𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒔𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒕𝒓𝒆𝒔

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Capítulo sesenta y tres: Frío.

El día frío, gris y lluvioso, con truenos y las nubes tapando el cielo. La pareja estaba en la cocina, preparando una mezcla para brownies. Pablo enmantecaba la lata y le echaba harina, a la vez que Robert mezclaba la preparación.

—¿Puedo probar?— preguntó curioso, mirando el color que tenía y el delicioso olor a chocolate. Lewandowski rió.

—Está crudo— lo vió meter el dedo y probar un poco. Finalmente pusieron la mezcla en la lata y la metieron al horno—. Amor...

Gavi lo miró al oír que lo llamaba, recibiendo harina en la cara. Abrió la boca, simulando sorpresa, y luego soltó una carcajada, tomando un poco de harina y echándole en la nariz a su pareja, riendo nuevamente. Lo vió agarrar un poco de harina y acercarse para cobrar venganza, haciéndolo retroceder.

—No, no lo hagas— dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Se dió la vuelta para cubrirse y su pareja lo abrazó por la espalda con la mano que tenía libre, echándole la harina en la cara, escuchando su tierna risa. Puso sus manos por encima de las suyas, enderezando un poco su espalda e intentando retirar el cabello que estaba sobre su rostro. Robert besaba su cuello, inclinándose los dos de un lado al otro.

Gavi cogió una fresa del plato que estaba sobre la mesada y se la acercó para que mordiera un poco, comiéndose él el resto y darle un beso.

—Eres el mejor— dijo Gavi, acariciando el cabello negro, frotando su mejilla contra la del polaco—. Me encantas.

—Tú me encantas a mí— lo escuchó reír nuevamente.

—Estás muy fuerte— tocó su brazo y tomó su mano, dando una vuelta y luego darle una vuelta a él.

Entrelazaron sus manos y se dieron un pequeño beso, seguido de otros.

—Ya tengo ganas de comerme el brownie— sin soltar una de sus manos caminó hasta el horno, mirando el postre.

—Ya falta poco.

—Me encanta lo dulce— se abrazó a su cuello y juntó sus frentes—. Tú eres mi dulce favorito.

—¿Siempre dices palabras tan bonitas?

—Sí es para tí, busco las palabras más bonitas del mundo— rió por la bajo y acarició su nuca.

Robert le robó un beso y se separó del abrazo. Caminó hacia la puerta corrediza y miró el patio.

—Está lloviendo mucho— veía la lluvia caer, ya estaba oscuro.

—Para ir al entreno de mañana tendrás que abrigarte bien para que no te enfermes— Robert se apoyó contra la mesada, torciendo el torso hacia él mientras le hablaba.

—Ese no es problema para mí— dijo caminando y apoyándose a su lado—. Yo siempre estoy abrigado.

Lo vió sonreír y asentir con la cabeza. El silencio apareció en la casa, Lewandowski limpió los materiales que utilizaron y Gavi acomodó las cosas que estaban desordenadas, tarareando una canción.

—Ya está listo— dijo luego de unos minutos, sacándolo del horno y dejándolo sobre la mesa para que se enfriara.

Pablo pegó un brinco y caminó nuevamente a la cocina.

—Pero está caliente— lo veía ponerlo ya cortado en un plato.

—Espera a que se enfríe— se dió la vuelta para tomar un trapo de cocina y limpiarse las manos.