𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒔𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂

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Capítulo sesenta: 24 de Diciembre.

—Tengo frío— exclamó Pablo, abrazándose a sí mismo, sentado en el borde de la cama.

Se levantó y caminó hacia el armario, buscando con la mirada algo para ponerse hasta que se clavó en un buzo del polaco, así que decidió tomarlo para vestirse. Se miró en el espejo, el buzo gris que llegaba hasta por arriba de sus rodillas, con un short para dormir y unas blancas medias largas que mantenían sus pies calientes.

La puerta se abrió y entró Robert con una taza en mano, se acercó a él y lo abrazó por la espalda.

—Te traje leche caliente para que tomes— Pablo agarró la taza y le dió un sorbo, el vapor chocaba contra su rostro.

—Está rica. Gracias.

—No es nada— lo miró de más cerca, notando que llevaba su ropa—. Qué bonito te ves así vestido.

—Gracias. ¿Vamos a la cama?— Robert apagó la luz. Gavira se sentó adelante de él, apoyando la espalda contra su pecho y se taparon, mirando la película que habían puesto para ver juntos.

Mientras Pablo tomaba la caliente bebida, recibía caricias en el cabello, relajando un poco su cuerpo, mirando la película.

—¿Estás despierto?— le preguntó luego de unos minutos, al no oírlo hablar.

Lo miró al no tener respuesta, viendo como dormía, con la taza sobre su abdomen. Lewandowski la agarró con cuidado, se deslizó con facilidad de las manos del español y luego la dejó sobre la mesa de luz. Apagó el televisor y sin despertarlo se acostó, dejándolo sobre su pecho para que continuara durmiendo.

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Era la tarde del 24 de diciembre, en la habitación de las niñas, Gavi peinaba el cabello de Klara. Tomaba suavemente el cabello rubio, pasando el cepillo desde las puntas hacia la raiz, mirándola desde el espejo, abrazaba a su osito de peluche. Su vestido con una falda de capas color crema con mangas llegaba a sus rodillas y tenía un cinturón blanco.

Le hizo dos trenzas en la parte superior de la cabeza, dejando el resto de su cabello suelto.

—Estás muy bonita— besó su mejilla abrazándola por la espalda, la niña rió.

Se dió la vuelta y lo abrazó por el cuello, para luego darle el peluche que tenía en sus manos. Pablo lo tomó y la vió sacar un moño del cajón de la mesa de luz para luego acercarlo a él.

—Możesz założyć tę kokardę na mojego misia, mamusiu? (¿Puedes ponerle este moño a mi peluche, mami?)— Gavi pensó un momento en sus palabras, intentando decifrar lo que había dicho.

Agarró el moño y lo ató a la oreja del osito, revisando que se quedara bien agarrado.

—¿Así?— la niña asintió con la cabeza y se sentó en el piso.

Laura se acercó con un vestido igual al de su hermana, pero de un rosa pastel, con su cabello suelto y el cepillo en mano. Extendió sus brazos, haciendo que Gavi la alzara y ella peinó el cabello de Pablo.

—Te quiero mami— El sevillano la miró, una sonrisa nerviosa apareció en su rostro.

Acomodó su suave cabello y la pequeña tomó su mejilla para besarla.

—Yo también te quiero— miraba sus tiernos ojos celestes, iguales a los de su padre.

—Aquí estás— Gavi miró a Robert, quien entró a la habitación con una toalla que cubría su cintura.

𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora