Sokovia y tú lo apoyabas, pero el trato con Hydra era demasiado. Hubo una discusión la noche antes de su decisión. Le gritaste como nunca antes le habías gritado. Ambos estaban lívidos, furiosos acerca de cosas diferentes. Pietro pensó que no lo estabas apoyando, pero tú pensabas que él estaba demente. Independientemente él se fue esa noche y no volviste a verlo. Ese fue el fin de todo.

Hasta ahora, por supuesto. Te habías mudado a Nueva York por la universidad, aunque sabias que la Torre de los Vengadores estaba cerca. Habías sobrevivido seis meses sin ver a Pietro en Nueva York. Esa racha iba genial hasta ahora.

—¿Estas bien? —Pregunto el tipo con el que se suponía estabas teniendo una cita.

—¿Hum? Oh, sí, estoy bien —sonreíste, engañándolo bien.

Él te sonrió de vuelta y tú rápidamente miraste a Pietro. Por supuesto tenía sus groupies con él tratando de caminar junto a él. También tenía a Wanda a su lado, lo que te hizo querer gatear hasta detrás de la barra y esconderte.

Mientras Pietro se acercaba, tu coqueteabas cada vez más con tu cita. Le tomó por sorpresa al principio pero eventualmente siguió la corriente. Pietro parecía ponerse cada vez más molesto. Cuando a estuvo a unos meros pies de la barra, tomaste a tu cita por el cuello de su camisa y lo besaste, tomándolo por sorpresa.

Obviamente él te correspondió el beso pero Pietro se detuvo lívido. Mientras sus amigos fueron a buscar sus bebidas, él los observo a ustedes dos.

—Hey, chico —le dijo Clint a Pietro—, ve a por una bebida.

—Estoy bien —respondió Pietro, caminando hacia a ti.

Él estaba básicamente a tu lado cuando te apartaste de tu cita quien claramente ya estaba excitado.

—¡Petra! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡No te he visto en mucho tiempo! —Pietro aclamo, abrazándote como si estuvieran en sus días de infantes.

—Um, ¿quién eres? —Pregunto tu cita, incomodo.

Pietro rio, —Soy una amigo de la infancia de Petra. No la he visto en tanto tiempo. ¿Estaría bien si te la robo por unos minutos?

Tu cita asintió, inseguro y Pietro inmediatamente te llevo a un lado del bar.

—¿Quién rayos es ese? —Pregunto con rudeza, su voz llena de celos.

—Mi cita —respondiste—, ¿porque rayos me estás hablando?

—¿Porque no lo haría? —Respondió, pegándote a la pared.

Lo observaste con incredulidad. —Oh, caray, tal vez porque me dejaste por un estúpido experimento porque creías que podías salvar el mundo.

Pudiste ver a Pietro apretar su mandíbula y su cuerpo tensarse. Lo miraste desafiante.

—Y lo hice. Estaba haciendo lo correcto —soltó—. Y yo no te deje.

—¡Claro que lo hiciste! —Gritaste, pero las manos de Pietro rápidamente cubrieron tu boca.

—A menos de que quieras que tu cita de allá se moleste, se silenciosa —murmuro Pietro en tu oído.

Lo señalaste. —No me digas que carajos hacer. Eres un idiota.

Pietro alzo sus cejas. Honestamente, él lucia sexy esta noche pero estabas muy molesta. ¿Quién se creía que era, irrumpiendo aquí y diciéndote que hacer? Era un completo idiota.

—Escucha —te dijo—, tal vez si te deje. Pero nunca deje de amarte. Hice lo que pensé era correcto. Tú nunca me apoyaste. Tenía que tomar mi propia decisión.

Te mofaste. —¿Nunca te apoye? ¡Nunca te apoye mi trasero! Estas tan lleno de mierda. No has cambiado, Maximoff.

—¿Entonces porque lo has hecho tú? —Grito Pietro, incapaz de controlar su volumen—. Hablas como si supieras exactamente lo que estaba haciendo pero no lo sabes. Esto no era acerca de mí dejándote sino acerca de lo que era mejor para el mundo.

Tu cara quemaba de enojo. Abrías y cerrabas tus manos, rogándote a ti misma por no darle una cachetada.

—¿Mejor para el mundo? —Preguntaste, tu volumen elevándose—. Oh, rayos, pero piénsalo: te fuiste sin decir nada. La ultima cosa que escuche de ti fue 'jódete' antes de que te fueras. No volví a verte. Me dejaste con el corazón roto y ahora vienes aquí a decirme a que estoy equivocada. Saca tu cabeza de tu trasero.

Comenzaste a alejarte de él pero él agarro tu brazo y te jalo. Él te dio la vuelta hasta que estuviste frente a él, apenas a unos centímetros de él. Sus ojos miraron a los tuyos con suficiente intensidad como para hacerte temblar.

—No sabes el resto —murmuro lo suficientemente alto como para que solo tu oyeras—, estuve durante meses bajo experimentos y cada vez que pensaba en como estabas, en lo mucho que te extrañaba, me movía tan rápido que no podía enfocarme. Pero siempre estuviste en mi mente.

»Volví a ti tan pronto finalice con los experimentos pero te habías ido. Nunca deje de amarte. Sé que me odias pero acabo de salvar al jodido mundo y seria grandioso que pudieras entender eso. Nunca deje de pensar en ti.

Y con eso él unió sus labios con los tuyos, sosteniéndote por tu cintura. Le correspondiste, extrañando la sensación de él. Lo odiabas mucho en ese momento pero también lo amabas más de lo que podías describir. Tus manos estaban enterradas en su cabello pero todo en lo que podías pensar era en lo tonto que era.

Detrás de ti, alguien grito. Te separaste de él inmediatamente y te volteaste. Había sido Tony Stark, el "compañero" de Pietro.

—Buena esa, Speedy —dijo Tony, guiñándole un ojo a Pietro.

Todos los Vengadores los miraron con sonrisas en sus caras excepto por Wanda. Wanda solo te dio una pequeña sonrisa, lo suficiente para romper tu corazón.

Te volviste hacia Pietro con la cara enrojecida. Pietro tenía su usual sonrisa de ganador. En ese momento no podías odiarlo más.

—¿Me perdonas? —Pregunto.

—Ni de chiste —respondiste—. Pero extrañe tus besos.

Pietro sonrió, sabiendo que había ganado. Él te beso de nuevo, aliviado de tenerte de vuelta en sus brazos.

Imaginas | Pietro Maximoff/QuicksilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora