𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆

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Capítulo siete: Besos.

El día más esperado había llegado. El primer partido de la selección española había llegado. El joven de 18 años despertó con calma, abriendo sus ojos, mirando hacia la cama de su compañero de cuarto, notando que no estaba ahí. Frunció el ceño y miró a su lado, viendo a Pedri dormir profundamente.

Se levantó de la cama y se puso la ropa deportiva de su selección, para luego entrar al baño y asearse. Al cabo de unos minutos salió para perfumarse y terminar de acomodar sus cosas. Tomó una botella de agua que ya había sido abierta, que estaba casi por acabarse su contenido y se acercó nuevamente a la cama donde dormía su compañero.

En un principio pensaba en tirarle una gota de agua, pero su parte vengativa le ganó y terminó por poner la botella boca abajo por completo, tirándole todo el agua que tenía adentro.

Pedri se sentó de golpe, tomando aire, sin entender donde estaba ni que sucedia. Miró a Gavi, quien ya estaba vestido, peinado y perfumado, caminando hacia el tacho de basura para tirar la botella.

—¿Pero qué cojones te pasa, tío?— preguntó mientras se secaba el rostro con la remera.

—A tí que te pasa— se acercó y se cruzó de brazos—. ¿Qué estás haciendo en mi cama?

—Durmiendo— soltó una pequeña sonrisa, pero esta rapidamente desapareció al verlo tomar una almohada.

—Tienes tu cama.

—Pero quería dormir contigo— se levantó de la cama y se acercó para quitarle la almohada de la mano—. ¿No has pensado que era Lewandowski, verdad?

—Qué molesto eres con eso, joder— rodó sus ojos y le arrebató la almohada—. Cámbiate. Yo iré a desayunar.

Tomó su celular y caminó hacia la puerta para salir, pero fue detenido.

—Espera, déjame vestirme y vamos juntos— el más joven se apoyó en la pared, viendo a su amigo ir a buscar su ropa.

Mientras lo esperaba, prendió su celular para ver sus nuevas notificaciones. Deslizó su dedo hacia un lado, ignorando los mensajes que no le interesaban, hasta que uno lo hizo separarse de la pared, mirando el mensaje con mayor atención.

Sus labios se curvearon hacia arriba, era un mensaje del polaco.

"Buenos días, Pablo. Éxitos en el partido de hoy. ¿Será que puedes pasarte luego de tu partido por mi habitación? Me gustaría que hablemos. Avísame cuando puedas".

Sus dientes estuvieron a la vista, su gran sonrisa había aparecido inevitablemente. Entró al chat y pensó en una respuesta lo más rápido que pudo.

—Pedri...— lo llamó, notando como este le prestaba atención al instante—. ¿No tenemos que hacer nada más esta noche, verdad?

—Que yo sepa, no. ¿Por qué?

—Por nada— bajó su mirada nuevamente a su celular, respondiendo el mensaje.

"Hola, buenos días. Claro que puedo, te escribiré cualquier cosa. Nos vemos".

¿Había sonado demasiado seco?, ¿fue demasiado directo? No sabía como sentirse al respecto. Miró la hora en la que le había enviado el mensaje, 6:17a.m.

No quería parecer un desesperado por contestarle un mensaje, pero tampoco quería parecer un desinteresado. ¿Cómo tenía que actuar?, ¿para que quería que hablaran? Eso lo tenía muy preocupado, ¿acaso ya se había enterado que se había enamorado de él?, ¿era tan obvio?