𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆

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Capítulo cincuenta y siete: Fotos.

—No va a gustarte lo que ví— dijo el francés, desbloqueando su móvil. João se levantó de la cama y le arrebató el celular, mirando las fotos.

—No puede ser cierto— deslizaba su dedo.

—Por un momento creí que no eran novios, hablaban mucho pero no se tocaban, pero cuando están solos... vaya que se sienten enamorados.

—Sabía que podrías con este trabajo.

—Ahora me debes lo que me prometiste— se acercó para besarlo, pero el portugués puso su mano en los labios ajenos.

—Espera, necesito hacer un llamado— tomó su móvil y se apoyó en la ventana, Griezzman rodeó su cintura con sus manos y besó su cuello. Habló cuando fue atendido—. Hola. Tengo un trabajo para tí...

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—Oh... Lewy...— jadeó deslizando las manos por las sabanas de la cama. Acostado boca abajo—. Ahí...

—¿Ahí está bien?— Robert habló sobre la oreja de Pablo, erizando su piel. Sus piernas a los costados del cuerpo del español.

—Sí, hm... sabes masajear muy bien...— sonrió, los dedos del polaco se movían sobre su espalda baja, masajeando el sector con crema refrescante y desinflamante.

—Bien... ahora quédate acostado en esa posición— se levantó y guardó el pequeño tacho con crema en el cajón de la mesa de luz.

—Gracias, amor— agradeció cuando se sentó a su lado. Recibió una caricia en el cabello.

—Voy a traerte un té— Pablo lo tomó de la muñeca antes de que pudiera irse.

—No, quédate conmigo y dame cariño— besó su mano, mirando sus ojos.

—Solo...— Gavira metió el dedo pulgar a su boca, pasando su lengua, prestándole atención para que continuara hablando.

—¿Por qué no continuas?— deslizó la lengua por su dedo—. ¿Esto te recuerda a algo?

Tenía sus ojos clavados en lo que estaba haciendo, su respiración se agitó un poco. Lo vió ponerse de cuclillas y tocar con su dedo sus labios. Lo besó lento, pero con pasión, tocando su lengua con la suya.

—Solo me tardaré un minuto, quédate quieto— se levantó y salió de la habitación.

El español se quedó acostado, con sus brazos debajo de la almohada. Sentía un poco de frío al estar sin remera, unicamente con short y medias. De pronto el celular comenzó a sonar, sacándolo de su sueño. Miró hacia el celular que estaba sonando a poca distancia de él, sobre la cama y puesto boca abajo, era el de Robert.

Volvió a su mundo, dejándolo sonar. La segunda vez que sonó fue lo que despertó su curiosidad, ¿y si acaso era la persona que lo llamaba durante la semana?, ¿para qué lo llamaba?, ¿quería algo de él? La necesidad de atender crecía con el paso del tiempo, hasta que le ganó la curiosidad. Tomó el móvil y miró el número, no estaba agendado. Atendió la llamada y esperó a que la persona que estaba del otro lado hablara primero. Miró nuevamente el celular al no oír nada, la llamada aún seguía en curso.

—¿Hola?— no hubo respuesta. Colgó a los pocos segundos.

Tenía el móvil de su pareja en mano sin su permiso, lo hacía sentir extraño e incómodo. Miraba el fondo de bloqueo con sorpresa y una sonrisa, era él y sus hijas. No esperaba verse en su fondo de pantalla, pero le gustaba.

𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora