Imaginas | Pietro Maximoff/Quicksilver

¡Lo siento!

Pietro y tú estaban en el cuarto de entrenamientos. Pietro estaba golpeando el saco de boxeo mientras que tú escalabas una cuerda.

Bajaste de la cuerda y caminaste hacia a Pietro. Tenía los audífonos puestos y estaba golpeando el saco muy fuerte y con rapidez.

Trataste de captar su atención desde la distancia pero él no podía escucharte o verte. Te acercaste y trataste de nuevo.

—¡Pietro! —Gritaste. Él todavía no te oía. Suspiraste, caminaste hacia el saco de boxeo y te paraste al lado de este. Justo cuando ibas a decir algo sentiste una ráfaga venir a tu cara. Caíste al piso.

—¡Oh doamne¹! —Gritó Pietro, cayendo a tu lado.

—¡Dios, Pietro! ¡Si querías romperlo, pudiste haberlo dicho! —Dijiste, tratando de bromear sobre lo que había pasado.

—¡Lo siento! Déjame echarle un vistazo... —dijo Pietro, quitando tu mano de tu mejilla—. La naiba²... Eso necesitara algo de hielo... —dijo parándose, haciendo que te levantaras.

Pietro había ido y venido en menos de un segundo, volviendo con hielo.

—Aquí esta —dijo Pietro, poniendo el hielo en tu mejilla—. ¡Lo siento tanto! ¡No te vi! —Dijo Pietro, mirándote tristemente.

Trataste de sonreír pero dolía mucho.

—Está bien —dijiste, besando a Pietro.

—¡Realmente no te entiendo! —Dijo Pietro, riendo.

—¡¿Por qué?! —Dijiste.

—¡Porque! ¡Te pegue en la cara y solo dijiste que estaba bien, y luego me besaste! —Dijo Pietro, envolviéndote con sus brazos.

—¡Si, bueno, pero no querías hacerlo! ¡No voy a llorar por eso! Y, de todas maneras... ¡Me han golpeado más fuerte! —Dijiste.

Pietro se rio y movió el hielo a un lado para poder besar tu mejilla.

—¡Realmente eres una novia fabulosa! —Dijo Pietro.

—¡Si, lo sé! —Dijiste.

¹Dios mio.

²Joder.