𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒔𝒆𝒊𝒔

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Capítulo treinta y seis: Distante.

Una vez más no tuvo la oportunidad de despedirse de su pareja. No sabía si era porque habían pasado semanas desde la última vez que hicieron algo juntos, pero había comenzado a pensar que notaba a Gavi más distante, como si estuviera evitándolo y no sabía la razón. Una vez más se acercaba solo a su vehículo, dejando su bolso sobre el asiento de acompañante, pero esta vez, no entró como siempre lo hacía. Cerró la puerta y se detuvo un momento al sentir una presencia cerca de él. Su mirada se movió por todo el estacionamiento, sin ver a nadie, pero aún sentía que había algo más ahí.

Su nariz detectó lo que no podía ver. Al instante sintió un olor cerca de su auto, tan similar al de Gavi, que por unos instantes, no dudo en pensar que era él. Esas feromonas que había comenzado a soltar hace poco tiempo, parecía estar ahí, pero sintió que era mezclado con algo que lo hacía amargo.

A pesar de sus dudas, su cuerpo se despertó al pensar que era el joven español, pero esa idea se apagó rápidamente al ver como el portugués se acercaba y con él, traía ese olor.

—Hola, Robert— dijo el joven con un tono suave y con las mejillas coloradas.

—João...— mantuvo distancia con él, sabiendo claramente como estaba.

—¿Estás solo?— preguntó acercándose lentamente.

—Estaba por irme a casa, ¿tú que haces aquí?— su espalda chocó contra la puerta de su auto al retroceder.

Félix tragaba su saliva, sin quitarle la mirada de encima. Sus pechos chocaron, las manos del más joven se apoyaron en los músculosos brazos del polaco, frotando sus cuerpos lentamente.

—Estaba buscándote— admitió, bajando sus manos hasta las del contrario, entrelazándolas.

En un ágil movimiento, Lewandowski intercambió las posiciones, estampando al portugués contra el vehículo. Félix mantuvo su mirada conectada, la mano del polaco que aún tenía agarrada la llevó hasta su entrepierna.

Gimoteó y Robert quitó la mano para tomarlo de las muñecas con fuerza, evitando que las moviera. Lo miraba de pies a cabeza, disgustado por su acción. Tenía sus piernas cerradas y temblorosas, con sus mejillas más rojas que antes y sus labios separados, dejando que el aire se escapara.

—No, João. No me... no me gustas— soltó sin dar muchas vueltas—. Estoy con alguien.

La expresión de João cambió de golpe, mirándolo a los ojos sin creer en sus palabras.

—¿Qué?— Robert lo soltó y se separó de él.

—Sí, estoy con alguien, así que debo pedirte que no hagas ese tipo de cosas conmigo.

—¿Con... con quién estás?— preguntó con sus ojos clavados en él.

El polaco dejó su mano apoyada en la puerta del auto, pensando en la pregunta. Pensó en responderla, pero algo le decía que lo mantuviera en él.

—Es... es privado, lo siento— abrió la puerta del vehículo, observando la mirada inexpresiva del portugués—. Espero no te haya lastimado.

—No, no... estoy feliz por tí— sonrió levemente, dando unos pasos hacia atrás—. Espero tengas una bonita relación.

Se dió la vuelta y caminó por el estacionamiento, sin dejar que Robert diga nada más. Su sonrisa se mantuvo en su rostro y sus ojos fríos como el hielo, no demostraban absolutamente nada.

Lewandowski se sentó en el asiento, llevando su mano hasta la nuca, masajeándola un poco. Tomó su celular, revisando si tenía algún mensaje de Pablo, pero como se había vuelto costumbre, no tenía noticias sobre él.

𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora