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Capítulo diez: Lagrimas.
El partido de España contra Alemania había comenzado. Se sentía mareado y cansado, pero había preferido no avisar para poder jugar ese partido, era importante para él, quería jugar todos los partidos posibles. El árbitro pitó y él cerró los ojos con fuerza, ese sonido taladró su cerebro. Comenzó trotando, siguiendo la pelota con la mirada, tratando de no perderse ningún movimiento. Miró a su lado, era separado de Pedri por Busquets, el número 5 de su selección. Suspiró y se concentró en el juego.
En el minuto 6, Pedri tomó la pelota y sin saber cómo llegó a estar a su lado, se la pasó, sus miradas chocaron y una sonrisa apareció en el mayor de los dos. Se la pasó a Olmo antes de que el alemán que estaba frente a él se la quitara, haciéndolo caer al piso.
Todo le daba vueltas. La iluminación del estadio y el grito del público lo mareaban, complicándole la idea de levantarse del piso. Cuando miró hacia su lado, se cubrió rapidamente el rostro con sus brazos al ver como la pelota iba hacia él, rozándole. La pelota no conseguió entrar al arco y el juego continuó.
Se levantó como pudo, apoyando sus manos en el pasto, parándose una vez más.
Cerca de los 42 minutos ya no podía correr. Regresó a solamente dedicarse a caminar y trotar despacio, pasando la pelota cada vez que podía. No podía hacerlo, se chocaba con todos los jugadores que tenía enfrente, sentía que todo se movía y que en cualquier momento iba a caerse.
Finalmente el primer tiempo terminó y pudieron ir a los vestidores. Ninguno de los dos equipos había conseguido hacer un gol en ese tiempo, pero los dos querían tener la victoria.
Se sentó en el vestidor, sus compañeros tomaban agua y charlaban acerca del partido. Sin darse cuenta había cerrado sus ojos, entrando a un mundo de sueños.
—Gavi— abrió los ojos al oir la voz de Asensio—. ¿Te has sentido mal durante el partido? Estás pálido.
Le tocó la frente, estaba ardiendo una vez más.
—¿Qué sucede?— preguntó Luis Enrique, mirando a los chicos.
—Está un poco enfermo.
—Puedo continuar— se levantó de la silla y se acomodó las medias, acto seguido salir junto a sus compañeros.
Asensio miró a Enrique, quien se veía preocupado por Gavi.
—Voy a dejar que Nico se prepare para el cambio— fue lo último que dijo antes de salir del vestuario para empezar el segundo tiempo.
Nico Williams, Koke, Morata y Balde se preparaban para entrar a la cancha, mientras los jugadores comenzaban a jugar.
Al minuto 54 hicieron su primer cambio. Morata fue el primero en ingresar a la cancha, haciendo el cambio con Ferran, quien lo saludó y se sentó en la banca a descansar.
Por mientras, el único que quedaba en la cancha y sabía del estado de Gavi, era Asensio. Lo observaba por pequeños ratos, notando facilmente como habia deteriorado su salud. Miró al director técnico y le hizo señas para que hiciera el cambio.
A los minutos se hizo el segundo y tercer cambio. Ingresaban Koke y Williams por Asensio y Gavi.
Marco lo tomaba con fuerza, pero intentaba que no se viera que era tan grave el asunto. Lo miraba jadear, con la mirada perdida en el piso.
Se sentaron en el banco junto a Ferran, quien ya tenía a mano una botella de bebida energética y un paño humedo.
Pau Torres y Marcos Llorente, los números 4 y 6, se acercaron a los chicos.
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𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊
Fanfiction"¿Quién diría que las cosas podrían cambiar con tan solo una palabra? Me hiciste ver el mundo de otra forma, conocer cosas nuevas. Me hiciste creer en el amor, como ninguna otra persona me ha hecho creer. Yo te amo a tí, solo a tí". • Historia final...